He tardado en conocer Alicante y su provincia, sin embargo, tengo que confesar que costa de Alicante es uno de los destinos más interesantes del Mediterráneo español. Tiene un poquito de todo: grandes arenales prácticamente paradisíacos, pequeñas calas escondidas, pueblos con mucho encanto e, incluso, los rascacielos más imponentes de España. Hay muchas posibilidades para visitar esta zona, en este artículo yo te propongo la ruta por la costa de Alicante que hemos hecho estos días, en la que puedes recorrer de Jávea a la capital, pasando algunos de los lugares más icónicos y hermosos de la región. Y sí, incluso hemos pasado por Benidorm… ¡muy curioso sin duda! Prepárate para descubrir calas de aguas cristalinas, pueblos de casas blancas, miradores impresionantes y mucho más. ¡Nos vamos a descubrir la Costa Blanca!
¿Por qué hacer una ruta por la costa de Alicante?
No creo que sea yo la que tenga que convencerte de hacer una ruta por la costa de Alicante, pero aún así, si necesitas excusas aquí te damos algunas. La primera de ellas es, sin lugar a dudas, el clima de esta zona. La Costa Blanca, que así se conoce esta parte del Mediterráneo español, es una gran afortunada en cuanto a las temperaturas cálidas en verano y muy agradables incluso en invierno. Nosotros hemos estado la última semana de octubre e inicio de noviembre y hemos tenido entre 22 y 24 grados.
Otra de las ventajas de esta zona es que combina naturaleza, cultura y playas, por supuesto. ¡Qué playas hay en Alicante! Encontrarás playas enormes con un gran arenal para acomodar la toalla y también pequeñas calitas a las que es más difícil llegar. Esta combinación hace que hay posibilidades para todos los gustos. Si te gusta el senderismo en esta zona encontrarás áreas naturales y recorridos “verdes” a través de los que puedes caminar al lado del mar con unas vistas impresionantes. Los pueblos no están nada mal, mi preferido es Altea, pero seguro que para muchos la originalidad de Benidorm hará que este sea el favorito. A lo largo del post también os daré algunas ideas sobre la gastronomía alicantina y dónde comer en esta ruta por la costa de Alicante.
Por cierto, nosotros hemos tenido un par de sitios como base, hemos estado unas noches en Calpe y otras en Alicante ciudad. Os dejaré los enlaces por si queréis visitar los alojamientos.
Jávea, pueblo encantador entre mar y montaña
Jávea, o Xàbia en valenciano, podría ser el punto de inicio perfecto para una ruta por la Costa de Alicante, nosotros lo visitamos un día ya que tenemos familia allí pero nos quedábamos a dormir en Calpe. en el centro urbano destaca su casco antiguo de estilo medieval con una bonita iglesia, la de San Bartolomé y, frente a ella, el edificio del ayuntamiento. Es un pueblo muy agradable para dar un paseo por sus callejuelas, disfrutando de algunos edificios antiguos con piedra dorada que parece arenisca y me recuerda a ciudades como Salamanca o Baeza.
Pero, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos de Jávea son sus playas. La más importante, en mi opinión, es el Arenal. Se trata de una gran playa urbana que se extiende a lo largo de la bahía con un amplio paseo con todo tipo de locales y tenderetes en verano (por cierto, souvenir hecho a mano, el stand de camisetas). Es perfecta para ir con niños, tiene todo tipo de servicios y un buen número de restaurantes, nosotros estuvimos en Chabada, aunque la primera opción era Acqua, pero estaba cerrado.
Hay algunas otras playas cercanas, tanto las urbanas, como Primer Muntanyar donde puedes tomar algo en uno de los chiringuitos más famosos de Jávea: la Siesta o calas como Granadella, famosa por sus aguas cristalinas, perfecta para practicar snorkel. Si quieres ir a esta última en verano prepárate para madrugar, está demasiado llena…
No te pierdas Cabo de la Nao en el se encuentra uno de los miradores más impresionantes de la zona, desde donde se puede ver la costa en toda su magnitud. Impresionantes las vistas.
