Se ha escrito tanto de Venecia que sobran las palabras al hablar de esta joya. Única, diversa, mágica, elegante, la ciudad de los canales y de los miles de sueños, la del turismo desbordado y los rincones escondidos encantadores y fascinantes. Venecia es especial. Este post quiere ser más imagen que palabra, sensaciónes que opiniones o consejos. En estas fotos para enamorarte en Venecia o de ella aparecen algunos de los lugares más bellos de la ciudad, reflejados todos por la cámara de uno de mis amigos italianos Nicola Devecchi, cuya amistad se remonta ya a más de 20 años. Gracias por tus fotos y por llevarme, sobre todo a mí, tan cerca de mi querida ciudad.
Fotos para enamorarte de Venecia o en ella
He tenido la suerte de visitar muchas veces Venecia, sola, con mis padres, con amigos, con pareja, con el instituto, con la Universidad… Todas y cada una de las veces que he estado en esta ciudad ha sido una experiencia diferente. Porque por mucho que visites Venecia siempre hay lugares, rincones y momentos que son especiales. Quizá esto os llame la atención, Venecia me gusta más de día que de noche porque de noche está demasiado apagada, se queda priva de vida, más allá de la algarabía y el rumor de los turistas, la noche en Venecia es oscura y silenciosa. La primera noche que pasé en Venecia fue sorprendente, yo esperaba encontrar los canales iluminados, sin embargo las únicas luces que recuerdo estaban en la zona del Canale Grande en Rialto. Las callejuelas laberínticas, los puentes escondidos y los pequeños canales estaban eclipsados bajo una sombra apagada y tenebrosa, con misterio pero sin magia, curiosamente, con un cierto desencanto.
La Venecia de los canales y las callejuelas
El día en Venecia es “tutta un’altra cosa”, se despierta pronto como si tuviera prisa por quitarse ese manto de oscuridad y necesidad de que la viesen. Si madrugas un poco, llegarás a una Venecia todavía vacía y tranquila, una ciudad en la que puedes pasear sin prisa y sin preocuparte del tráfico que no existe más allá del que se cuela entre los canales y donde cada edificio tiene belleza añeja de ciudad histórica a la que el paso de los años, como al buen vino, ha mejorado. Caminar por Venecia en las primeras horas del día, cuando todavía no han llegado los turistas invadiendo las partes más céntricas es el mejor momento para conocer cómo se vive en ella.

La Vencia más desconocida es esa que como tantas otras ciudades italianas tiende las ropas en las fachadas, en cuerdas que van de lado a lado de la calle como en una corrala de vecinos de toda la vida. La Venecia de paredes desconchadas por el paso del tiempo, de tiestos en los alféizares de sus ventanas e, incluso, de voces y buenos días que se cuelan entre las persianas abiertas para airear los muros del paso de los años y de los días cotidianos. No tengas prisa en recorrer sus calles ni en llegar a su corazón, disfruta de los pasos resonando en la soledad de la Venecia sosegada de las primeras horas del día.
Venecia tiene un ritmo propio desde siempre: es necesario descubrirlo paseando por sus callejuelas y por sus canales, mejor en una barca silenciosa.
Enzo Marco Biagi periodista y partigiano italiano

Y de repente se empieza a colar la luz entre las calles encajonadas y se perciben los primeros canales entre fachadas coloridas y luminosas. Las contraventanas abiertas y las primeras góndolas paseantes en las estancadas aguas de la laguna, con sus mitos y leyendas, con su olor a mar que no llega a ser estanque. En Venecia empieza la vida de nuevo, un día más, un día menos…

Ya asoman las primeras góndolas que transitan por los canales cargadas de amor y llenas de la esencia de lo que se convertirá en recuerdos futuros. El oficio del gondolero es uno de los mejores del mundo, porque generar sensaciones como las que ellos crean es, simplemente, un auténtico prodigio.
El primer y único itinerario que te sugiero tiene un nombre. Se titula: al azar. Subtítulo: sin destino. Venecia es pequela, te puedes permitir perderte sin llegar a salir nunca de ella.
Tiziano Scarpa (novelista y dramaturgo veneciano)

