Si estás pensando en una escapada en primavera, o en cualquier época del año, Jerez de la Frontera es una de esas ciudades que concentra todo lo que a nosotros nos gusta: patrimonio artístico a raudales, bodegas increíbles y buena gastronomía… Estuvimos un par de días en esta localidad gaditana y volvimos encantados de lo bonito que es su centro histórico y, por supuesto, de haber conocido algunos de sus famosos vinos. Hoy te contamos qué ver en Jerez durante un día o dos, dónde dormir y comer, por ejemplo, en un tabanco.
Qué ver en Jerez en un día o dos
Llegar a Jerez
Antes de entrar en materia quizás te estés preguntado cómo llegar a Jerez… Pues es muy sencillo. Jerez de la Frontera está en la provincia de Cádiz y fenomenalmente comunicada ya que puedes llegar a ella, como yo hice para ir a Cádiz en avión. Hay vuelos directos con las principales ciudades españolas como Madrid, desde donde se tarda menos de una hora o Barcelona. Si buscas vuelos a Jerez puedes echar un vistazo a Omio y su sección de vuelos, son especialistas en transporte, también puedes utilizarlo para tus billetes de tren o autobús. El aeropuerto de Jerez está perfectamente comunicado con la ciudad y con Cádiz a través de tren de cercanías con una muy buena frecuencia. La verdad, llegar a Jerez por tierra y aire es muy sencillo y cómodo.
Por supuesto, también está muy bien comunicado por tierra para vehículos propios y autobuses de línea ya que por la ciudad pasa la A4, es decir, la carretera de Andalucía, que llega hasta Cádiz ciudad recorriendo parte de su provincia.
Principales monumentos que ver en Jerez
El origen histórico de Jerez de la Frontera no está muy claro, se conoce cierta actividad humana durante el Calcolítico (Edad del Cobre) pero se desconoce si había un asentamiento principal hasta la época hispanomusulmana. Ya habían pasado por allí civilizaciones como la fenicia, romana o, incluso, los visigodos.
Una de las etapas de mayor crecimiento y más actividad constructiva en Jerez fueron los siglos de la dominación hispanomusulmana, en los siglos XII y XIII. En esta época se propició la construcción de diferentes edificios civiles, religiosos y, por supuesto, las murallas de la ciudad. Al final del siglo XIII Jerez pasó a manos de la corona de Castilla en la reconquista y fue repoblada transformando algunos edificios al cristianismo. No fue un periodo fácil en la localidad al encontrarse prácticamente en la frontera de ambos reinos y ser lugar de batallas y escaramuzas de los diferentes ejércitos. Con la llegada del siglo XV se percibe en Jerez cierta estabilidad y desarrollo cultural, agrícola y económico. Será ya en esta centuria cuando se empieza a desarrollar la industria del vino de jerez que tomará un gran impulso años después.
El Renacimiento jerezano es, sin lugar a duda, una época de esplendor en la ciudad gracias a ser un punto fundamental para la conquista de diferentes lugares tras el Descubrimiento de América, Canarias, etc… En este siglo XVI la prosperidad llegará a la actividad constructiva, se amplía la ciudad, se construyen numerosos edificios significativos, iglesias y palacios, convirtiéndose así en un foco principal de la España del sur que durará hasta el siglo XVII cuando comience una cierta pérdida de poder e interés en esta ciudad.
El siglo XVIII es una época de modernización y preparación para el importante siglo XIX. Es en esta centuria cuando Jerez se convierte en uno de los principales centros comerciales del vino, gracias, sobre todo, a la exportación a Inglaterra y la importante burguesía relacionada con el vino. En este periodo se desarrollan numerosas bodegas en la ciudad y se crea el importantísimo nombre que a día de hoy tiene el vino de Jerez. Por supuesto, si te preguntas qué ver en Jerez en un día o dos, una visita obligada será una de esas bodegas centenarias.
El Alcázar de Jerez
En lo alto de Jerez se yergue el Alcázar o lo que es lo mismo el edificio árabe más importante de la ciudad. Esta fortaleza de época hispanomusulmana tiene su origen en el siglo XII y estaba rodeada de la primera ciudad, a la cual protegía durante ese periodo tan conflictivo.
Lo fundamental de este edificio defensivo y su importancia en nuestros días es que es uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura almohade en nuestro país. Aunque ha sufrido numerosas modificaciones todavía restan algunos elementos originales como los baños árabes, puertas, etc… Como muchos otros edificios musulmanes, con la llegada del ejercito castellano, la mezquita pasó a ser capilla en el siglo XIII con dedicación a Santa María. Lo más llamativo de esta es la cúpula que la cubre, una cúpula ojival con ocho lados apoyada sobre trompas con un estilo muy original.
