Trujillo es una joya. Pocas ciudades o pueblos en España me producen esa sensación de belleza cuando te vas acercando por sus carreteras secundarias. Si te estás planeando una visita a Trujillo, te espera una ciudad llena de historia, arquitectura impresionante y paisajes espectaculares. Ubicada en la provincia de Cáceres, Trujillo es conocida por su imponente Plaza Mayor, su castillo medieval y su legado conquistador. En este artículo, te descubrimos qué ver en Trujillo para que no te pierdas ninguno de sus rincones más fascinantes.
Qué ver en Trujillo en un día
Tengo que confesar que yo en Trujillo he pasado algo más de tiempo que 24 horas, pero si bien es cierto un día puede ser una buena excusa para conocer esta localidad extremeña. Desde mi infancia he ido muchas veces a Trujillo por cuestiones familiares, después he vuelto mucho ya por puro encanto, en cada una de las visitas siempre he encontrado algún aliciente para volver. Una ruta entre Plasencia, Cáceres ciudad y Trujillo tres o cuatro días es volver a la esencia de nuestra época medieval.
El Castillo de Trujillo
Mi ruta empieza en el Castillo de Trujillo, situado en lo alto de un cerro Cabeza de Zorro, ubicación ideal para dominar toda la llanura. El Castillo, junto con las murallas que lo rodeaban, son visitables en horario de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. El origen de la construcción que hoy conocemos es una antigua alcazaba árabe, de la que todavía hay algunos restos. En torno al castillo, edificado entre los siglos IX y XII, se alzaban un total de diecisiete torres defensivas, que le daban ese aspecto de fortaleza inexpugnable en la cima del cerro. Desde el Castillo hay unas preciosas vistas tanto de la localidad como de la extensión alrededor de ella.
El recuerdo medieval no sólo se traslada al castillo, un paseo por las antiguas murallas de la ciudad es una forma perfecta de sumergirse en su historia. Se conservan varias puertas de acceso que ver en Trujillo, como la Puerta de Santiago y la Puerta del Triunfo, que muestran el pasado defensivo de la ciudad.
Hay varias formas de emprender el descenso, para mí la más bonita es la de la calle Subida del Castillo, una vía empedrada que recorre el exterior de la muralla y que desciende hacía la Plaza de Santiago y a la Calle Ballesteros. Asómate a hacer algunas fotografías a este rincón, merece la pena.
Casa Museo de Pizarro
Sin embargo, en nuestra ruta bajamos hacía el centro histórico por la calleja del Castillo para llegar a la Casa Museo de Pizarro. En esta tierra de colonizadores recios no podemos dejar de visitar el museo dedicado a uno de los grandes protagonistas de la conquista americana. El museo está dentro de lo que fue la casa de la familia del conquistador, donde él vivió durante sus primeros años y desde donde salió a la aventura americana. La casa, un bonito ejemplo de la arquitectura del siglo XV, está dividida en dos plantas en las que se distribuyen y se reproducen momentos de la vida de Pizarro y la importancia cultural que supuso la relación con América. Frente al museo, en un rincón realmente entrañable, se encuentra el Palacio de Lorenzana, uno de los ejemplos de arquitectura palaciega del siglo XVI que queda en la ciudad.
Iglesia de Santa María la Mayor
Seguimos nuestro camino pasando por la iglesia de Santa María La Mayor, una de las más antiguas en Trujillo. Se construyó en el siglo XIII aunque tiene algunas modificaciones posteriores. En el exterior destacan sus dos grandes torres y las bellas ventanas ojivales que decoran los laterales de sus naves. En su interior destaca un bonito retablo mayor con gran número de palas en las que se recrean varias escenas bíblicas. Por cierto, en uno de sus capiteles está esculpido el escudo del Atletic de Bilbao.
El recorrido va dejando portadas con arcos enmarcados por escudos y decoración renacentista, que se abren a ambos lados de las calles. El descenso por la calle Cuesta de la Sangre se abre directamente a uno de los laterales de la Plaza Mayor. Es sin duda el centro neurálgico de la ciudad, con su famosa estatua del conquistador Francisco Pizarro rodeada por los más bellos exponentes de la arquitectura nobiliaria extremeña del siglo XVI. Todas las familias nobles construyeron en pocos años sus casas en la plaza como paradigma del bienestar y del poder que acumularon en la época.
Plaza Mayor de Trujillo
La arquitectura civil trujillana es una de las mejores para la representación del siglo XVI, me recuerda mucho a la salmantina. El más bello de los palacios nobles, para mí, es el de los Marqueses de la Conquista, construido a partir de la segunda mitad del siglo XVI gracias a la mediación de Hernando Pizarro, por ello también es conocido como Palacio de los Pizarro. Lo más destacable de su fachada, y lo más original, es el precioso escudo familiar que cubre la esquina y el gran balcón esquinado debajo de él. La originalidad no solo se observa en la solución constructiva, sino también en la decoración con casetones a los lados, columnas y medallones con bustos salientes. La planta inferior tiene una bonita galería porticada con cinco grandes arcos de medio punto que se apoyan sobre grandes pilares. En el resto, la decoración se desarrolla a través de las ventanas que la pueblan las dos fachadas con bonitos ejemplos de rejería.