El Canal Grande y sus puentes
Si has llegado a Venecia en tren ya te habrás encontrado con el Canale Grande, porque nada más salir de la estación de Santa Lucía habrás tenido esa primera panorámica que te habrá dejado con la boca abierta y los ojos como platos. Habrás atravesado el canal recorriendo los cuarenta metros del Puente de los Descalzos (Ponte degli Scalzi) para adentrarte en esas calles tranquilas de las primeras horas de la mañana por las que ya habrás transitado. Es la maravilla veneciana, ¿quién podría esperar llegar a un sitio así nada más bajarse de un prosaico tren de la ferrovía italiana? Y ahí estás, traspasando la línea que conecta el pasado con tu momento.
Cuando salimos, cansados y atontados, de la estación de Venecia, vimos el Canal grande y los palacios de marmol que tocaban el agua melosa, aquella joya de la cultura mecida por canales fétidos y mohosos, de pronto comprendimos lo fuerte y tenaz que es el hombre y lo maravilloso que es su espíritu, y tanto amor por la humanidad ha despertado en nosotros, la humanidad con sus dolores y sus epidemias; y penetramos con los ojos abiertos en un sueño, porque Venecia es el sueño de toda ciudad….
Abraham Yeshoua, escritor israelí

Cuando tras callejear llegues de nuevo al Gran Canal y al Puente de Rialto encontrarás Venecia en su versión más comercial. Si tienes tiempo puedes, incluso, disfrutar de alguno de sus mercados, los de frutas, verduras o pescados que te devolverán de nuevo a una Venecia cotidiana y diaria, de cestas de la compra llenas de ajos y berenjenas, naranjas rojas y pescado freco.
El puente de Rialto es el más bello de Venecia, es uno de los cuatro que atraviesan el canal Grande junto con el de los Descalzos, el de la Constitución (de Calatrava) y le de la Accademia. Rialto es el más todo: el más antiguo, el más famoso, el más fotografiado, el más transitado y el más monumental. El imprescindible en cualquier visita, seas turista o viajero, desde él algunas de las mejores vistas de la ciudad, espectaculares palacios góticos y renacentistas con esas características únicas de la arquitectura veneciana. Fachadas con cientos de ventanas con arcos apuntados y decoración de tracería, pequeñas logias con columnas adelantadas y ese aspecto orientalizante bizantino que llegó como llegaban las mercancías a través de las rutas comerciales que unieron la ciudad al resto del mundo conocido.

Las aguas del Gran Canal son, para los palacios que se reflejan en él, como un espejo en el que confían sin miedo. Un espejo que sabe ocultar la fea verdad de las arrugas resaltando la belleza secreta del maquillaje más seductor.
Mieczysław Kozłowski, filósofo ruso

San Marcos el corazón de Venecia
La basílica de San Marcos, en la homónima plaza donde se encuentra la Torre del Reloj, el Museo Correr y el arqueológico Nacional, junto con la Piazzeta y su Palacio Ducal y la Biblioteca Marciana son el corazón de la Venecia más turística y embriagadora. En el momento en el que la pises estarás contagiado, inevitablemente, por el síndrome de Sthendal, no puedes hacer más que dejarte llevar. La emoción del viajero que altera el ritmo cardiaco y te trastorna ante tanta belleza… Pero es así, no puedes hacer nada contra ello porque te encuentras en uno de los lugares más bonitos del mundo y no hay más.
Si tienes suerte, si no hay muchos turistas, puedes incluso fotografíar la Basílica y el Campanile sin que ni si quiera las palomas que colonizan la plaza se interponga en tu objetivo. La fortuna te regalará una panorámica única, no la desperdicies sólo en las fotos, porque el recuerdo también se graba en la memoria de forma indiviudal y perfecta como un momento único y propio que nadie te podrá robar.