La Catedral de Jerez
Muy cerca del Alcázar se encuentra la imponente Catedral de Jerez. En origen, probablemente, hubo otra iglesia anterior, de la época de la Reconquista en el siglo XIII, cuando la mezquita Mayor de la localidad se transformó en Iglesia del Salvador. Sin embargo, el templo que hoy conocemos es posterior, ya el siglo XVIII y de aquellos edificios anteriores resta poco.
La Catedral se inaugura al final del siglo XVIII una vez finalizadas las obras. Su estilo, barroco del siglo XVIII se distingue muy bien del anterior por su cierta sobriedad y el paso hacia l neoclásico. La fachada y su escalinata es, realmente, imponente. En uno de sus laterales la gran torre campanario que resguarda la fachada con reminiscencias góticas con grandes contrafuertes y arbotantes. Una verdadera mezcla de estilos…
Cartuja de Jerez
En las afueras de la ciudad, a unos 5 o 6 km del centro histórico está la Cartuja de Nuestra señora de la Defensión. Se trata de un conjunto fundado en el siglo XV gracias a un noble jerezano, que descansa en la iglesia. El monasterio, en estilo renacentista, tiene una portada imponente construida en torno a 1571 por Andrés de Ribera. También destaca la fachada de la iglesia, un siglo posterior, estructurada a modo de retablo ya de estilo barroco.
El interior de la iglesia con estructura propia del siglo XV, gótico, presenta una nave con cubierta de crucería que apoya directamente sobre los muros laterales. Llama la atención la portada renacentista, en estilo plateresco con decoración típica de esta época y que divide la nave del coro. Por supuesto, no faltan en esta cartuja los patios, el claustro grande, donde están las celdas, de factura gótica y bóvedas de crucería y el patio prioral, ya con un estilo renacentista.
Plaza de la Asunción
Es, probablemente, uno de los sitios que más me gustó de Jerez. Se trata de una preciosa plaza rodeada de diversos edificios de índole diferente y estilos arquitectónicos también diversos. En uno de los laterales la iglesia de San Dionisio, del siglo XV, con una fachada austera y portada simple pero muy bellas. En otro de los laterales el edificio renacentista que cobijaba el Cabildo Viejo, o lo que es lo mismo, el Antiguo Ayuntamiento, llama la atención su galería porticada con tres arcos y la fachada principal, me pareció precioso.
Al otro lado de la plaza, residencias de familias como el Palacio de la Condesa de Casares. Aunque hoy es un edificio de tipo residencial durante los siglos XVII al XIX fue Cárcel Real, de la cual poco queda en la construcción actual. En la actualidad el propietario tiene intención de convertirlo en hotel. En el centro de la plaza hay una bonita estatua monumental en honor a la Virgen de la Asunción. Por cierto, si has visto La Templaza, de María Dueñas, reconocerás este lugar por ser una de sus localizaciones y si quieres saber más tienes que leer el texto de mi amiga Teresa en su blog: Localizaciones en Jerez de la Frontera de La Templanza.
Plaza del Mercado
Otra de las plazas que ver en Jerez porque alberga un importante patrimonio es la del Mercado. Originalmente, durante la Edad Media, se situaba allí el mercado de la ciudad y en la actualidad tiene varios edificios interesantes. En uno de los lados está la casa palacio Riquelme, con su fachada plateresca del siglo XVI. Fue, en la época, una de las casas más importantes de la nobleza jerezana, la familia Riquelme y, a día de hoy se convertirá en un edificio dedicado a Cultura ya que pertenece al Ayuntamiento de Jerez.
En otro de los laterales de la plaza está el Museo arqueológico Municipal asentado en un edificio palaciego del siglo XVIII. Por cierto, otro de los edificios que aparecen en la serie de La Templanza.
Otros sitios interesantes que ver en Jerez
De paseo por Jerez descubrí un montón de lugares interesantes. Me gustó mucho el recorrido que hice un poco fuera del circuito turístico cuando fui a visitar las Bodegas Tradición. Se trata de la zona intramuros que estaba llena de bodegas y que, en algunas calles, tiene cierta decadencia con edificios casi en ruinas, pero con un ambiente muy evocador (Zona de Plaza del Cubo, Plaza Carrizosa, Plaza de San Lucas…)
Hay algunas otras iglesias que ver en Jerez como la del Convento de Santo Domino (Calle Larga). Es una de las primeras iglesias que se construyó en la ciudad tras la reconquista castellana. O la de Santiago, un templo del siglo XV que se encuentra en el barrio del mismo nombre. Además de estos edificios religiosos hay un buen número de construcciones civiles, como comentábamos al inicio, que se erigen gracias a la actividad de las familias nobles jerezanas.
