Acabamos de llegar de Portugal y lo hacemos con los ojos muy abiertos, sorprendidos por la belleza de esta comarca, y con la sonrisa en la boca por lo mucho que hemos disfrutado. Este post es fruto de un fin de semana intenso gracias a la colaboración de la Mancomunidad Intermunicipal de Terras de Trás-os-Montes y el municipio de Braganza, a través de su Cámara Municipal, a los que agradezco haberme permitido conocer esta zona. Y, sin duda, agradezco a mis compañeros de viaje en esta ocasión a Nélio Fraga de Aventura Norte que fue nuestro guía durante este fin de semana y a Inés y Christian compañeros bloggers que tuve la suerte de desvirtualizar y que podéis encontrar en Random Trip. ¡Qué suerte disfrutar de su compañía!
Visitar Rio de Onor
Rio de Onor es una pequeña aldea portuguesa situada al borde de la frontera con España, separado por una calle de Rihonor de Castilla. Esta preciosa aldea construida en las vegas del río tiene una arquitectura tradicional bellísima en la que destaca la piedra combinada con la pizarra como material constructivo y propio de la zona. Por suerte, las antiguas construcciones se han conservado y las reformas se llevan a cabo manteniendo la misma línea arquitectónica que dan un aspecto uniforme y muy bellos al pueblo.
Tuvimos la suerte de alojarnos en la Casa de Portela en Rio de Onor, con un anfitrión Paulo, que nos enseñó muchos de los secretos de este pueblecito y nos mostró algunas de los sabores que por allí se pueden degustar. Gracias a él conocimos la interesante forma de organización que Rio de Onor ha tenido a lo largo de los siglos: aldea comunitaria. Es decir, una asociación comunal entre los habitantes que les permitía organizar las labores del campo, las faenas de la ganadería, etc. de la forma más corporativa posible ya que compartían tierras, hornos para el pan e incluso rebaños.
Esta curiosa forma organizativa de colaboración se ha mantenido durante decenios y hoy es una de las peculiaridades de este precioso lugar. La segunda cosa que llama la atención es su bonita arquitectura en piedra y pizarra, las casas, de dos plantas, servían en su planta baja para el ganado, que constituiría además una fuente de calor y la planta superior para la familia. Algunos de estos recuerdos se pueden conocer en la Casa do Touro, la casa en la que se guardaba el toro comunal y que hoy alberga algunas piezas, recuerdos y audiovisuales sobre la historia de Rio de Onor. Qué original es Rio de Onor en sus versiones portuguesa y castellana, con sus dos iglesias, sus dos horarios diferentes y unidos por las familias de uno y otro lado de la frontera.
Rutas y caminos de senderismo: Ruta do Carvalho
Las Terras de Trás-os-Montes destacan por su valor natural y sus entornos paisajísticos, ideales, sin lugar a duda, para hacer diferentes rutas de senderismo. Dependiendo de en que municipio te encuentres podrás disfrutar de diferentes recorridos y senderos. Todas estas rutas se encuentran dentro del proyecto de los Nove Passos, nueve recorridos distribuidos en los diferentes municipios que permiten conocer diversos aspectos de la zona como su potencial natural, su flora y su fauna.
Entre estas nueve rutas puedes encontrar lugares tan asombrosos como los lagos del río Sabor en Alfandega da fé, la Cascada da Faia da Agua alta en Mogadouro, los buitres de Miranda do Douro o las Mariposas de Vimioso.
Nosotros tuvimos la ocasión de hacer la ruta del Carvalho, un recorrido de unos 7km en un paseo circular que parte y llega a Rio de Onor y que permite conocer la fauna de la zona con avistamientos de ciervo rojo y el centenario rebollo (Quercus Pyrenaica). El ciervo rojo es uno de los mamíferos más grandes de Portugal que habita en estos montes que forman parte del parque natural de Montesinho y que tuvimos la suerte de ver. No tuvimos la suerte de encontrar ningún lobo, hay una importante colonia de lobo ibérico en esta zona, aunque sinceramente yo me hubiera muerto de miedo…
Por cierto, menuda sorpresa nos tenían tras el recorrido de los siete kilómetros… Pudimos disfrutar de una degustación de cócteles y dulces con productos de la zona en un espectacular mirador de Rio de Onor. El mirador se encuentra en lo alto del pueblo, donde se ubicó el “monumento” dedicado a las 7 Maravillas de Portugal de las que formó parte esta freguesía en 2017.
