¿Por qué deberías visitar Milán uno o dos días si siempre te han dicho que es una ciudad fea? Sinceramente, te han mentido… Te han engañado o, simplemente, no han visto nada de la Milán que tú sí deberías conocer. Milán es una ciudad moderna, vivaz, divertida, llena de vida, industria y moda. Una ciudad joven a donde llegan miles de estudiantes del sur para estudiar en sus universidades y miles de recién licenciados para iniciar su carrera profesional. Es una ciudad quizá gris durante el invierno, con sus lluvias y neblinas y, quizá nunca ha sido tan valorada como otras muchas en italia. Sin embargo, solo tienes que dar cuatro pasos por su centro histórico y encontrar algunos de sus tesoros para descubrir toda la esencia de la ciudad. Hoy te cuento lo que haría yo si solo tuviera un día o dos para visitar la capital de Lombardía.
Visitar Milán en uno o dos días: los imprescindibles
¿Cómo llegar a Milán?
El vuelo a Milán es uno de los más baratos desde casi cualquier aeropuerto de España, es baratísimo si vuelas desde Madrid, Barcelona, Valencia… Casi todos los aeropuertos españoles tienen conexión con ella, ciudades como Zaragoza, Vigo, Alicante… Por lo que es un destino fácil, cómodo y barato para cualquiera. Es muy sencillo ir a Milán desde los aeropuertos cercanos, Malpensa, Orio al Serio (Bérgamo) y Linate, el que se encuentra a menos distancia de la ciudad. Además se puede llegar a Milán atravesando Francia bien en tren (desde Barcelona hay conexiones todos los días) o, por supuesto, en coche. Yo he hecho la ruta en coche por Francia y es bastante cómoda, aunque los peajes incrementan bastante el precio del viaje, por lo que si sólo vas a ir a Milán o la zona norte lo más recomendable es que te vayas en avión y te muevas en tren o con un coche de alquiler. La red de trenes del norte de Italia es “buena”, no está mal aunque son habituales los retrasos en los trenes diarios e incluso las huelgas por parte del personal
Datos básicos de la capital de Lombardía
Milán está en la zona noroeste de Italia, en la región de Lombardía, de la que es capital y muy cerca de la frontera con Suiza. Es la segunda ciudad más grande de Italia en extensión y población, aunque su área urbana es grande y poblada, haciendo de está la concentración más grande el país. Aunque ahora sea una ciudad moderna e industrializada cuenta con un gran pasado histórico. La Milano original fue fundada por los romanos, aunque en el siglo V fue arrasada por los invasores hunos. Durante la Edad Media se convirtió en una ciudad realmente próspera bajo la autoridad de los Visconti y así siguió hasta la llegada de una gran peste que la sumió en una especie de encierro para no ser contaminada.
En la mitad del siglo XV se produjo el cambio en la familia que gobernaba Milán y llegaron los Sforza con su corte plagada de artistas y literatos, entre los que se encontraba el mismísimo Leonardo da Vinci. De esta época es una de las construcciones más famosas de la ciudad: el Castello Sforzesco, que es uno de los imprescindibles que hay que visitar en Milán. En los albores del Renacimiento e inicio del siglo XVI comenzó una época convulsa en la que estuvo bajo el gobierno francés entre 1515 y 15125 y posteriormente pasó a ser zona española tras la victoria de los españoles en la batalla de Pavía. Y ojo, que Milán fue española hasta el siglo XVIII con lo que aunque no lo parezca también es un poquito nuestra (críticas a mí…) En el siglo XIX fue un lugar inminentemente nacionalista y de lucha por la unificación de Italia, de esta época se mantienen en pie algunos magníficos recuerdos como la Galería de Vittorio Emmanuele II. Desde entonces se ha convertido en una ciudad moderna, que ha impulsado la economía del país transalpino y que en los últimos años ha intensificado su construcción y modernización en servicios, infraestructuras y transportes. He estado sin ir siete años y menudo cambio ha dado la ciudad!
Visitas imprescindibles en Milán: qué ver
Il Duomo di Milano
La magnífica Catedral de Milán es, sin duda, el lugar más visitado por los turistas que llegan a la ciudad. Aunque su construcción se inició en el siglo XIV continuó a lo largo de varios siglos con diferentes cambios, arquitectos y estilos arquitectónicos. La construcción es muy bella tanto exterior como interiormente y sobre sale su impronta gótica con esos grandes pináculos que son inconfundibles. Por supuesto, también llaman la atención sus vidrieras, en la zona de la cabecera (el ábside) o el crucero y las impresionantes estatuas que decoran todo el edificio.
Personalmente, lo mejor de la visita al Duomo es la subida a la parte superior, a la zona de las terrazas y así, tener muy cerca a la Madonnina (la figura de oro que decora la parte superior. Las vistas son maravillosas, sobre todo en los días soleados. Lo que más me impresiona siempre en esta catedral es una de las estatuas que hay en su interior, la de la “muerte”… buscadla.