La Casa del Peso Real o Palacio de los Chavez Cárdenas, cuyo origen también es renacentista, ha sufrido numerosas remodelaciones a lo largo de los siglos. En su portada se pueden ver unas preciosas columnas decorativas retorcidas, un ejemplo muy bello de decoración del siglo XVI. Sobre la puerta de entrada una ventana con balcón más sobria, esta ya del siglo XVII. Al lado de este palacio están las antiguas Casas consistoriales, hoy con función de juzgados.
El Palacio de los Carvajal, también llamado de los Duques de San Carlos, está de la misma forma situado en la Plaza Mayor. Presenta una arquitectura muy similar a la del de los Pizarro, un gran palacio con una arcada de medio punto en la planta inferior, tres cuerpos más con ventanas decorativas y escudo y balcón en ángulo. El edificio sufrió un gran incendio y el interior pertenece al siglo XVII. Merece una buena foto!
Al lado contrario de la plaza otro bello palacio, el de los Orellana Toledo. Con una estructura de dos plantas, tanto la inferior como la superior tienen en sus fachadas galerías. La inferior sirvió para albergar los mercados tradicionales y la venta de mercaderías en siglos posteriores. Mientras que en la superior se abre el cuerpo noble de la casa palaciega. También fue construido en la mitad del siglo XVI, como ejemplo de la arquitectura típica palaciega de aquel momento.
Iglesia de San Martín
No salimos de la plaza para entrar en la Iglesia de San Martín, de origen medieval (siglo XIV), la mayor parte de su estructura se construye en el XVI. Es una gran iglesia de impronta gótica, con una sobria decoración, que se centra en su exterior en la portada renacentista. En su interior destaca su cubrimiento con bonitas bóvedas de crucería estrelladas. El interior es un gran cuerpo, consta solo de una nave, con pequeñas capillas entre sus contrafuertes, con una gran altura.
El trazado medieval de Trujillo: callejea
En mi opinión, entre las mejores cosas que ver en Trujillo está su pequeño barrio medieval que al final es su propio centro histórico. Me encantan sus calles, tienen muchísimo encanto y rincones en los que la atmósfera del tiempo que se detuvo siglos atrás te hace percibir la historia.
Museo de los Descubridores
Ubicado en la Iglesia de San Francisco el Real, el Museo de los Descubridores es un espacio dedicado a la historia de los trujillanos que participaron en la conquista de América. A través de objetos, documentos y exposiciones interactivas, se narra la influencia de estos personajes en la historia. La iglesia, un hermoso edificio con siglos de historia, añade un encanto especial a la visita.
Qué ver en Trujillo si todavía tienes tiempo
Si todavía no has agotado el día o dispones de algunas horas más todavía te quedan algunas cosas que ver en Trujillo.
- Aljibe árabe, está a pocos pasos del castillo, ya hablamos del origen de este. Es uno de los restos que se conserva de la época, siglo X. Tiene una importante profundidad, probablemente la recogida de aguas servía para abastecer a la ciudad.
- Palacio de Juan Pizarro de Orellana, otro Pizarro colonizador, fue corregidor en la ciudad de Cuzco. Es otro bello ejemplo de arquitectura del siglo XVI en el que destaca su bello patio interior con arcos de medio punto soportados por columnas con capiteles jónicos.
- Iglesia y Convento de San Francisco, también de época renacentista. Presenta una estructura de cruz latina con una sola nave. La fachada está decorada con escudos y la figura del patrón de la orden.
- Iglesia de Santiago, una de las más ricas de Trujillo, también tiene origen medieval pero fue reconstruida prácticamente en el siglo XVII. En su interior una de las tallas más famosas de la ciudad, el Cristo de las Aguas, del siglo XIV.
- Las puertas de la ciudad, como la De Coria, un simple arco en la muralla a día de hoy, la de Santiago o la de San Andrés. En total, hubo siete puertas en Trujillo.
- Otras casas y palacios, como la de los Marqueses de Santa Marta, los Alvarado, los Calderón o los Rol Zárate y Zúñiga.
- Alcázar de los Altamirano: este edificio medieval es otro de los puntos de interés en Trujillo. Con su arquitectura de época y su importancia histórica, es una visita recomendada para quienes disfrutan del patrimonio monumental.

Dónde comer en Trujillo
Aquí no hay discusión, si vas a visitar Trujillo tienes que comer en el Restaurante Sandra. Se encuentra en una de las vías principales de la ciudad, aparcar es facilísimo sin coste alguno o, si está todo a tope, tiene delante un parking. El restaurante Sandra te ofrece menús del día a un precio muy económico y una carta de producto de calidad.
Y por qué no decirlo… es de mi prima. Pero ojo, la última vez que he pasado por allí todavía no sabía que era de ella y comimos fenomenal igualmente.

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Cómo llegar a Trujillo
Trujillo se encuentra en el corazón de Extremadura, y llegar hasta esta ciudad es bastante sencillo. Si viajas en coche, la principal vía de acceso es la Autovía A-5 (Madrid-Lisboa), tomando la salida hacia la EX-208 en dirección a Trujillo. Desde Cáceres, la distancia es de aproximadamente 45 minutos, mientras que desde Madrid el trayecto dura alrededor de 2 horas y 30 minutos.
Si prefieres el transporte público, hay autobuses regulares que conectan Trujillo con Madrid, Cáceres y Badajoz, operados por diferentes compañías de autobuses. También es posible llegar en tren hasta Cáceres y, desde allí, tomar un autobús o taxi hasta Trujillo. Aunque la ciudad no cuenta con estación de tren, sus conexiones por carretera permiten un acceso cómodo y rápido.