Portixol, una cala con encanto mediterráneo
Uno de nuestros destinos en esta ruta por la costa de Alicante fue la famosísima Cala de Portixol también llamada Cala de la Barraca. Se encuentra a unos 7 u 8 kilómetros de Jávea a través de carreteras serpenteantes en las que hay que tener cuidado, sobre todo cuando en verano hay demasiada gente.
La cala es pequeña y cuenta con un famoso restaurante Cala Clémence, de un grupo hostelero de la zona. La calita tiene piedras y algunas antiguas casas de pescadores, en las que destaca su color blanco reluciente y las ventanas y puertas azules. De hecho, en los últimos años se ha hecho muy famosa una puerta de estas casas, tanto que la gente se vuelve loca para hacerse fotos en ella. Creo, sinceramente, que no es un buen lugar para ir en plena temporada de verano. Sin embargo, si vais como nosotros en otoño no os vais a encontrar a nadie. ¿No es mejor disfrutar sin multitudes?
El Mirador del Portixol en la parte superior de la cala, ofrece una vista panorámica de toda la cala y del mar Mediterráneo, acércate a hacer algunas fotos.
No vayas en verano, es difícil aparcar y seguramente de no madrugar muchísimo no encuentras sitio. Además, durante el día hay mucha gente.
Calpe y su Peñón de Ifach
Calpe arquitectónicamente empieza a ser un despropósito. No os voy a mentir, me horroriza la construcción y la especulación que se ve nada más entrar en algunos de estos pueblos costeros. Calpe, para mí, es uno de los lugares que se está destrozando por este afán especulador que construye edificios de 20 y 25 plantas al lado del mar.
El centro histórico de Calpe es pequeñito y se encuentra en lo alto. Lo más destacable es lo que queda de sus murallas y el Torreón de la PeÇa descubierto no hace muchos años y hoy museo con fotos del pueblo. La iglesia de Calpe te volará la cabeza, aunque de origen medieval, sólo conserva los arcos de su interior, ya que su exterior es completamente moderno, realizado en el siglo XX.
Sin lugar a dudas, uno de los sitios más imponentes de Calpe es el Peñón de Ifach. Se trata de una enorme formación rocosa que se ha convertido en uno de los símbolos de la Costa Blanca. Además el peñón forma parte de un Parque Natural y tiene un centro de visitantes que deberías conocer si vas a hacer una ruta de senderismo por él. Puedes caminar en este espacio protegido a través de una ruta que lleva directamente a la cima del peñón. Por supuesto, sigue las indicaciones del Centro de Visitantes y lleva calzado adecuado para el trayecto. Las vistas merecerán la pena… Nosotros no pudimos subir porque había nubes y niebla.
Calpe se está llenando de grandes edificios de apartamentos, lo último en arquitectura, sin embargo, tiene un conjunto muy particular llamado La Muralla Roja. Se trata de un edificio diseñado por Ricardo Bofill (padre) en la urbanización La Manzanera y es una de las joyas de la arquitectura del autor.
Hablemos de las playas de Calpe, qué maravilla, nosotros nos alojamos en la Playa de la Fossa, que es un gran Arenal en uno de los lados del peñón y que tiene un extenso paseo marítimo. Cuenta con todo tipo de servicios y de locales en su paseo. Además, tiene otros dos grandes arenales, la Playa del Arenal-Bol y la del Cantal Roig. Al final de esta última está el conjunto arqueológico de los Baños de la Reina, unas antiguas villas romanas que forman parte de un complejo en el que habían incluso una antigua piscifactoría.
Puedes dar un paseo desde allí hasta el Puerto de Calpe, donde se encuentran los barcos de pesca y la Cofradía de Pescadores de la villa que ya ha cumplido 100 años. Es una muy buena zona para comer, nosotros estuvimos un día en el restaurante – arrocería El Cantonet, uno de los mejores valorados de Calpe y entendimos el porqué. ¡Qué bien comimos! Uno de los mejores arroces de nuestra ruta por la costa de Alicante.
Altea el pueblo más bonito de la Costa Blanca
Altea es, para mí, el pueblo más bonito de esta ruta por la costa de Alicante. La parte histórica, es decir, el centro antiguo no es muy grande, pero es realmente encantador con sus callecitas blancas empedradas, vistas panorámicas al Mediterráneo y sus famosas cúpulas.
