Dicen en Soria, al menos en sus redes, que está de moda. No sé a ciencia cierta si lo está pero tengo claro que debería estarlo y que esta no debería ser una moda pasajera porque esta provincia lo tiene todo. Soria tiene paisajes tan espectaculares como la Laguna Negra, una capital con mucho encanto y un montón de pueblos bonitos como Medinaceli. Nos vamos de escapada a Medinaceli para descubrir lo bonita que es esta localidad y todo lo que te vas a encontrar allí.
Medinaceli y su historia a lo largo del tiempo
Aunque Medinaceli esté casi haciendo frontera entre dos Comunidades autónomas, pertenece a la provincia de Soria y no a la de Guadalajara, como veo escrito por Google. No quisiera ser yo quien continúe con este error que he visto por las redes. Dicho esto, esa ubicación característica y fronteriza también la tuvo en la historia, pero empecemos por el inicio de los tiempos de esta localidad.
En esta zona de la provincia de Soria, se asentaron varios pueblos celtíberos como los arévacos o los belos que fundaron la ciudad de Occilis, no confundir con Ocella Durii que estaría en las Arribes del Duero. Por supuesto, esta ciudad prerromana corrió la misma suerte que tantas otras Tiermes, Segontia, etc. y con la llegada de los romanos se convirtió en uno de sus municipios. Lo mejor de esto, sin duda, es que todavía hay algunos restos de la ocupación romana, como veremos más adelante.
No fueron los únicos en pasar por Medinaceli, ya que con la llegada de los musulmanes formó parte de su territorio y, después, durante la reconquista fue lugar claramente fronterizo por sus características geográficas. Las historias cuentan que en la alcazaba musulmana de Medinaceli murió el mismísimo Almanzor en el siglo XI, que había sido desterrado en aquella zona. Medinaceli era un lugar de importancia estratégica tanto para cristianos como para musulmanes, por lo que aunque Alfonso VI de Castilla la conquistó, la perdió de nuevo y no será hasta la llegada de Alfonso I cuando finalmente queda en manos cristianas y se le otorga el fuero.
En el siglo XIV surge el condado de Medinaceli gracias a la intervención de Enrique de Trastamara pero en el siglo XV, ya durante el reinado de los Católicos, se nombra Duque al quinto de los Condes. Es importante este ducado ya que incluso siendo condado habían iniciado la construcción de una residencia, que posteriormente se convertirá en el Palacio Ducal.
Otra de las fechas cruciales para la localidad de Medinaceli fue 1813, cuando El Empecinado, uno de los héroes de la resistencia durante la Guerra de la Independencia se hizo fuerte en la localidad. Los franceses ocupaban la zona de Sigüenza, Atienza, Brihuega y la resistencia local tuvo que replegarse en la zona de Medinaceli.
Todos estos acontecimientos y, como veremos, los monumentos que van dejando las diferentes épocas, han hecho de Medinaceli uno de los pueblos inscritos dentro de la Asociación de los pueblos más bonitos de España.
Qué ver en Medinaceli en un día
Medinaceli me sorprendió para bien, he tardado en conocerla, pero solo puedo hablar bien de este pueblo. Lo que más me sorprendió, además de sus monumentos, fue la tranquilidad que se respira entre sus calles cuidadas y con una arquitectura tradicional en piedra dorada realmente preciosa. Pero, además de estas bonitas viviendas residenciales, cuenta con algunos monumentos singulares y únicos como su famoso Arco Romano.
Arco Romano de Medinaceli
Nada más llegar a lo alto del pueblo, nos encontramos con la presencia monumental del famoso Arco Romano de Medinaceli. Un arco que debía divisarse desde algunos kilómetros de distancia y que la ponía en un lugar estratégico como cruce de caminos y calzadas romanas. El arco es un monumento realmente singular y único, ya que es el único que se conserva en España con tres arcos.
El origen de este arco lo situa en el siglo I época en la que gobernaba Domiciano, aunque habría tenido algunas intervenciones posteriores durante el mandato de Trajano. Sin lugar a dudas, el arco es la huella de la importancia que tuvo esta villa durante la romanización, como lugar a caballo entre dos grandes ciudades Emerita Augusta y Caesar Augusta.
Mosaicos romanos en Medinaceli
El famoso arco romano de Medinaceli no es el único resto que encontramos de la época de la romanización en esta localidad. Algo que llama la atención en Medinaceli y que es excepcional ya que no son tantos los ejemplos de los que disponemos en la península, son los mosaicos que aparecen al descubierto o bajo los cimientos de algunos de sus edificios. Estos mosaicos de época romana que viene a completar los vestigios de la romanización como las fuentes, calzada romana o las murallas, fueron en su mayoría encontrados en los años 80 del siglo XX.
Uno de los mosaicos se encuentra en la plaza de San Pedro, en este aparecen numerosas formas geométricas y decoración vegetal. Muy similares son los restos que se han encontrado en la calle San Gil y que están datadas en torno al siglo II después de Cristo. Hay algún otro mosaico, encontrado en la zona de la Plaza mayor, que no está actualmente a la vista aunque se quiere musealizar por parte del ayuntamiento. O sea que si visitas Medinaceli y ya está abierto coméntanoslo en el post para que lo añadamos.
Murallas de Medinaceli
Desde la época celtíbera parece que Medinaceli ya tenía aires de fortaleza. Los romanos crearon la primera muralla de grandes sillares, que posteriormente sería reformada por los árabes en el siglo X y tras la reconquista, ya en el XII, por los cristianos. No son muchos los lienzos de muralla que sobreviven al paso del tiempo, pero todavía podemos observar algunos ejemplos de las diferentes etapas por las que pasó la cerca.