La tradición de los Caretos y la artesanía
Los Caretos son una de las tradiciones más importantes que se conservan en las Terras de Trás-os-Montes. En varios de los municipios de esta región se desarrolla todavía hoy esta típica figuración de enmascarados que salen a las calles en diferentes épocas del año. Aunque se piense que es solo una costumbre ligada a las fechas de Carnaval no es así, ya que hay otras festividades relacionadas con los más pequeños en los que los Caretos salen a las calles.
Entre Zamora, Galicia y las Terras de Trás os Montes hay muchos tipos y variedades de Caretos y vestimentas. Sin embargo, hay una conexión entre las varias formas de vivir esta tradición, los Caretos son la representación de los demonios representados por los jóvenes del pueblo que antes de casarse salían a las calles disfrazados. Así conquistaban a las mozas en ritos ancestrales que fomentaban la fertilidad… Hoy son maravillosas tradiciones que se conservan en estas aldeas y municipios y que conllevan artesanías y bellas formas de representación.
Además de las máscaras los distintos tipos de disfraces de caretos, los de Aveleda, por ejemplo, llevan chaquetas decoradas con tiras de telas de diferentes colores, y, casi siempre, en todas las aldeas se acompañan de cencerros. Y hablando de máscaras, en este fin de semana en las Terras de Trás-os-Montes, tuvimos la oportunidad de conocer a uno de los artesanos que hace que esta tradición se siga manteniendo en el tiempo.
Visitamos el taller de artesanía de Isidro Rodrigues en Aveleda (una de las freguesías – parroquias) de Braganza. Allí tuvimos la ocasión de ver en vivo el proceso artesanal de la creación de una de estas máscaras diabólicas a partir de una lata y herramientas bastante clásicas. La maestría de Isidro nos mostró como en unos cuantos golpes construye una máscara ejemplo de la magia de estas tierras. Las máscaras de Isidro son las que recorren Aveleda en la Festa dos Rapaces que se celebra el 25 de diciembre y que permiten pervivir la costumbre centenaria de esta localidad y de las Terras de Trás-os-Montes.
El parque Natural de Montesinho
Entre los recursos naturales de los que goza Portugal está el parque Natural de Montesinho, uno de los más grandes del país. Ocupa unas 75.000 hectáreas en el norte de Braganza y Vinhais haciendo frontera con España. Su riqueza natural y la de las Terras de Trás-os-Montes se fundamenta en la gran diversidad de flora y fauna, con más de 240 especies de animales vertebrados entre los que destacan más de 150 de aves. ¡Qué pasada!
Ya hablábamos anterioremente de que en este parque hay especies tan interesantes como el lobo ibérico o el ciervo rojo, pero hay muchos otros como el corzo, la cabra montena, aguilas reales, petirrojos, chotacabras… Recorrimos el Parque Natural de Montesinho en 4×4 disfrutando de algunos de sus paisajes más espectaculares, por ejemplo desde uno de los puntos más altos donde se sitúa la torre de vigia de la Guardia Forestal y que controla, sobre todo, el avistamiento de incendios dentro del parque.
Bellísimas postales nos quedan también del Barragem de Serra Serrada, una presa sorprendente en lo alto del parque y que permite recuperar las aguas de las lluvias y nieves de las sierras que lo circundan. En esta zona entre el Barragen de Serra Serrada y el Barragen de Veiguinhas hay unas curiosas formaciones rocosas, con grandes piedras de formas circulares que incluso aparecen unas sobre otras.
También recorrimos los caminos que bordean el río Sabor, hasta llegar a un antiguo molino de agua y a una bellísima cascada, un auténtico paraíso natural en plena sierra. Senderos, caminos y recorridos en un entorno único que tiene que seguir siendo preservado para mantener la belleza de Trás-os-Montes.
Avistamiento de ciervos en el Parque Natural
Entre las experiencias que ofrece el Parque Natural de Montesinho está la observación de animales en su propio entorno. Tuvimos la suerte de poder, gracias a Aventura Norte, visitar el Parque de buena mañana para intentar ver algunos ciervos.
La observación de ciervos se puede hacer en diferentes lugares del parque, incluso, en la Ruta del Carvalho es posible verlos en algunos periodos del año y algunas horas del día. Nosotros no los vimos durante el recorrido de senderismo, pero sí pudimos verlos el domingo en el parque.
Tuvimos mucha suerte y nos encontramos varios grupos de ciervos en diferentes puntos del recorrido. Ciertamente mis fotos no son las mejores, porque el objetivo de mi cámara no daba para más y, además, se mimetizan muy bien con los colores del paisaje. Pero ahí estaban, los bellísimos ciervos sin sus cornamentas ya que en esta época del año han perdido sus cuernos.
