Qué ver en Alba de Tormes durante un día
Alba de Tormes un poco de historia
La historia de la villa de Alba de Tormes se remonta incluso a la época de los vacceos, momento en el que ya había un castro situado en la zona. Por supuesto, también hay romanización en la zona, aunque apenas quedan restos de esta, más allá de algunas piedras que configuraban la calzada romana en la zona del Pinar de Alba. Como toda la península, llegaron los musulmanes que dominaron esta comarca. En el siglo XII, época de reconquista y, exactamente en 1140, el rey Alfonso VII de León otorgó el fuero a la villa dándole de esta forma la capacidad para el gobierno propio.
Durante la época medieval Alba de Tormes se convirtió en señorío y posteriormente condado. En el inicio del siglo XV se concedió a la familia Álvarez de Toledo el señorío de la ciudad que desde entonces quedó ligada a la Casa de Alba. Los Alba se convirtieron primero en condes y en 1472 en Duques de la Villa, protagonizando algunos de ellos hechos fundamentales no solo en la vida de la villa sino en la de España.
Sin duda, el Ducado de Alba, dio esplendor a la villa durante varios siglos. El castillo del que se conserva el Torreón, fue originalmente una construcción medieval, que dio paso poco a poco a un magnífico palacio renacentista, del que incluso se sabe que tuvo un precioso patio con galerías de arcos de medio punto y medallones en sus enjutas. El único recuerdo del famoso palacio de los Duques de Alba, es actualmente la torre del homenaje, una imponente construcción de piedra, maciza y con una decoración de frescos históricos del siglo XVI en su interior. La torre, junto con sus alrededores aún en estudio, es visitable y merece la pena hacerlo para conocer el pasado de la villa.
La localidad tuvo en su día murallas, de las que tan solo se conserva un torreón como muestra de la importancia que la villa tenía ya desde época antigua. Dicha importancia, en parte, se debió a ser un centro de comercio dentro de la Ruta de la Plata, el Puente de entrada a la villa recuerda aquellos días de mercados y mercancías. Por Alba de Tormes pasaron numerosas figuraras insignes y representativas de la vida social, cultural y religiosa de siglos atrás. La figura y presencia de Santa Teresa de Jesús, abulense de cuna y prácticamente albense de corazón, inunda las calles y la espiritualidad de Alba de Tormes.
Pero, además de Santa Teresa, tuvo ilustres vecinos la villa, por supuesto la familia de los Álvarez de Toledo, duques de Alba y personajes insignes como el obispo Juan Álvarez de Toledo. Pero también algunos literatos como el mismísimo Lope de Vega, Garcilaso de la Vega o el escritor Luis Bello, que nació en Alba en el siglo XIX.
Principales monumentos de Alba de Tormes
El Torreón del Castillo de los Duques de Alba
Como decía el Torreón de los Duques de Alba es uno de los lugares que ver en Alba de Tormes. Es sin duda, símbolo de la ciudad y uno de los edificios históricos más significativos de esta. Es el recuerdo de un gran palacio del que se han recuperado pocas estructuras desde los años 90, pero que los grabados y la historia nos cuenta que debió ser impresionante.
El gran torreón guarda en su interior una auténtica maravilla renacentista, los frescos realizados por Cristobal Passini, artista italiano y que representan las batallas en las que el Gran Duque de Alba participó junto al Emperador Carlos V. En el Torreón se ofrece una interesante visita guiada en la que os cuentan el devenir del castillo y como fue asaltado durante tres duros años por las tropas de Napoleón durante la guerra de la Independencia en el inicio del siglo XIX. No os perdáis las vistas que hay desde lo alto del castillo, a donde se accede por las escaleras de la parte trasera.
Convento de las Isabeles
Monasterio de las Dueñas de Santa María
Frente al convento de las Isabeles se encuentra el monasterio de las Dueñas de Santa María, también conocidas como las Madres Benedictinas. Este convento conserva una sobria fachada de piedra, escuetamente decorada, que da acceso a la iglesia.
Otro convento emblemático ya que en el se encuentran los restos de la venerada santa abulense es el de las Madres Carmelitas. El monasterio está dedicado a la Anunciación de Nuestra Señora y fue fundado por Santa Teresa en el siglo XVI. De la época se conserva una típica portada renacentista salmantina con medallones en las enjutas y un bonito arco de medio punto (1570), además de la capilla mayor en cuya obra trabajó Rodrigo Gil de Hontañon. La iglesia se construyó en diversas fases, a lo largo de varios siglos. De gran importancia histórica este Monasterio alberga los restos de la Santa, además de la celda donde pasó sus últimos días. En la actualidad se ha creado un pequeño museo que hace un recorrido por la vida de la Santa.
