Mirian Gonzalo La Selva negra es una de la zonas con los paisajes más bonitos de Alemania. Además, es un sitio perfecto para una escapada veraniega, lejos del calor de otras partes de Europa. Si estás pensando en hacer unas vacaciones o una escapada, te contamos algunos de sus imprescindibles para que la recorras y disfrutes de los encantos naturales que ofrece. ¿Te vienes a descubrir qué ver en la Selva Negra? Y, por supuesto, un consejo, disfruta de sus maravillosos colores en varios momentos del año.
La Selva negra qué ver: paisajes, lagos y cascadas
La Selva Negra está situada en el suroeste de Alemania, en la región de Baden-Wurtemberg. Se encuentra muy cerca de Suiza, por lo que incluso puedes volar al aeropuerto de Basilea, en la parte sur, y, por supuesto, en el norte a Stuttgart.
Si te estás preguntando de dónde viene el nombre de la Selva Negra, te lo contamos, este nombre viene de la densidad de sus bosques que la hacen un espacio con una flora imponente. Además de volar hasta alguno de los aeropuertos cercanos, también puedes viajar hasta la ciudad más cercana: Friburgo, y desde allí acceder en coche al resto de los lugares. Sobre ella, te hablamos en un post, pero también te queremos dejar una breve reseña abajo. Y, aunque queda un poquito más lejos también es una buena es una buena excursión desde lugares como Nuremberg o Munich.
Cascada Todnau
Entre las cosas que ver en la Selva Negra, podemos empezar por la cascada de Todnau que se encuentra a 30 kms de Friburgo. Es la cascada natural más grande de Alemania. Tiene 97 metros. La cascada está dividida en varios saltos con diversos puentes para disfrutar de las vistas. El paseo por la naturaleza para visitarlas es realmente precioso sobre todo si acompaña un poco de sol.
Sankt Blasien
Desde esta magnífica cascada puedes visitar el pueblecito de Sankt Blasien. Uno de los puntos lugares de interés turístico que visitar es su catedral, construida en el siglo XVIII, con una cúpula de 64 metros considerada una de las más grandes de Europa e inspirada en el Panteón de Roma. Allí te encontrarás también con un monasterio benedictino que data del siglo IX y que se encuentra dentro de un hermoso parque. Hoy en día el monasterio es un colegio con un internado mixto.
Cascadas Triberg
Otras de las cascadas más famosas de la Selva negra y que se encuentran a una hora al norte de St Blasien son las Cascadas de Triberg. Siguiendo un paseo muy bien señalizado a través del bosque, descubrimos esta cascada espectacular. La cascada tiene hasta 7 niveles diferentes. Sin duda el paseo para visitarlas es lo que má vale la pena por su flora y fauna, como las ardillas que vas viendo por el camino.
Relojes de cuco: Schonachbach
En esta misma zona se halla otra de las atracciones de la Selva Negra: lo relojes de cuco. Los relojes de cuco, que existen desde el siglo XVII, ganaron popularidad en el siglo XVIII en la Selva Negra por sus minuciosas decoraciones talladas a mano. Sin embargo, el famoso cuco con su característico sonido no apareció hasta el siglo XIX.
En el parque de relojes Schonachbach tenemos el reloj de cuco más grande del mundo con un péndulo de unos 100 kilogramos de peso. ¡Qué barbaridad! Otros tres relojes que visitar en los alrededores son los de Schonach, Niederwasser (Hornberg) y Höllsteig (Breitnau). Vale la pena asistir al espectáculo de esperar salir al cuco y los bailes de las figuras que forman parte del reloj.
Lago Titisee
Una de las visitas imprescindibles que ver en la Selva Negra es el lago Titisee (o Titi). Se trata del lago más grande de la Selva Negra. Al encontrarse a 850 metros de altura, también es uno de los más altos de Alemania. Hasta hace 100 años contaba con un par de granjas en sus alrededores, hoy en día es una zona muy turística, convertida en una estación climática de montaña. Al encontrarse tan cercano a la frontera Suiza, recomendamos también visitar otras ciudades y pueblitos que se encuentran en el país vecino.
Cataratas de Schaffhausen o del Tin
Las cataratas de Schaffhausen o del Rin, son, sin lugar a dudas uno de los lugares que no te deberías perder en la Selva Negra. Están situadas en la localidad de Schaffhausen, al norte del cantón alemán de Suiza. Tienen 23 metros de altura y 13 metros de profundidad. Se puede llegar muy fácilmente en transporte público desde Zurich, ya que se encuentran tan sólo a 50 kilómetros. Una de las mejores cosas que se puede ver en la Selva Negra son los miradores de estas cascadas. Además, son muy accesibles a través de un cómodo paseo, donde se pueden ver las cataratas desde varios puntos.
Lago Costanza
A 30 minutos pero en Alemania, se encuentra el lago de Constanza en la ciudad con el mismo nombre. El enorme lago de Contanza (en alemán Bodensee) que se encuentra entre Alemania, Austria y Suiza, tiene unas vistas increíbles desde la ciudad de Constanza. Posee el puerto más grande del lago y la curiosa estatua de Imperia de 1993. Esta estatua giratoria de 9 metros de altura representa una mujer sensual con un gran escote y que sostiene en las manos a dos hombres desnudos: uno con la corona del emperador y el otro con el globo imperial.
La ciudad de Constanza, ciudad más grande del lago, es una ciudad donde se puede dar un agradable paseo para visitar sus edificios y monumento medievales. A través de sus calles, podemos ver bonitos edificios con pinturas en sus fachadas y donde aparece el año de construcción.
Posee la iglesia más antigua, la iglesia de San Esteban que data del siglo XII. Cuenta asimismo con la Catedral de nuestra Señora con una cripta románica del siglo XI, y con restos de una fortaleza romana y dos torres. Después de visitar todos estos paisaje increíbles, no te puedes olvidar de probar la tarta de la Selva Negra que está hecha a base de bizcocho de chocolate, nata y cerezas. Lleva el licor Kirsch que es el tipico licor de cerezas de la Selva Negra.
Friburgo: la entrada a la Selva Negra
Si todavía tienes tiempo, no lo dudes, entre las cosas qué ver en la Selva Negra está Friburgo de Brisgovia. Se trata de una pequeña y agradable ciudad, con mucho movimiento y donde, además, se come muy bien. Tiene un centro histórico muy interesante con su bonita catedral y algunas calles empedradas que suelen estar muy animadas. Además, está cerca de otras ciudades como Basilea, ya en Suiza y Colmar en Francia.
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