Unas vistas muy bonitas del Duomo y sus terrazas se tiene desde la cafetería de la terraza de La Rinascente, un centro comercial al lado de la Catedral
La Gallería Vittorio Emmanuele
La Galleria Vittorio Emmanuele está en uno de los laterales de la plaza del Duomo, no tendréis que desplazaros mucho para visitarla. La idea original de su construcción en la mitad del siglo XIX fue servir de paso cubierto entre dos grandes plazas la del Duomo y la del teatro de la Scala, otro de los lugares imperdibles de la ciudad. Actualmente está lleno de tiendas, incluso algunas marcas españolas. En el centro de la Gallería se situa, en el suelo, el famoso “Toro”, uno de los emblemas de la ciudad. Se cuenta, que si das tres vueltas sobre un pie, encima de las pelotas (literalmente) de este toro, tendrás buena fortuna durante un tiempo, supongo que no es para toda la vidad.
Al lado contrario de la Plaza del Duomo está el Teatro de la Scala que es el más famoso de Milán y uno de los más conocidos de toda italia.
Santa María delle Grazie y el Cenacolo
La magnífica y famosísima Última Cena de Leonardo da Vinci se encuentra en una de las estancia, el Cenacolo, de la preciosa iglesia de Santa María. Las dos visitas merecen la pena. Ojo, si quieres visitar el Cenacolo tendrás que adquirir tu entrada con antelación, en el mismo día te será imposible. La iglesia se erige en la segunda mitad del siglo XV gracias a la intervención de Guiniforte Solari, uno de los arquitectos preferidos de la familia Sforza, en concreto, del duque Francisco Sforza.
Si te fijas te llamará la atención su cúpula poligonal con numerosa decoración exterior como, por ejemplo, medallones. El interior es un bello ejemplo de la primera arquitectura renacentista italiana con elementos todavía góticos. En fin, un imprescindible para visitar Milán.
Castillo Sforza
El castillo Sforza es uno de los más grandes e impresionantes de Italia. Está en pleno centro de la ciudad y a su lado hay un impresionante parque donde puedes descansar de la visita. Además de ser un castillo, con su museo en la parte inteior, también es considerado una ciudadela militar. Los museos del castillo son bastante grandes, o sea que tienes que contar con tiempo si quieres recorrerlos. Entre otras puedes encontrar algunas piezas escultóricas muy famosas e impresioantes como son algunos de los Esclavos o la Piedad Rondanini de Miguel Ángel.
En la parte posterior del Castillo se encuentra el Parco Sempione, un pulmón verde en la ciudad, con el Arco della Pace.
Las Columnas de San Lorenzo
¡Ay le colonne di San Lorenzo! Uno de mis sitios preferidos de de Milán, sin lugar a dudas. Se trata de unas impresionantes columnas de gran tamaño construidas en época romana (entre los siglos I y II) y que después se han utilizado para el edificio de la Basílica de San Lorenzo. Es uno de los sitios más evocadores de la ciudad, además, de camino a los Naviglios.
I navigli
I navigli o, como diríamos en español, los naviglios, son los antiguos canales que conectaban Milán con otros lugares cercanos. La navegación por los canales era una de las formas más económicas y fáciles para transportar mercancias desde la ciudad al campo y viceversa en épocas atrás. Uno de ellos llega hasta Pavía y en la actualidad se está intentando recuperar en sus diferentes zonas, este canal tiene unos 35 kilómetros de largo.
La zona de estos canales, junto con la cercana Dársena y Porta Ticinese ha sido muy remodelada en los últimos años. Es una zona preciosa, con casas no muy altas, arquitectura típica, un montón de bares y restaurantes y orillas ideales para pasear. No te pierdas Il Vicolo dei Lavandai, es una vuelta a los orígenes de la ciudad.
El Hospital Mayor
Si te gusta el arte una de las joyas escondidas de la ciudad es el Ospedale Maggiore, actualmente forma parte del Ateneo Universitario. Es un edificio impresionante, de grandes dimensiones y formado por grandes patios decorados con medallones y elementos hechos en terracota. Su decoración recuerda mucho a la de la Cartuja de Pavía, típico del renacimiento lombardo.
Gastronomía en Milán
Italia es buena comida, Milán no lo es menos, aunque menos conocida la cocina del norte tiene mucho de tradicional. En la zona de Lombardía son habituales las carnes, incluso las de caza. Hay tres platos tradicionales que no podrían faltar en una mesa milanesa: el risotto alla milanese, el ossobuco y la cassoeula. El rissotto alla milanese es fundamentalmente un arroz con azafrán, que según cuenta la leyenda llegó a Milán para la coloración de las vidrieras de la catedral.
