La provincia de Salamanca es una de esas provincias españolas llenas de lugares con encanto y totalmente desconocidos o con muy poco turismo. La famosa España vaciada, tan en boga en los últimos tiempos, tiene en algunas zonas salmantinas dignas de visitar y ser conocidas. Un viaje a través de algunos de los lugares históricos más antiguos de Salamanca, sitios que han quedado prácticamente olvidados y otros que están dinamizando su patrimonio. Nos vamos a descubrir los sitios más desconocidos de Salamanca ¿te vienes?
Los sitios más desconocidos de Salamanca que deberías descubrir
El Castro de Yecla la Vieja o de Yeltes
Yecla de Yeltes es un pequeño municipio, con menos de 250 habitantes, que se encuentra a unos 75 kilómetros de la capital. Sin embargo, allí se encuentra una de las construcciones más antiguas de la provincia, escondida entre peñas, rocas y maleza. Se trata del Castro El Castillo, una gran plataforma rodeada por una muralla de granito que data de la Edad del Hierro cuando los vetones (celtas) ocupaban estas tierras. Su datación se remonta al siglo V antes de Cristo, aunque su uso continuará durante la época romana y posteriormente en la edad media.
Es un recinto arqueológico abierto que no tiene demasiados cuidados, aunque habría que protegerlo. En él se encuentran algunos petroglifos con decoración de animales como caballos o formas antropomorfas. El castro es visitable, puedes recorrer toda su magnífica mural que tiene seis metros de altura y varios metros de grosor. Además, en el pueblo de Yecla de Yeltes se encuentra el museo dedicado al Castro con piezas encontradas en el mismo y toda la información histórica sobre uno de los sitios más desconocidos en Salamanca.
Por supuesto, este no es el único ejemplo de castro vetón que se localiza en la zona de Vitigudino y Lumbrales, también puedes visitar el Castro de Las Merchanas, que es incluso más grande que el de Yecla o el de El Castillo de Saldeana. Los tres forman el conjunto de grandes castros defensivos de la zona del Huebra y los Arribes en Salamanca. Existen otros castros menores en la provincia como el de Saldañuela en la zona de Bermellar, el de Lerilla en Zamarra y el de Irueña en Fuenteguinaldo.
Salvatierra de Tormes
Salvatierra de Tormes no es solo uno de los sitios más desconocidos de Salamanca, si no uno de los pueblos despoblados en las últimas décadas. Tiene un aspecto fantasmal incluso, ya que muestra sin rubor muchos de los esqueletos de las antiguas viviendas de sus moradores. No tiene más de 75 habitantes en la actualidad y, sin embargo, fue un lugar con cierta relevancia en la época medieval y tras la Reconquista de la zona. Tan solo dista 40 kilómetros desde Salamanca y se encuentra muy cera de Guijuelo en la orilla del Embales de Santa Teresa.
La presencia de un núcleo habitado en esta zona se remonta a la época visigoda y de los romanos, aunque el yacimiento queda hoy bajo el pantano de Santa Teresa. En el inicio del siglo XIII se creó el concejo de Salvatierra, durante la época de la reconquista y repoblación. La villa entró a formar parte de las tierras de los señores de Alba de Tormes, se construyó en esa época una muralla defensiva y el castillo, del que hoy solo quedan algunos restos de muros y torres. Lo peor en la historia del municipio llegó a mediados del siglo XX cuando se construyó el embalse de Santa Teresa que amenazó con engullir completamente el pueblo. Aunque finalmente no lo hizo si que terminó con muchas de sus tierras dedicadas a la agricultura y ganadería propiciando así que muchos de sus habitantes se marchasen y dejasen sus viviendas.
Por ello, si hoy visitas este pueblo te encontrarás ese aspecto un tanto fantasmal, como si hubiese salido de una novela romántica que no es más que la pena de la España vaciada. No te pierdas este pueblito salmantino donde se respira una completa paz y tranquilidad a orillas del gran pantano.
Canchal de las Cabras Pintadas
En pleno Valle de las Batuecas, justo en la frontera con la provincia de Cáceres, más allá de la Sierra de Francia se encuentra uno de los sitios más desconocidos de Salamanca y relamente únicos. El Canchal de las Cabras pintadas es una gran pared con pinturas rupestres de tipo esquemático que son la huella de la presencia de humanos en esta zona miles de años atrás, en la época Neolítica.