La aldea de Montesinho
Entre las joyas que cobija el parque Natural de Montesinho está la pequeña aldea homónima. Este lugar, situado a más de 1.000 metros de altitud, es el corazón humano del Parque, gracias a sus gentes y a su genuina arquitectura tradicional que recuerda mucho lo que vimos en Rio de Onor.
Las calles empedradas junto con las casas de piedra con tejados de pizarra, características de la zona, se han preservado para que esta aldea sea un auténtico viaje al pasado. En Montesinho parece como si el tiempo se hubiese detenido en una atmósfera sosegada y tranquila, donde pasar unos días debe ser una verdadera cura a la frenética vida que llevamos en las ciudades.
Por cierto, si os queréis alojar en esta aldea, hay un lugar muy particular A Lagosta Perdida. Se trata de una casa rural donde Robert, un holandés errante, y su esposa Sally reciben a los viajeros que quieren descansar y disfrutar de un lugar tranquilo. La casa es una pasada, además tiene piscina.
Braganza
Braganza es el corazón de este municipio que congrega varias “freguesías” (aldeas) y parte del Parque Natural de Montesinho. Se trata de la localidad con mayor población de la zona y, por supuesto, con un gran interés histórico.
De Braganza, a la cual dedicaremos un post más adelante, se conocen los primeros asentamientos en el Paleolítico y su crecimiento en el neolítico. Por allí pasaron diversos puebloes, celtas, romanos, suevos y visigodos, hasta que se integró en el Reino de Galicia durante la reconquista. Durante la época medieval y las guerras con Castilla tuvo un importante papel al ser lugar de frontera. Sin duda, Braganza jugó un papel fundamental en la independencia de Portugal y tuvo renombre como Casa noble.
Por todo ello, con el paso de los siglos, esta población se convirtió en principal con edificios históricos que nos recuerdan su importancia como su castillo, la Domus Municipalis o la iglesia de San Vicente que vivió el acontecimiento histórico de una boda real.
No quiero adelantarme al próximo artículo, pero si dejar unas pinceladas de los principales lugares que visitar en Braganza y que son imprescindibles en un fin de semana en las Terras de Trás-Os-Montes.
- El Castillo de Braganza, construído intramuros en la parte más antigua de la ciudad y con una impresionante torre del homenaje con más de 33 metros de altura. En su interior alberga un Museo Militar con armamento como cañones.
- La Braganza más antigua, alrededor del Castillo, es una pequeña muestra de lo que debió ser Braganza siglos atrás. Las murallas y sus puertas entradas le dan un aspecto medieval precioso. En el interior de este recinto amurallado se encuentra la Iglesia de Santa María y la Domus Municipalis, un curioso edificio románico civil compuesto de una parte superior a modo de sala y una cisterna interior.
- También dentro del recinto amurallado de la ciudad “vieja”, se encuentra le Museu Ibérico de la Mascara y del Traje, dedicado a la tradición de los Caretos de Zamora y Trás Os Montes. Estas dos regiones comparten tradición y festividades.
- La Iglesia de San Vicente, aunque de origen medieval, presenta una actual construcción que pertenece al XVII. En ella se casaron don Pedro I de Portugal e Inés de Castro.
- En el centro de la población, en una bonita plaza, está la Antigua Catedral de Braganza: la Sé, ya que la nueva es de los años 2000. El edificio se construye en el siglo XVI con una fachada típicamente renacentista y un claustro muy interesante. El interior, sin embargo, tiene una decoración barroca posterior.
- No puede faltar en una visita a Braganza la Calle de los Museos: Rua Abílio Beça, donde se sitúan varios museos muy interesantes como el de Arte Contemporáneo Graça Moráis, el Centro de interpretación del judaismo, el Centro de Fotografía Georges Dussaud y el Museo Abade de Baçal. Menuda concentración cultural que ofrece esta calle.
- Hay otros lugares interesantes como la Plaza del Antiguo Mercado, en el centro, el Museo de la Castaña (Marron) o el Museo del Ferrocarril en la antigua estación de Bragança.
Seguro que con esta mini anticipación de todo lo que hay que ver en Braganza os habréis quedado con ganas de más… y es que Braganza tiene tanto que ofrecer.
