Qué ver en Sigüenza en un fin de semana
Un poco de historia de Sigüenza
Sigüenza, como la mayoría de las bellas localidades de la zona, como Medinaceli, Sepúlveda o Tiermes, ya aparece en los escritos de Plinio el Viejo como una antigua ciudad de los arévacos. Como tantas otras, con la llegada de los romanos, sucumbió a su conquista y fue romanizada dándole el nombre de Segontia.
Una de las características más significativas de Sigüenza en la época la romanización era su situación en la llamada calzada del Henares, una de esas vías tan importantes que los romanos crearon para comunicar Hispania de norte a sur y de este a oeste, y en este caso comunicaba Mérida y Zaragoza.
Por supuesto, tras la Hispania romana llegó la visigoda y fue en este momento, en el siglo VI después de Cristo cuando Sigüenza gracias al III concilio de Toledo se convirtió en sede episcopal por primera vez, de ahí que como veremos tenga una imponente catedral, que no, que no, que no es de esta época, no se me echen encima ustedes, pero sí que ese sexto siglo después de Cristo es el origen de la diócesis seguntina…
Durante la época de dominación árabe no tuvo una gran importancia, ya que aunque existió una alcazaba, la “capital” de la zona se trasladó a Numancia. En el siglo XI se levantó el cerco de Medinaceli y unos años después Sigüenza fue reconquistada finalmente gracias a un obispo, Bernardo de Agén, aunque es cierto que estos años fueron todavía muy complicados en la zona, con batallas y sin paz hasta el siglo XII. Por supuesto, la Edad Media fue una época importante en Sigüenza, ya sede episcopal y también señorío feudal. Es aquí cunado aparece la figura del Cardenal Mendoza, tan importante durante el reinado de los Reyes Católicos y fundador de la Universidad de Sigüenza, de vital importancia para la localidad.
El Renacimiento fue una época muy próspera en Sigüenza con la edificación de numerosos edificios civiles y religiosos, un ensanche urbanístico y bastante prosperidad económica, que siguió en aumento, en parte gracias a la mencionada universidad en los siglos XVII y XVII cuando se construyó el barrio de San Roque. Todos estos monumentos y ampliaciones han hecho de Sigüenza uno de los pueblos más bonitos de España y, además, declarado Monumento Histórico Artístico en 1965.
Una de las características que más me gusta de Sigüenza es que puedes hacer diferentes rutas monumentales, por un lado la Sigüenza medieval, por otro la renacentista y, la última, pero no menos bella, la barroca a partir del siglo XVII y neoclásica.
Qué ver en la Sigüenza medieval
Actualmente es posible visitarlo, el estado de conservación del conjunto es admirable, el hotel es una auténtica maravilla, que además pudimos disfrutar gracias a una buena oferta de estancia. Como huéspedes del hotel pudimos disfrutar no sólo de la cafetería y las salas de desayuno, si no también de los pasillos, escaleras y, por supuesto, de las vistas exteriores.
Para visitar los restos medievales de la ciudad nos dirigimos por la calle Mayor que lleva desde el Castillo hacia la plaza de la Catedral. A mitad de camino se encuentra la Iglesia de Santiago, que está en plena restauración. En los trabajos de conservación de este monumento del siglo XII se han encontrado restos bajo su suelo de los que todavía se desconoce su procedencia, según nos contaron podría tratarse de alguna casa de época romano, pero todavía es pronto para la hipótesis. La iglesia ha sufrido mucho a lo largo de los años, su interior fue muy dañado durante la Guerra Civil. Lo más interesante es su bella portada románica, que remata en su tímpano con un medallón totalmente renacentista.
Prácticamente de frente a la portada de la iglesia de Santiago, sale la calle que nos lleva a la Casa del Doncel o el Palacio de los Marqueses de Bédmar. El famoso personaje medieval, que llevó el nombre de la localidad más allá de nuestras fronteras. Actualmente la casa es un espacio museístico en el que se pueden ver algunos restos de la antigua casa, como un gran arco con decoración mozárabe con yeserías, algo único que ver en Sigüenza y en nuestro país.