Entre las callejuelas, como la calle Salamanca (guiño, guiño), se encuentran también algunas bonitas plazas como la del Agua o la de la Cruz. Entre la calles hay varios miradores muy chulos desde los que se puede ver la costa hasta Calpe o hacia Benidorm. En el corazón de Altea se encuentra la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, famosísima por sus cúpulas con tejas en tonos azules. Por supuesto, si vas en verano, al ser un pueblo bonito te lo vas a encontrar lleno de gente, si optas por otras fechas lo vas a disfrutar mucho más.
Como el resto de localidades, Altea, tiene un montón de playas fantásticas para disfrutar con la familia de un día de sol. Entre ellas la de Cap Negret, la del Espigó y, por supuesto, la de la Roda, que es la más grande del pueblo y cuenta con un bonito paseo marítimo para ver el atardecer al lado del mar.
Hay un sitio muy curioso en las afueras de Altea, hacia la zona de las urbanizaciones Altea Hils. Se trata de una iglesia ortodoxa con el exterior de madera y cupulillas doradas muy originales: la iglesia de San Miguel Arcángel. Muy original y si te pilla de camino entre Calpe y Altea la puedes visitar.
Benidorm, entre rascacielos y playas
Si es la primera vez que visitas la costa de Alicante y nunca habías oído hablar de ella Benidorm te va a sorprender. Creo y no miento, que es la ciudad española con más rascacielos y donde se encuentran algunos de los edificios más altos de España como el Intempo (residencial) con 202 metros y el Gran Hotel Bali con 186. Pero hay muchísimos otros más como la Torre Lúgano, el Neguri Gane, edificio Kronos, Don Jorge, el Mirador del Mediterráneo… y así hasta 26 edificios que tiene más de 100 metros de altura. Por todo esto, se la conoce como la Nueva York del Mediterráneo o BeniYork.
Pero este pueblo no siempre ha sido así, ya que se fundó en el siglo XIII, tras la reconquista de los territorios por parte de los cristianos. En lo alto de uno de los salientes se encuentra el antiguo castillo, con origen árabe y después ocupado por los cristianos y un pequeño centro histórico con cierto encanto si no estuviese abarrotado buena parte del año (por no decir todo). Porque lo fundamental en Benidorm es el turismo, gracias a su microclima, muy cálido durante todo el año, siempre está lleno de turistas y viajeros. De hecho, son muchos los mayores españoles que históricamente han ido a pasar sus días de vacaciones a Benidorm, a estos se les suman muchos visitantes europeos: británicos, alemanes, holandeses, que hacen que sea un destino perfecto para la tercera edad.
Benidorm tiene dos grandes playas de arena la de Poniente y la de Levante. Son realmente muy extensas y bastante anchas, pero sí, en verano están a tope. Tanto es así que si pretendes encontrar sitio tienes que madrugar. En los últimos años se ha puesto de moda la práctica de dejar la sombrilla puesta desde las cinco o las seis de la mañana, pero las autoridades ponen multas y las retiran.
No te pierdas el Mirador del Castillo, situado en el lugar donde se encontraba el antiguo castillo. También conocido como el Balcón del Mediterráneo, ofrece una vista increíble de las playas y el mar. Frene a la localidad está Isla de Benidorm: Se puede visitar en barco y es ideal para hacer snorkel.
Si vas a comer en Benidorm hay muchísimas opciones, no todas magníficas. Yo te recomiendo la calle de los asadores vascos en el centro histórico. Hay dos sitios muy interesantes que son el Gaztelutxo, que siempre está a tope y el bar tapería Aurrera.
Alicante, capital con sabor mediterráneo
Aunque dedicaremos un post a Alicante ciudad, no queremos dejar de dar unas pinceladas sobre ella en esta ruta por la costa Blanca ya que fue la meta final de esta semana de vacaciones. Alicante es una ciudad bastante grande con numerosos atractivos, culturales, gastronómicos y naturales. Es perfecto para terminar porque tiene buena combinación de transportes con otras ciudades de España como Madrid o internacionales ya que cuenta con un aeropuerto con bastante tránsito.