La zona del Canchal de las Cabras es accesible a través de una bonita ruta de senderismo en las orilla del río Batuecas, dentro del Valle homónimo. La ruta inicia en el Monasterio del Santo Desierto de San José de las Batuecas, que pertenece a la orden de los Carmelitas Descalzoas. Un poco antes del Monasterio podrás dejar el coche en alguno de los parkings acondicionados para ello. Y sí, el Canchal de las Cabras Pintadas está muy cerca de La Alberca, puedes visitarlo si pasas por allí.
Monleón
Monleón, siempre lo digo, es uno de mis lugares preferidos de la provincia de Salamanca. Me gusta mucho porque además está muy cerca del pueblo de mi madre y he ido mucho por allí. Es un pueblo muy pequeño pero con una historia muy grande, un impresionante castillo y algunos restos impresionantes de la villa medieval que fue como sus puertas.
Monleón fue una importante villa medieval relacionada incluso, con el mismísimo rey Fernando el Católico. De esa época data la construcción del castillo. No me extenderé sobre el mismo porque ya os he contado muchas cosas sobre qué ver en Monleón en el post dedicado a este otro de los sitios más desconocidos en Salamanca.
Ledesma
Entre los pueblos más bonitos de la provincia está la preciosa villa medieval de Ledesma. No es que sea en este caso uno de los sitios más desconocidos de Salamanca ya que tiene un famoso balneario muy cerca y bastantes visitantes que llegan a él todos los años. Sin embargo, creo que es uno de los lugares que hay que descubrir porque no ha sido puesto suficientemente en valor por las instituciones. Ledesma es un municipio precioso, situado en una pequeña loma a orillas del río Tormes.
El origen del pueblo se remonta, como buena parte de la zona, a la época vetona. Tras la dominación musulmana, durante la reconquista quedó totalmente en manos de los reyes de León, Alfonso VI, en el siglo XII. De su pasado medieval perviven todavía hoy algunas huellas y construcciones, esta villa está sembrada de casas blasonadas y casonas, monasterios e iglesias y, sobre todo, su castillo y sus murallas. Todo esto te lo cuento en un post sobre qué ver en Ledesma, lugar al que vuelvo de vez en cuando porque realmente me gusta mucho y creo que deberías conocerla.
Castillo de Santa Cruz (Navagallega-Las Veguillas)
El castillo de Santa Cruz entre Navagallega y Las Veguillas es uno de los sitios más desconocidos de Salamanca incluso para los salmantinos. En mi familia siempre se ha llamado el Castillo de la Mora y se contaba de él que había sido la residencia de una joven musulmana siglos atrás. En la leyenda de este sitio, fiabilidad la que queráis darle a la historia que contaba mi familia, se encontraba debajo del castillo un gran túnel que unía con una pequeña charca que está por debajo del castillo la Fuente de la Mora.
De lo que sí tenemos certeza, gracias a Ramón Grande del Brío, que fue profesor mío en la facultad de Geografía e Historia, es que este castillo se remonta a época vetona ya que en este lugar habría un castro. Sobre él se asentaría alguna construcción romana y posteriormente una edificación medieval en la época de la repoblación con la llegada de Ramiro II de León. Por desgracia en la actualidad aunque se puede llegar y visitar fácilmente el castillo está totalmente en ruinas y tan solo restan algunos de sus muros.
Si subís hasta lo alto del castillo, no os lo recomiendo en agosto ya que es un camino absolutamente lleno de moscas y cuando digo lleno de moscas es completamente lleno de moscas, encontraréis unas bonitas vistas del campo charro y de las de esas cercanas al pueblo de las veguillas (que es el de mis abuelos y mi madre). Por desgracia, su mal estado de conservación lo ha llevado a formar parte de la lista roja de patrimonio. Es decir, se trata de un lugar totalmente en riesgo. No confundáis este lugar con la Cueva de la Mora de Navarredonda de la Rinconada que probablemente tiene también mucho de leyenda y mito.
¿Qué te parece este recorrido por algunos de los sitios más desconocidos de Salamanca? Hay muchísimos lugares por descubir en la provincia, algunos rincones únicos llenos de belleza y con muy poco turismo que merece la pena visitar.