Según pasan los minutos ya te habrás dado cuenta de que la plaza se llena de bullicio, gentío de todas partes del mundo que en ciertos momentos llegará a abrumar e incluso molestar. Pero todos somos lo mismo en Venecia, es cuestión de belleza, no hay nada que hacer contra ella y su poder.
Decir Venecia quiere decir Plaza de San Marcos, es más, la basílica que, como escribía Stendhal, es la primera mezquita que se encuentra caminando hacia Oriente.
Enzo Marco Biagi periodista y partigiano italiano

Incluso en época de Covid han llegado los turistas a Venecia, con sus mascarillas a modo de complemento veraniego como lo eran los gorros, las cámaras fotográficas o las gafas de sol. Venecia estuvo parada meses y, ahora, vuelve a la vida de ciudad de gentes y de mundo, de tránsito y de oportunidades, la vieja señora revive gracias a los viajeros en esta nueva oportunidad que todos tenemos de cuidarla y respetarla como a una anciana que no pierde su brillo.

Y en uno de los lados del magnífico Palacio Ducal el famosísimo Puente de los Suspiros. Quizá el lugar más romántico de Venecia, por aquel que todo enamorado quiere pasar con su góndola pero que muchos debieron sufrir años atrás. Porque este inspirador puente no es otra cosa que el pasaje que llevaba desde la codiciada libertad a la prisión impuesta por la Inquisición veneciana. ¡Como cambian los tiempos y los puntos de vista! Lo que fue sufrimiento y dolor para los condenados que lo transitaban es hoy risas y selfies para presumir en las redes sociales. Será la vida que da muchas vueltas.
Estaba en Venecia en el puente de los Suspiros, un palacio a un lado, al otro lado un prisión, vi su perfil emerger del agua como el toque de la varita mágica de un mago.
Lord Byron, poeta romántico inglés

Los suspiros… esos que oyes cuando algún turista despistado levanta la mirada y observa todas las huellas de la vieja República Veneciana.

La laguna veneciana
La laguna veneciana es un elemento esencial en la idiosincrasia de la ciudad de Venecia. Sus mareas o aguas altas influyen en la vida cotidiana de la ciudad, en sus habitantes y en aquellos que la visitan. Acercarse a la laguna os dejará en la retina algunas de las imágenes más icónicas de la ciudad, las góndolas aparcadas en fila india de frente a la bellísima iglesia de San Giorgio Maggiore en la isla de nombre homónimo. Porque aunque Venecia esté construida como un inmenso palafito de troncos sobre la laguna, en esta hay algunas islas tan famosas como Murano, Burano, Sant’Erasmo…
Hay días en los que las olas del Adriático encanecidas por la nostalgia irrumpen en Venecia gritando: “¡Eres mía!”
Mieczysław Kozłowski, filósofo ruso.
Esta laguna formada con las aguas del mar Adríatico envuelve con su halo particular la ciudad, haciéndola única y especial. La esencia de Venecia es el agua y ella marca sus momentos y sus días, su vida y sus tiempos porque en Venecia no se conduce sino que se navega. Los autobuses son traghetti y los taxis barcas a motor para llegar a tiempo al siguiente canal. ¡Cuánto es especial esta ciudad!
La laguna es una obra milenaria de la naturaleza. Primero la marea, el reflujo y la tierra en acción recíproca, después el progresivo descenso de las aguas prehistóricas provocó que se formara una considerable zona pantanosa en el extremo superior del Adriático, que, después de ser sumergida por la marea alta, es parcialmente dejado libre del reflujo. El arte humano se apoderó de los puntos más eminentes, y así nació Venecia, conectando un centenar de islas dentro de sí, rodeada de un centenar de otras.
Johann Wolfgang Goethe, novelista y poeta alemán
La última imagen, la belleza de la iglesia de San Giorgio frente a Venecia. Decía Woody Allen que “Venecia es el lugar más romántico del mundo, pero incluso mejor cuando no hay nadie“. En esta época de pandemia en la que Venecia ha estado completamente vacía empiezo a dudar de las palabras de Allen, porque qué sentido tiene la belleza si nadie puede disfrutarla…
Por aquí os dejo alguna otra información sobre Venecia:
- Venecia o Florencia ¿cuál elegir?
- Carnaval en Italia, algunas pinceladas sobre todos los Carnavales y también el de Venecia
- Comer en el Norte de Italia, en las regiones en las que se encuentra Venecia.
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