Frente a la casa del Doncel se abre una bonita plaza medieval y junto a ella otra de las iglesias de la época, la de San Vicente Mártir. En ella también se puede admirar una bonita portada. La iglesia es de pequeñas dimensiones y no tiene nada de especial, pero no está de más una breve visita.
Ante de adentrarnos en el corazón de Sigüenza no podemos dejar de mencionar la muralla, ya que la antigua ciudad de Sigüenza estaba completamente amurallada, por lo que todavía se pueden admirar los restos de los lienzos las murallas y algunas de las puertas de entrada a la ciudad. No diríamos toda la verdad al hablar de la muralla de Sigüenza si no dijéramos que en realidad fueron tres los cercos defensivos que hubo en ella, dos de las murallas son de época medieval y la última ya renacentista debido al crecimiento de la localidad en está época e incluso en época posterior. Como os decía, podéis ver muchos de los lienzos de la muralla y algunas de las puertas de época medieval como la Puerta del Sol y el Arco del Portal Mayor.
La catedral de Sigüenza
Entre los imprescindibles que ver en Sigüenza en una escapada está su magnífica catedral, de origen medieval. Se trata de un templo de grandes dimensiones cuya visita es inevitable si eres un amante del arte y de la historia. Te aconsejo que hagas la visita guiada, el guía que nos enseñó la catedral nos hizo realmente amena e interesante la visita, aunque también disponen de audio guías, que he tomado en alguna otra ocasión. Es un complejo muy grande y con mucha información que merece estar bien explicada.
La catedral es imponente con una sobria fachada enmarcada por dos grandes torres deja su belleza para el interior. Aunque el inicio de su construcción data del siglo XII, el edificio tuvo varias fases y se alargó en los siguientes siglos. La planta de la catedral es de cruz latina, con tres majestuosas naves, separadas por altísimos pilares y cubiertas por las típicas bóvedas de crucería del siglo XVI.
Durante la visita conocimos algunas de las capillas más importantes de la catedral, también la sacristía con sus miles de cabezas. A mí me interesó especialmente este lugar, porque las cabezas son en gran parte medallones que parecen sacados de un libro de medallas o de hombres ilustres propio del siglo XVI (cuñita histórica de tesis doctoral…). Esta Sacristía de las Cabezas es fruto de la imaginación de Alonso Covarrubias y es, sin duda, una de las obras de decoración renacentista más importantes y desconocidas de nuestro país.
Por supuesto, no puede faltar en la visita a la catedral el sepulcro del famoso Doncel de Sigüenza, Martín Vázquez de Arce, una escultura fundamental para conocer el siglo XV y de autor anónimo que representa a este joven doncel leyendo y ataviado con atuendos de caballero, ya que el joven muchacho murió en la batalla de Granada.
También es visitable el claustro, cuyos vanos están decorados por rejas, algo muy poco habitual ya que no era la función de esta cubrir las aperturas de estos patios. Al rededor del claustro se sitúan algunas salas que forman el museo episcopal de la ciudad, entre las obras destaca un buen conjunto de tapices.
Qué ver en la Sigüenza renacentista y barroca
Los siglos pasaban en esta ciudad y los habitantes quisieron dejar sus huellas construyendo diferentes palacios y casas nobiliarias en la época renacentista. En el final del siglo XV el Cardenal Mendoza decidió abrir uno de los laterales de la Catedral, para crear un espacio mucho más amplio. Así fue como se gestó la Plaza Mayor de Sigüenza, sobre la que se extendieron y edificaron algunas casas nobiliarias como la casa del Mirador o la de la Contaduría. También se sitúa en la plaza Mayor el ayuntamiento, asentado en un edificio del siglo XVI, el Palacio de los Deanes.
Está intención constructora y urbanística del Cardenal Mendoza fue continuada por sus sucesores, que intentaron seguir con las ideas edificadoras de este y así se construyó el llamado barrio humanista a partir del año 1500. Entre estas calles se encuentran algunos restos más del siglo XVI, entre ellos la portada de estilo plateresco de uno de los antiguos palacios de la ciudad, que ha llegado a nuestros días prácticamente en ruinas (en la Calle del Cardenal Mendoza).