Carmus: Museo Carmelitano Teresa de Jesús y Convento de las Madres
Uno de los lugares más interesantes y de actual creación en Alba de Tormes es el espacio Carmus: Museo Carmelitano Teresa de Jesús. Se encuentra en un edificio adyacente al monasterio y es una verdadera joya. Estuve hace un par de años y es uno de los mejores museos de la provincia, gracias a su reciente creación tiene un aspecto museístico muy moderno. La colección está inspirada en la vida de Santa Teresa y en su época, en ella se insertan diversas obras de arte, pintura, escultura, etc. También hay objetos de la vida religiosa y de la vida cotidiana. Es un lugar francamente interesante, en el recorrido se puede acceder al camarín de la iglesia del Convento de las Madres Carmelitas, donde se sitúan las reliquias de la Santa.
Iglesia de Santiago (mudejar)
En esta ruta de edificios de carácter religioso no podemos olvidar las iglesias de Santiago y San Juan, dos buenos exponentes del románico en la provincia de Salamanca. La iglesia de Santiago data del siglo XII, aunque no está muy claro si pudo ser construida en el anterior. Tiene un precioso y típico ábside románico con varias series de arcos decorativos de medio punto. Esta iglesia, además de ser una de las mejores cosas que ver en Alba de Tormes, es la que más historia concentra del municipio. Se encontraba en la zona habitada por judios y moriscos y por ello, es una buena representante del arte mudejar en la provincia de Salamanca. Fue el lugar de enterramiento de un personaje tan conocido como la primera mujer de Lope de Vega, Isabel de Urbina, que en la época (final del siglo XVI) vivía en la villa.
La Iglesia de San Juan, al lado de la Plaza Mayor, es una de las más bellas de Salamanca. Además de una cabecera románica muy similar a la de Santiago destaca por el conjunto escultórico que se encuentra en su interior. El apostolado de la iglesia de San Juan es una de las obras de escultura románica que mejor se conserva en España. Su origen se remonta al siglo XII y en ella se representan a lohs apóstoles en semicírculo rodeando a Jesucristo. La ubicación original de esta obra era la portada de la iglesia, aunque hay dudas sobre ello, es la hipótesis más difundida. El conjunto presenta las características típicas de la escultura románica, figuras sedentes, hieráticas con la mirada al frente y cromatismo que todavía hoy se conserva.
Museo de la Alfarería albense
Basílica de Alba de Tormes
Centro histórico: Plaza Mayor y Calle Juderías
Además de todos estos edificios, la visita a la villa se completa con un paseo por la Plaza Mayor, una plaza porticada con bonitos soportales y una gran fuente en el centro. Siempre me han gustado mucho algunos de los edificios de esta plaza, con grandes columnas de hierro y con un aire modernista sin dejar de lado la sencillez de las formas y la decoración. No muy lejos de la Plaza Mayor se encuentra una de las calles más bonitas y con más historia de la villa, la calle de las Juderías, obviamente de origen medieval, nos cuenta la importancia cultural que tuvo la localidad a lo largo de la historia.
Un último y desgraciado apunte, en Alba de Tormes existió durante mi adolescencia, la casa donde vivió Lope de Vega durante su destierro. Varios de los años que el autor pasó en el destierro estuvo residiendo en Alba de Tormes, años muy fecundos en cuanto a su obra se refiere. La supuesta casa donde residió este ilustre vecino de la villa entre 1591 y 1595 fue demolida en el año 2004, una auténtica pena.
Datos prácticos
Dónde comer en Alba de Tormes
Cómo llegar a Alba de Tormes
Alba de Tormes se encuentra muy cerca de Salamanca a unos 20 minutos en coche, que es lo que se tarda en recorrer los 20 kilómetros que hay entre ellas. Desde Salamanca se puede ir a través de la CL-510. Si vienes de Madrid por la autovía que une Ávila con Salamanca, tendrás que tomar el desvío hacia Peñaranda de Bracamonte y desde allí tomar la provincial SA-114 (unos 30 kilómetros desde allí):
Para llegar a Alba de Tormes desde la capital también es posible tomar autobuses de línea regular de la compañía Moreno de Vega. Que parten y llegan a la estación de autobuses de Salamanca.