La cassouela es una especie de cocido tradicional con repollo y carnes (sin garbanzos), algunos cuentan que llegó a Milán gracias a un soldado español. No nos olvidamos de la cotoletta milanese, carne empanada. Si quieres probar alguno de estos platos te recomiendo que visites alguna de las trattorias típicas de Milán, todavía es fácil encontrar estos restaurantes tradicionales en pleno centro de la ciudad. Y, por supuesto, el rey del postre en el Norte de Italia y en Lombardía es el tiramisú… no te lo pierdas.
No dejes de visitar alguna de estas la Antica Hostaria della Lanterna, la (rustica trattoria) Madonnina, la Libera (zona Brera) o Al Matarel. Todas ellas ejemplo de la buena cocina típica de la zona. Te dejo por aquí el enlace a la gastronomía del Norte de Italia, por si vas a viajar más allá de Milán.
Y, por supuesto, algunos sitios para comer en Milán (que yo conozco), aunque si te interesa están ampliados en el post: dónde comer en Milán.
- Fresco & Cimmino: iba sin muchas expectativas, ya que está en pleno centro de Milán en una de las calles laterales de la Gallería Vittorio Emanuele II (Via Ugo Foscolo, 4). Sin embargo, me pareción un sitio muy guay para comer pizza, estaban realmente buenas. Fueron rápidos y el servicio estuvo muy bien.
- All’Antico Vinaio (Via Lupetta, 12): también ne Pleno centro, justo detrás de Via Torino / Piazza Missori. Se trata de una especie de bocadillería con bocatas muy ricos, lo que te puede servir si vas con prisa. Suele haber colas.
- Osteria Fara: cerca de la Estación en la calle Gustavo Fara, es una típica trattoria milanesa, con un patio muy bonito para el verano. Se come bien y los platos son recetas de la zona.
- Zona Navigli: hay un montón de locales para comer o tomar el aperitivo tanto en el Naviglio Grande como en el Pavese (os lo cuento abajo). Para comer, por ejemplo, en el Naviglio Pavese el restaurante Movida, muy buen precio y menú del día. Allí también están la Osteria del Gnocco Fritto o Napoli 1820.
- Savini: es uno de los restaurantes históricos de Milán, se encuentra dentro de la Gallería Vittorio Emanuele II. Es un sitio bastante caro, pero te tratarán como un rey.
- La cadena Pescaria: se ha puesto de moda el pescado en Milán y esta franquicia es uno de los sitios que lo hace más barato. Yo la conocí en Puglia, tienen pescado fresco, frito o crudo, los precios están muy bien.
Consejos TIPs y mis cosas preferidas en Milán
Tengamos en cuenta que trabajé en Milán casi 3 años y aunque no he vivido en la ciudad, vivía en Pavía, tuve mucho tiempo para conocerla. En los últimos años no había vuelto mucho hasta noviembre, que tuve oportunidad de volver y regresé encantada de todo lo que ha cambiado para bien esta ciudad.
El aperitivo, es una de las cosas que más me gusta de Milán. Hacer el aperitivo es toda una cita social en la ciudad. Hay lugares para todos los gustos, pero fundamentalmente el aperitivo consiste en tomar algo acompañado de unas “tapas” en torno a las siete de la tarde. Algunos lugares hacen ya un “apericena”. Mi lugar preferido para el ape en Milán es La Iguana, justo detrás de las Columnas de San Lorenzo y, por supuesto, los bares que hay en los Navigli. Allí podrás encontar todo tipo de aperitivos y, por supuesto, no te puedes perder el Spritz.
Mi rincón preferido de Milán es, además, uno de los más antiguos de la ciudad. Se encuentra muy cerca de la plaza del Duomo, es la Plaza dei Mercanti. Era el centro de la vida en la Milán medieval, en ella se hacían las transacciones comerciales y los negocios. Actualmente es una preciosa plaza rodeada por edificios góticos, los mejor conservados, como el Palazzo della Ragione o la Loggia degli Osii.
Te recomiendo los paseos por la zona de la Pinacoteca de Brera, además de visitarla, puedes pasear por las calles del barrio. También cerca se encuentra Vía Montenapoleone, la cual no es solo una vía de tiendas caras, sino una bonita calle con un sabor muy italiano. Claro, la Pinacoteca también es imprescindible si te encanta el arte y la pintura porque tiene alguna de las obras más famosas del arte italiano.
Las puertas de Milán son muy originales, recórrelas, desde Porta Ticinese (en la zona dei Navigli) a Porta Venezia, la que más me gusta, pasando por Porta Nuova o Porta Romana, arquitectura para no pasar por alto de diferentes épocas.
¿Qué te ha parecido nuestro recorrido por Milán? A que no tiene nada que ver con lo poco que te habían contando de esta ciudad. Visitar Milán es un imprescindible para conocer el norte de Italia.
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