La Gran Vía de Madrid es, sin lugar a duda, la calle más icónica, simbólica y representativa de la capital de España. Siempre abarrotada de gente, como una arteria central que transporta vida a través de los lugares más céntricos de la ciudad, en ella comparten espacio las tiendas más molonas, con terrazas de moda y, sobre todo, edificios muy interesantes a nivel arquitectónico e histórico. Hoy damos un paseo un tanto especial por la Gran Vía de Madrid, una calle muy especial.
*Gracias Héctor por tus explicaciones
Un paseo por la arquitectura en la Gran Vía de Madrid
La historia resumida de la Gran Vía de Madrid
La idea de dinamizar y modernizar una ciudad que estaba creciendo a través de una mejora en la estructura urbana surge ya en el final del siglo XIX. Eran muchos los motivos por los que crear un eje transversal entre la Plaza de España y la Puerta de Alcalá empezó a calar en el espíritu de las instituciones madrileñas. Así, con esta idea de mejorar el tráfico y la comunicación entre las diferentes zonas de Madrid se empiezan a recibir proyectos urbanísticos y de acondicionamiento en el Ayuntamiento, en aquel momento regido por el Conde de Romanones (1.898).
Pero no será hasta 1910 cuando empiecen las obras de la Gran Vía de Madrid, bajo el mandato de José Francos Rodriguez (el alcalde) y con el proyecto dirigido por José López Sallaberry y Francisco Andrés Octavio. La gran obra comenzó con el derribo de diversos edificios anteriores, más de 300 casas, bodegas artesanas, comercios y 14 calles… Imaginad la empresa que había que abordar en aquel momento. Para organizar todas estas obras se decidió que la construcción y ejecución de ellas se distribuyese en tres fases.
La primera parte de la construcción, primera fase, se inició en 1910 y duró hasta 1917. El comienzo de la obra se realizó en la parte de Alcalá, desde allí se sucedieron los derribos hasta la Red de San Luis. Cuentan que fue el mismísimo rey Alfonso XIII acompañado de su esposa Victoria Eugenia de Battenberg quien comenzó la demolición a pico y pala, demos un poco de fantasía…
La última y tercera fase ocupó el resto del espacio, es decir, desde Callao hasta la plaza de España. Se inició entre 1925-26 y la mitad de siglo, ya que, como todos sabemos hubo muchos acontecimientos políticos en esos años. Antes de la Guerra ya lucían en la Gran Vía de Madrid sus escenarios, teatros y oferta cultural, sin embargo, no se libró ni ella de los bombardeos y efectos de la Guerra Civil.
Los efectos de la Guerra llevaron a que en los años inmediatamente posteriores se acomentieran diversas obras de restauración, reconstrucción y consolidación. A partir del final de la Dictadura y con la llegada de la Movida Madrileña la Gran Vía se convirtió en una calle fundamental en la idiosincrasia del Madrid de los ochenta.
Edificios históricos de la Gran Vía
Edificio Metrópolis
El Edificio Metrópolis es uno de los más emblemáticos en la Gran Vía. En primer lugar porque fue el primero que se proyecto y se construyó entre 1907 y 1910 bajo la dirección de proyecto de dos arquitectos franceses Raymond y Jules Février. Finalmente la construcción se realizó bajo la supervisión de Luis Esteve Fernández-Caballero. El edificio se dedicaría a albergar la sede la compañía La Unión y el Fénix, una aseguradora fruto de la fusión de dos anteriores.
Se ubica en la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía, justo en el inicio de esta y fruto de la primera fase de la obra. Lo más característico de este edificio es su estilo mixto o ecléctico que combina elementos de la arquitectura francesa, neobarroca y modernista. Llama la atención su planta, condicionada por el edificio anterior “la casa ataud” por su estrecha fachada. Sin embargo, la solución para esa estrecha esquina fue simplemente espectacular con una especie de rotonda que termina en una magnífica cúpula.
Una curiosidad, la estatua que corona la cúpula de este edificio no es la original, ya que cuando el edificio fue vendido por parte de la compañía aseguradora se llevaron la primira. Actualmente la estatua es una Nike, o Victoria alada. La original que era un Fénix está dentro del jardín del edificio de la compañía Mutua Madrileña también en Madrid.
Edificio Grassy
Justo a continuación del Edificio Metrópolis en el número 1 de la Gran Vía de Madrid se encuentra el Edificio Grassy. Muy original y característico también por su forma redondeada en el chaflán entre la Gran Vía y la Calle del Caballero de Gracia. El edificio se construye en 1915 dentro, también, de la primera fase de la realización de las obras.
Lo más llamativo es su forma circular en el chaflán y el cerramiento superior a modo de galería hecha templete en su parte superior. El edificio fue concebido para albergar algunas viviendas y en la parte inferior se instaló ya en los años cincuenta la relojería Grassy.
Edificio Gran Peña
Otro edificio de la primera fase de la Gran Vía de Madrid es este de la Sociedad Gran Peña. Se trataba de una especie de institución privada creada por militares españles muy en relación con la Monarquía desde el siglo XIX. Funcionaban, en cierto manera, a modo de casino social, y para ello se determinó la construcción de un edificios en el que estuviera su sede, algunas viviendas y oficinas. El periodo en el que se inscriben las obras es entre 1914 y 1916, gracias a los arquitectos Eduardo Gambra Sanz y Antonio de Zumárraga Egozcúe. En la actualidad alberga un hotel de la maravillosa cadena The Principal y el restaurante El Ático, con una terrazza….