Uno de los principales atractivos históricos es el Castillo de Santa Bárbara, en lo alto del Monte Benacantil. Se trata de una fortaleza de origen medieval que ofrece vistas espectaculares del mar Mediterráneo y la ciudad. Su acceso puede ser en coche, hay un parking a unos 500-600 metros de la entrada, luego tienes que caminar; a pie o mediante un ascensor desde la playa del Postiguet. El ascensor no es gratis, cuesta 2,70€ por persona, pero te deja en el propio castillo. Además de la imponente estructura, el castillo cuenta con salas de exposiciones y muestras históricas que ayudan a comprender mejor el pasado de la ciudad, desde tiempos ibéricos hasta la Edad Media.
Otra parada obligada en Alicante es su Explanada de España, la zona del paseo marítimo que se ha convertido en símbolo de la ciudad. Este paseo está decorado con mosaicos en forma de olas de colores rojo, azul y blanco, rodeado de palmeras que brindan una atmósfera fresca y acogedora. A lo largo de la Explanada se pueden encontrar cafeterías, heladerías y pequeñas tiendas de artesanía local, lo que hace de este lugar un punto ideal para pasear, relajarse y disfrutar del ambiente mediterráneo. Además, cerca de aquí se encuentra el Puerto Deportivo de Alicante, donde se pueden contemplar yates y embarcaciones, así como visitar el Museo Volvo Ocean Race.
Para quienes buscan sol y playa, la Playa del Postiguet es una de las más frecuentadas de Alicante, aunque muchos de sus habitantes disfrutan de la inmensa playa de San Juan y de las del Campello. Son playas de arena dorada y fina, con aguas tranquilas, donde hay predomina el turismo familiar. La playa de San Juan se llena en la famosa noche de San Juan, es allí donde se celebran las hogueras regeneradoras de vida y que acaban con los malo del año. En estos días son las fiestas de la ciudad.
No te pierdas, en pleno centro de Alicante, el Barrio de Santa Cruz, un pintoresco rincón con casas coloridas, callejuelas estrechas y, dicen, que con mucha vida nocturna… pero eso no os lo puedo corroborar.
Consejos para disfrutar de esta ruta por la costa de Alicante
Ya te he dado algunos tips para disfrutar de unos días de sol, naturaleza, cultura y playas en la Costa Blanca, pero te dejo algunas ideas que te vendrán bien a la hora de organizar este viaje.
- Cómo moverse por la costa de Alicante: esta ruta es ideal para hacer en coche sea propio o de alquiler. Si llegas en avión o tren a Alicante o Valencia (también se puede hacer empezando desde allí) lo mejor es que alquiles un coche para moverte con libertad. En trasporte público es más complicado hacer toda la ruta.
- Cuándo ir a la Costa Blanca: aunque la Costa Blanca se disfruta todo el año, la primavera y el otoño ofrecen temperaturas agradables y menos aglomeración que en verano. En verano la población de estas localidades se triplica o cuatriplica y para aquellos a los que no nos gusta la multitud puede ser bastante agobiante. Nos ha encantado visitarla en otoño, se puede incluso ir a la playa, aunque también nos ha llovido algo (Atentos siempre a las recomendaciones de las autoridades en cuanto a la climatología adversa en otoño).
- Qué comer en la costa de de Alicante: sin lugar a dudas, tienes que probar sus muchos arroces. Alicante es especialista en todo tipo de arroz tanto con mariscos, verduras, carnes… Es lo mejor de la gastronomía de la zona, junto con los pescados y mariscos frescos. Si te gustan los productos del mar este es tu sitio.
- Dónde Dormir: hay opciones para todos los gustos, desde hoteles de lujo hasta apartamentos y casas rurales. Reservar con anticipación es clave en temporada alta, suele tener precios altos sobre todo Calpe y Jávea. Benidorm es más barato porque además tiene una oferta muy amplia.
Aunque no es el momento para visitar la ciudad de Valencia y sus grandes monumentos como La Lonja, podéis consultar un montón de post sobre la Comunidad Valenciana en el blog.