En la parte baja de la ciudad, cerca de la vega del río, se encuentra la iglesia renacentista de Santa María de los Huertos. Es la típica iglesia edificada todavía en estilo gótico pero con decoración renacentista. Fue durante muchos años el lugar donde se daba sepultura a los pobres y enfermos que fallecían en el hospital de la localidad. Otro de los templos más bellos de Sigüenza es la Iglesia del de la Vera Cruz, dentro del monasterio de las Ursulinas, que pertenece ya al siglo XII. Su preciosa fachada me recordó especialmente algunas iglesias de Roma, con esos juegos de contrastes de luz que generan las portadas cóncavas y convexas.
Cerca de Sigüenza
Además de ser uno de los pueblos más bonitos de España en una escapada a Sigüenza también podéis encontrar algunos lugares muy interesantes como:
- Atienza, otro de los pueblos medievales más bonitos de Guadalajara, podéis echar un vistazo al post que le dedicamos en el blog.
- Palazuelos, muy pequeño pero con mucho encanto, solo tienes que cruzar la puerta de su muralla para darte cuenta de la tranquilidad que inspira, además tiene un castillo medieval, no visitable eso sí ya que está en manos privadas.
- Carabias con su preciosa iglesia románica, que es uno de los mejores ejemplos del románico de la zona.
- Salinas de Imón, unas salinas de producción de sal abandonadas pero que cuentan con unos paisajes increíbles a la caída de la tarde.
- Parque Natural del Barranco del río Dulce, con un centro de Interpretación y preciosos miradores sobre el cañón del río.
Comer en Sigüenza
Sigüenza se come muy muy bien, de hecho ha tenido incluso restaurantes con estrellas michelín. Uno de ellos el Molino de Alcuneza a unos 10 kilómetros de Sigüenza. Pero también tenéis un montón de opciones, la primera vez que fui estuvimos en un restaurante medieval del que guardo un recuerdo ¡único y que por desgracia cerró, era muy original, que pena que ya no se pueda comer allí.
Si vais de tapas, tenéis el gastro bar La Alameda, en la zona baja del pueblo, justo en la zona de la Alameda hay varios restaurantes de tapas y antiguamente se encontraba el restaurante el Doncel. Digo antiguamente porque no estoy segura de que todavía esté abierto, ya que he visto que se encuentra temporalmente cerrado.
Si queréis un sitio típico donde se come muy bien, ese es el Asador Medieval en la zona de la Puerta Nueva de las murallas, y sí ,allí encontraréis los típicos asados de lechazo castellano, que hemos probados y damos fe de que están muy bien, chuletones, migas, etc… Muy importante, se suele poner hasta arriba, o sea que mejor si reserváis no hagáis como nosotros la última vez que tuvimos suerte pero estuvimos a punto de no comer.
Y justo frente al Asador Medieval hay un restaurante que me encanta y que tiene un concepto totalmente diferente, que ese la Taberna Rompeculos. Una taberna gastro vanguardista que hace unos platos para chuparse los dedos, carpaccio, alcachofas… de verdad, nos gustó mucho.
Dormir en Sigüenza
He estado en varias ocasiones alojada en Sigüenza y en todas ellas he estado muy cómoda con estancias muy agradables. También me he alojado en algunos otros pueblos, cerca de Sigüenza, como Atienza, pero si queréis estar en el centro urbano os recomiendo estos dos alojamientos.
El Parador de Turismo en está en el castillo, tuve la suerte de encontrar una super oferta, antes del covid en el que se incluía también el desayuno y nos encantó la estancia. Es un parador con una decoración muy tradicional, castellana, que emula en cierto modo lo que era una castillo medieval. En él, incluso, os podéis encontrar caballeros con sus atuendos. Por supuesto, el desayuno se realiza en una de las salas históricas del castillo y tiene unas vistas espectaculares.
Otro de mis alojamientos en Sigüenza fue la casa – hotel Rural el Arrabal de Sigüenza, que por cierto tiene unos dueños que son un encanto y si lo miráis en booking veréis la puntuación que tiene… Está en la parte baja del pueblo, nada, a cuatro pasos de cualquier sitio y tiene poquitas habitaciones. En la parte baja tiene un patio para el buen tiempo, pero lo que nos encantó y nos pareció un auténtico amor fue la chimenea crepitante, los sofás frente a ella, que por las tardes de frío cuando vuelves, es una auténtico lujo.