Oratorio del Caballero de Gracia
El Oratorio del Caballero de Gracia es, probablemente, uno de los edificios más extraños de la Gran Vía y que más pasa desapercibido aunque tiene algunos elementos arquitectónicos muy curiosos. El edificio original era del siglo XVII, aunque en el XVIII sufrió modificaciones gracias a la intervención del arquitecto Juan de Villanueva. La fachada que da a la calle Caballero de Gracia es del inicio del siglo XIX, aunque había sido proyectada en el XVIII.
Durante las obras de construcción de la Gran Vía de Madrid tuvo de nuevo modificaciones en la estructura de sus estancias. En esta época se llevó a cabo la fachada que da justamente a Gran Vía. El interior también ha tenido numerosos cambios, algunos como los de Chueca Goitia en los años 70 o Javier Feduchi en los 90. Por cierto, este edificio es un BIC, o sea, un Bien de Interés Cultural y, por lo tanto, está protegido.
Edificio Telefónica
El Edificio de la compañía Telefónica Nacional de España es uno de los más imponentes de la Gran Vía, con su gran altura y tamaño llama la atención de aquellos que llegan a la plaza de la Calle Montera y la Calle Fuencarral. De este edificio se dice que es el primer rascacielos español y no hay duda de que tiene ciertas similitudes con la arquitectura en Chicago, por poner un ejemplo, siguiendo la moda americana en la construcción del final del siglo XIX y principios del XX.
Aunque sus obras iniciaron en 1924, el grueso de su construcción se llevó a cabo entre 1926 y 1930, bajo el diseño y dirección del arquitecto español Ignacio de Cárdenas Pastor. Por desgracia, las dimensiones de este edificio hicieron que durante a Guerra Civil fuera objetivo y a la vez refugio de algunos madrileños que intentaban estar a salvo de bombardeos y desastres varios. En la actualidad, el edificio sigue perteneciendo a la compañía Telefónica y ocupan sus espacios las exposiciones y actividades culturales de la Fundación telefónica.
Edificio Carrión
Aunque es uno de los más conocidos de la Gran Vía de Madrid, si simplemente mencionas su nombre: Edificio Carrion, probablemente no te dice nada. Pero si te digo que es el edificio del cartel de Schweppes ya es otra cosa… El mecenas de este edificio el Marqués de Melín promovió un concurso en 1929 para su construcción aunque finalmente fue anulado y se eligió a Enrique Carrión para pergeñar la obra.
Sin duda, era un edificio modernísimo con 16 plantas y una altura de 54 metros construído en granito de Segovia y ¡ojo! piedra de Villamayor (o sea, de Salamanca), entre otros muchos materiales. En su interior llama la atención el cine Capitol, una gran sala de espectáculos que formaba parte de la actividad cultural de la gran avenida madrileña.
Edificio España
En el último tramo de la Gran Vía, aunque técnicamente esté en la Plaza de España, se levanta este magnífico rascacielos madrileño. Y aunque ahora no nos parezca tan alto fue el más alto de España hasta que se contruyó la Torre Madrid, en la esquina de la misma Plaza. Coincide que su primer uso es el mismo que el actual, se inauguró en 1953 como Hotel Plaza.
El edificio es obra de los hermanos Otamendi, José María como ingeniero y Julián como arquitecto. A lo largo de estos años ha tenido diferentes usos, comercial, residencial y, actualmente, pertenece al grupo hotelero Riu. Las vistas desde su terraza son espectaculares.
No te vayas de la Gran Vía sin… curiosidades
¿Sabías que el cartel de Schweppes no fue el único que decoró el edificio Carrión? En algunas fotografías antiguas, de los años 60, por ejemplo, se puede ver otro gran cartel de Camel. Incluso en los años 50 hubo un letrero de Cifesa o Paramount Films. El actual cartel se colocó en los años 70.
La Gran Vía, aunque es una de las arterias modernas del centro de la ciudad, no es recta. No se pudo hacer completamente recta porque había que mantener las diferentes iglesias que hay en su trazado: la parroquia de San José, el Oratorio del Caballero de Gracia y la iglesia de San Francisco de Borja (que por cierto ya no existe). Por ello, nunca verás la calle entera desde ninguno de sus diversos ángulos.
Aunque hoy la conocemos como Gran Vía, su nombre es bastante reciente ya que ha ido cambiando de nomenclaturas. Al inicio de su construcción, como hemos escrito antes, había tres tramos y cada uno de ellos tenía un nombre. Después, con la llegada de la Guerra Civil, tuvo diversos nombre: Avenida de Rusia, Avenida de la Unión Soviética o Avenida de la CNT. Una vez finalizada la Guerra, con el inicio del franquismo, tomó el nombre de Avenida de José Antonio y no será hasta 1981 cuando se nombre como en la actualidad.
La Gran Vía está llena de esculturas en lo alto de algunos de los edificios más importantes de la calle. Una de las más famosas es la Victoria alada que corona el Edificio Metrópolis obra de Federico Coullaut Valera (1972). Esta obra sustituyó a un Ganímedes sobre Fenix que era el emblema de la empresa original.
Una de las obras más famosas es la Diana Cazadora que está en el número 31 de Gran Vía. Según su historia esta se enamoró de Edimón un joven pastor al que un Ave Fénix secuestró por orden del padre de Diana, Zeus. Así, frente al 31, en el número 32 aparecen estas figuras. Pero la historia no termina aquí, Diana intentó lanzar sus flechas enamoradas para rescatar a su amado y una de ellas cayó en la mismísima acera de la Gran Vía ¿la has visto ya?
No son las únicas esculturas en esta calle, hay otras entre las que se encuentra una Loba capitolina (la que dio de mamar a Rómulo y Remo, fundadores de Roma) o algunos otros personajes de la mitología y la historia legendaria.