Uno de los más interesantes entre estos palacios es el del Virrey Laserna (visitable), también conocido como del Conde de los Andes. Aunque de origen medieval, ya que hay restos nazarís del siglo XIII, la factura actual es del siglo XVIII. Existen otros muchos palacios en Jerez como el de Ponce de León, el de Camporreal o el de Villapanés.
Visitar una Bodega en Jerez
Entre las cosas que ver en Jerez y, sobre todo, que hacer en la localidad está la visita obligada a una bodega. Hay muchas en el centro de la ciudad y muy conocidas como la de González Byass, es decir, Tío Pepe, Sandeman, Lustau, o Tradición. El vino de Jerez apreciadísimo en el mundo entero tiene una tradición centenaria y, para mí, era una parada obligatoria.
Hay muchos tipos de visitas a las bodegas, que suelen hacer un recorrido interior a través de sus estancias donde te explicarán como se elabora, produce y conserva su maravilloso vino. Y, normalmente, todas las visitas suelen acabar en una cata. La de Tío Pepe, o sea, González Byass es una de las bodegas más visitadas y concurridas de Europa y, por supuesto, ofrecen visita guiada. Sin embargo, yo opté por una visita un poco más original en las bodegas Tradición.
Bodegas Tradición aúna dos de las cosas que más me gustan: el vino y el arte. La visita a Bodegas Tradición es una auténtica pasada, ya que además del recorrido por las salas donde se almacenan sus vinos, con muros de la mismísima muralla de Jerez, y las explicaciones del sistema tradicional de soleras y criaderas, hay una visita a su museo. En la pinacoteca de las Bodegas Tradición se atesoran verdaderas joyas de la pintura española con obras de Velázquez, Goya, Murillo… Realmente es una colección privada impresionante, digna de un museo como El Prado.
Además, tienen una exposición fotográfica y un área documental con todos los legajos de la bodega desde hace siglos. La visita es realmente impresionante y les agradezco lo bien que me trataron, estuve más de tres horas… y no os voy a contar lo contenta que salí, en todos lo sentidos.
Comer en Jerez
Como estuve un par de días en Jerez me dio tiempo a probar algunos sitios. Aunque mi primera comida fue entre bodega y tapas, tuve que comer algo tras la visita a Bodegas Tradición porque salí un poco piripi, voy a confesarlo.
Una de las cosas que hay que conocer sí o sí cuando visitas Jerez son sus tabancos. Básicamente se trata de tabernas típicas donde tradicionalmente se vendía el vino a granel, sin estar embotellado y que en la actualidad sirven para tomar vinos y tapas. Los vinos que puedes probar son los que se producen en Jerez, desde el famosísimo Pedro Ximénez (madre mía que bueno está), al palo cortado, amontillado, fino… Todos los que os contaba que había conocido en Tradición.
Hay muchos tabancos en Jerez, no sé si probé los mejores o no, seguro que si buscáis información os la darán mejor que por aquí. Pero como consejo, humilde, no os perdáis alguno. Estuve en Tabanco Plateros (al lado de la Plaza de la Asunción) y en el Tabanco San Pablo, que es uno de los más antiguos de Jerez. Por cierto, me hice adicta a la pringá…
En la Plaza Plateros estuve en un restaurante que me encantó: Casa Gabriela. Además de que era bastante tarde y se portaron fenomenal conmigo, la comida entre tradición y modernidad me pareció bastante rica. Probé un poco de todo, unas albóndigas de choco, muy típicas de Cádiz, una ensaladilla y un bao con atún de la zona, de almadraba como técnica pesquera, muy original. Me pareció muy recomendable.
Dormir en Jerez
Pues también tuve la oportunidad de dormir en Jerez… Y menos mal porque me tuve que echar un poco de siesta uno de los días… Las cosas que tienen las bodegas. Jerez tiene un buen número de hoteles y casas de alojamiento, sin duda está bien equipada para recibir turismo. Yo me alojé en pleno centro, cerca de la estación y en una posición muy cómoda para visitar la ciudad.
Estuve en el Hotel YIT Casa Grande que ocupa una casona histórica en la Plaza de las Angustias. Se trata de un hotel muy agradable, muy cuidado y en un edificio bastante bonito. Lo mejor, sin duda, la terraza en la parte superior, donde estaba mi habitación, así que pude salir a tomar el sol un rato, leer y ver las vistas.
Es un hotel boutique de 4 estrellas con solo 15 habitaciones y donde me trataron muy bien. No, no se trata de publicidad, como la mayoría de lugares donde me alojo. La habitación, solo alojamiento, me costó 54 euros la noche. Os dejo arriba el enlace por si queréis echarle un vistazo en Booking.
¿Qué te ha parecido este recorrido por todos los lugares que ver en Jerez de la Frontero? Seguro que se nos quedó algo en el tintero… o sea, que, habrá que volver a este rincón tan bonito de Andalucía.