La gastronomía en las Terras de Trás-os-Montes
Qué bien hemos comido en la región de las Terras de Trás-Os-Montes. Porque aquí, entre sus bellezas y bondades naturales, también está la gastronomía. Los productos que se utilizan en la elaboración de los platos transmontanos son los propios de la tierra, fundamentalmente carnes, verduras y productos como las castañas, la miel y los lácteos. En estas tierras frías, entre bosques y montañas hay una gran cantidad de carnes de caza y platos elaborados con ellas, no es extraño, pues, encontrar en los menús de los restaurantes de la zona recetas de perdiz, venado o jabalí. Las castañas también son un producto de proximidad con las que se elaboran infinidad de platos, por ejemplo el brigantino, un dulce que tiene muy poca edad pero un aspecto y un sabor increíbles.
Las carnes y los guisos suelen ir acompañados de arroces, verduras e incluso frutas, muy característico en Portugal y en esta región. No faltan en las mesas de Braganza los embutidos y quesos, tengo que destacar al alheira de Mirandela un embutido que me encantó y que no había probado nunca. No voy a hablaros de los dulces que probamos porque se me hace la boca agua, ¿pero como pueden estar tan buenos los postres aquí?
Restaurantes donde comer en Braganza y sus alrededores
Alma Lusa
Se trata de un local en pleno centro de Braganza inspirado en la tradición de la comida de la región pero con platos completamente vanguardistas. El local tiene un ambiente muy cuidado con una vajilla moderna que llama la atención. Nos ofrecieron varios platos de su carta con diversos pescados como la caballa y el salmón, que estaban espectaculares, sardinas o tosta de bacalao. Tiene un buen número de postres, soprendentes y riquísimos, algo que parece una nota habitual en la gastronomía brigantina.
Solar Bragançano
Es uno de los restauranes clásicos entre las opciones que ofrece la ciudad de Braganza y uno de los mejores según atestigua, incluso, la Guía Michelín. Se sitúa en un bonito edifició del siglo XVIII, típica casona solariega y recrea básicamente un salón clásico con una decoración que parece sacada del siglo XIX. Todos los detalles están muy cuidados, las flores, por ejemplo, que adornan el restaurante, la entrada o la escalera de acceso son siempre naturales. Además de los salones principales tiene un bonito jardín en la parte de atrás.
El servicio es exquisito, los dueños nos trataron realmente de forma muy cordial y agradabla, explicándonos todos los platos. La mayoría de sus recetas es tradicional, muchas de ellas basadas en las carnes de caza de la zona, como venado o jabalí. No podía faltar una crema de castañas ya que la gastronomía de este establecimiento se basa en el producto local. También elaboran con producto de gran calidad y muchos de ellos locales: miel, castañas, calabazas… la mayoría de sus postres.
La Taberna do Javali
Situado en un entrono único, junto al castillo y a la iglesia de Santa María, La Taberna del Javalí es uno de esos lugares en los que vas a comer muy bien gracias a la mezcla de los sabores tradicionales con innovadoras recetas vanguardistas. El entorno es perfecto, tiene una terraza fantástica para los días de buen tiempo y un comedor con cristaleras también muy bonito. Uno de sus platos estrella es la hamburguesa de jabalí, pero tuvimos oportunidad de probar otros muchos. Un sin fin de opciones que va desde los vanguardistas tartares de atún a tostas de jamón o tablas de embutidos de la zona.
O Careto (Varge)
De aspecto rústico y tradicional este restaurante es uno de los más apreciados por los españoles que visitan la zona y quieren comer carne. Varios tipos de carne y bacalao hechos a la brasa y servidos con arroz y patatas fritas (perfectamente caseras) son el fundamento de la carta de este sitio. Los postres, sencillos pero deliciosos, quesos con diferentes mermeladas y dulces típicos muy similares al membrillo.
O Palheiro (Rio de Onor)
Aunque la región de Trás Os Montes es una zona inminentemente carnívora también hay otras opciones para aquellos que optan por el veganismo. En la aldea de Rio de Onor está el pequeño restaurante vegano O Palheiro en el que sus dueños preparan deliciosos platos de cuchara inspirados en la tradición pero para veganos. El restaurante tiene unas vistas maravillosas a río y a la aldea.
¿Qué te ha parecido nuestro intenso fin de semana en las Terras de Trás-Os-Montes? Más allá de Oporto o Lisboa, Portugal es un país increíble, lleno de paisajes, pueblos y gentes maravilloso. No hemos parado un minuto para conocer este rico entorno natural del norte de Portugal a través de las actividades que Aventura Norte nos había propuesto. Agradecemos a la Mancomunidad Intermunicipal de Terras de Trás-os-Montes, a la Cámara Municipal de Braganza sobre todo a Ana, Joao y Rui, que nos acompañaron en este recorrido. Y, por supuesto, a Nélio y a mis compañeros de viaje, Inés y Christian, por hacer de esta una experiencia inolvidable.