También se han conservado algunas de las puertas de entrada la villa, también, por supuesto, de diferentes épocas y estilos. Entre ellas se encuentra la Puerta de la Villa, de época árabe, que es la más fotogénica ya que tanto por un lado como por otro deja unas bonitas perspectivas de ese arco de muralla. Y la puerta de la Coz en la parte suroeste de la ciudad y desde donde se podía ver el castillo.
La Alcazaba árabe y Castillo de los Condes
Tras la romanización, con la llegada de los árabes a la península, Medinaceli siguió siendo un lugar de interés estratégico por sus características geográficas y su altitud. Allí, se construyó una alcazaba, en la cual se dice que murió el mismísimo Almanzor tras haber sido su residencia después de la batalla de Catalañazor. Lo que está claro es que la fortaleza en lo alto del páramo era imponente y necesaria para el control del territorio.
Por ello, con la llegada de los cristianos y la reconquista de la zona del alto Jalón, Medinaceli pasó a ser fuerte y residencia de los condes que obtuvieron este señorío. Los Condes de Medinaceli fijaron su residencia en la antigua alcazaba que pasó a ser castillo fortaleza. De planta rectangular y regios muros sobrio, sólo tiene una torre redondeada, que sería la del Homenaje.
En la actualidad, aunque te puedes acercar a ver el exterior de este castillo y pasear por las murallas y miradores que se encuentran a su alrededor no es visitable. Allí se encuentra el cementerio de la localidad, en el interior, aquel que vería morir a Almanzor y que es parte de la ruta del destierro del Cid Campeador.
Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción en Medinaceli
En la plazuela de la Iglesia se encuentra el templo más representativo de la villa, la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Es una iglesia en origen románica, pero con modificaciones posteriores en el siglo XV, ya en un gótico cercano al renacimiento. Su aspecto exterior, sobrio, en el que destaca una gran torre campanario de cinco cuerpos, contrasta con el interior con bóvedas de crucería y un gran altar ya de época barroca.
Otras iglesias y templos
La Colegiata no es el único ejemplo de construcción religiosa que se mantiene en la villa soriana. El Convento de Santa Isabel se levanta en el siglo XVI y es el único que sobrevive habitado en nuestros días. No era el único en la villa, ya que durante siglos la localidad tuvo numerosos conventos y órdenes religiosas, y multitud de iglesias como la de San Martín, San Gil, Santa María…
Entre las singularidades de Medinaceli está el Beaterio de San Román, en la zona más al norte del pueblo. Se trató de una iglesia, la de San Román, que albergaba reliquias del Santo que pasó de ser parroquia a espacio conventual. Allí, estuvieron las beatas hasta el siglo XX, cuando en total deterioro decidieron abandonar el edificio. El edificio, o mejor dicho, el conjunto, es una amalgama de construcciones de diferentes épocas con dependencias conventuales y, por supuesto, la iglesia.
Plaza Mayor de Medinaceli
Esta plaza Mayor de Medinaceli es, sin lugar a dudas, un buen ejemplo de arquitectura totalmente castellana en varios de sus laterales. En uno de ellos se encuentra el Palacio Ducal de los Duques de Medinaceli construido en época renacentista y prácticamente abandonado hasta la actualidad. Actualmente es parte de las estructuras del ayuntamiento y normalmente se utiliza para exposiciones y como centro de cultura. El palacio me recuerda mucho al palacio manierista salmantino de los Orellana, con sus dos pisos, el superior con ventanas y balcones y dos torres en las esquinas. La obra fue realizada por uno de los arquitectos más importantes del momento, como no podía ser menos para una residencia ducal, Juan Gómez de Mora.
También en la Plaza mayor se encuentra uno de los últimos recursos turísticos de Medinaceli, el aula Arqueológica, que quiere poner en contexto parte de la historia del municipio. Y, por supuesto, la antigua Alhondiga, con sus bonitas arcadas del siglo XVI.
Nevero medieval
No nos vamos de Medinaceli sin mencionar uno de los lugares más curiosos como es el Nevero Medieval. ¿No sabes qué es esto? Se trata de las antiguas neveras de conservación de alimentos, medicamentos, etc… Allí se almacenaba el hielo prensado durante el invierno para que en las épocas estivales se pudieran mantener sobre todo alimentos y, en épocas posteriores, medicación.
Algunos datos prácticos sobre Medinaceli
Cómo llegar a Medinaceli
Medinaceli que en realidad son dos localidades en una, la histórica en lo alto y la comercial y residencial en la parte baja, está a unos 160 kilómetros de Madrid por la A2, hacia Zaragoza. De hecho, si circulas por esta vía, te darás cuenta de que allá en lo alto se ve algo… Y aunque no puedas deducir desde la lejanía lo que es, se trata del famoso Arco Romano.
Si no dispones de vehículo esta localidad está bastante bien comunicada con autobuses de la línea Alsa (hacia Logroño, Zaragoza) desde Madrid e, incluso, trenes regionales de la línea Madrid – Barcelona.
Dónde comer
Para lo pequeñito que es Medinaceli en su parte alta no le faltan restaurantes. Eso sí, también os digo, que incluso entre semana, están llenos… Algunos de estos restaurantes ofrecen menús del día a buen precio o carta con carnes y asados. Una recomendación el restaurante el Aljibe, donde además de comer bien, te atienden de forma muy agradable.
En resumen, Medinaceli es un lugar perfecto para una pequeña escapada de fin de semana, cerca de Madrid y con un ambiente muy agradable y pintoresco. Sus casitas de piedra, sus calles también empedradas, le dan un aspecto tranquilo en el que el tiempo se ha detenido varios siglos atrás.