Pocos sitios en la Comunidad de Madrid sorprenden tanto como visitar el Castillo de Manzanares el Real. Este magnífico castillo es uno de los lugares turísticos más famosos de Madrid y alrededores. Su privilegiada ubicación en las faldas de la sierra, con unas vistas maravillosas a La Pedriza y al embalse de Santillana, no podría haber sido mejor. Sin duda, un lugar digno de la nobleza e, incluso, de reyes. Hoy nos vamos de excursión muy cerca de Madrid para conocer este magnífico castillo.
Visitar el Castillo de Manzanares el Real
El contexto histórico y el castillo de los Mendoza
El siglo XV fue un momento histórico convulso en la “España” medieval en el que se sucedieron diferentes contiendas y luchas de poder. Algunas de estas batallas terminaron gracias al matrimonio y alianza entre Castilla y Aragón llevada a cabo por los Reyes Católicos. Muchos nobles castellanos tomaron posiciones de fuerza y poder que les permiten una condición principal, entre ellos la familia Mendoza. La Casa de los Mendoza, de origen alavés, donde tienen algunas de sus posesiones, tuvieron gran influencia en el siglo XV. Poco a poco, expandieron su poder a zonas de Guadalajara y Madrid. En estos lugares como Hita, Buitrago, Guadalajara o Manzanares realizaron importantes construcciones como la que hoy visitamos.
Entre esta familia de hidalgos surgieron personajes tan importantes en la política y la sociedad medieval como el Cardenal Mendoza o Diego Hurtado de Mendoza. Ambas personalidades se interesaron por el mecenazgo y las artes iniciando proyectos significativos como el Palacio del Infantado de Guadalajara y algunos otros castillos. No olvidamos la presencia de Íñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana y padre de Diego Hurtado, quien fue un personaje clave en la literatura medieval castellana.
El Castillo Nuevo de los Mendoza en Manzanares el Real fue iniciado en 1475 gracias al mecenazgo de Diego Hurtado de Mendoza. El Marqués y I Duque del Infantado nunca vio terminar la obra del castillo, que finalizó la construcción con el Cardenal y el II Duque del Infantado. La elección del lugar no fue casual, Manzanares estuvo poblado desde época prehistórica, atestiguan este hecho algunas de las pinturas rupestres que se encuentran en la zona de La Pedriza. Durante la reconquista Alfonso X consideró a este lugar como fundamental para la Corona y así, le dio el título de Real.
Durante la época de dominación musulmana ya hubo una fortaleza en Manzanares, que probablemente se convirtió en lo que conocemos como Viejo Castillo de Manzanares con la conquista cristiana. En la actualidad apenas quedan los muros más bajos de aquella construcción, situados en la Plaza de Armas y que asemejaría mucho al Castillo Nuevo.
La construcción de este castillo destaca, sobre todo, por la combinación de elementos de fortificación y palaciegos. Su aspecto externo de fuerte inexpugnable contrasta con las bellísimas galerías superiores, atribuidas al arquitecto Juan Guas, uno de los principales exponentes del gótico isabelino. No será el único ejemplo madrileño en el que se combina la arquitectura militar con la palaciega, existen otros ejemplos como el propio Castillo de la Alameda en Madrid, pero servirá también como modelo para futuras estructuras como el Palacio del Infantado en Guadalajara.
Obviamente el devenir de los siglos, el cambio de residencia de los Mendoza y el abandono, propiciaron que el castillo llegase al final del siglo XIX muy deteriorado. Así, en 1916 se encargó al famoso arquitecto Vicente Lampérez y Romea, la rehabilitación del edificio bajo un estricto estudio medieval. En este momento se realizó una intervención sobre la parte exterior, mientras que el interior hubo de esperar hasta los años 70, cuando se acometió la restauración del patio interior y las galerías en torno a este.
Una de las principales críticas a la reconstrucción del edificio es el uso de estilos tan similares y réplicas de estilos originales que hacen imposibles la distinción entre lo original y la restauración. Algo que trataremos en un post dentro de muy poco y que siembra siempre la duda ante estas intervenciones.
La visita al castillo
Visitar el Castillo de Manzanares el Real es una auténtica vuelta al pasado a través de sus estancias y galerías. La visita se inicia a en planta inferior, a los pies de la muralla, en la que se encuentran los paneles informativos del Centro de Interpretación. En este lugar también se realizan actividades para niños y otras experiencias, como visitas guiadas o teatralizadas (que ahora mismo están completas hasta mayo). En los paneles explicativos se recoge la historia de la familia Mendoza, la construcción del Nuevo Castillo y algunos otros momentos históricos que marcaron la importancia de esta edificación.

En la visita también hay un audiovisual en la sala justo antes de entrar en el Patio de Armas. Este precioso patio da acceso, en su parte inferior, al zaguán ornamentado con algunos tapices decorativos. A través de la escalera palaciega se accede a la parte superior del precioso patio renacentista decorado con arcos de medio punto y algunos, pocos, elementos ornamentales de la época, ya que la mayoría son parte de la reconstrucción moderna.
El patio, en su parte superior, permite el acceso a algunas salas con diferentes tipos de obras, algunas pictóricas como la Sala Maea dedicada al artista valenciano José Maea, cuyas obras se encuentran decorando esta estancia. La Sala del Infantado, la Sala Santillana y el estrado de las Damas, el lugar que ocuparían las mujeres de la familia y sus damas y donde pasarían los días entre instrumentos musicales, libros y bordados.

La sala del Infantado da acceso a través de una escalara al segundo piso donde se encuentra la Alcoba y el oratorio. Estas zonas recrean las estancias privadas de los Mendoza, lugares personales con objetos de la época (recreaciones normalmente) y una pequeña capilla con acceso directo desde la estancia personal del Marqués.

La última parte del recorrido da acceso al exterior, donde a través de la galería de Juan Guas, arquitecto de gran prestigio durante la época de los Reyes Católicos, se puede visitar toda la parte alta del castillo y sus torreones. El paseo a través de esta parte superior es muy bello, por un lado, por la propia belleza del castillo ejemplo bien conservado y reahabilidato de la arquitectura medieval madrileña. Y, por otro, por las magníficas vistas: por uno de los lados hacía la Sierra de Madrid y la famosa Pedriza, por el contrario al embalse de Santillana.


Datos prácticos para visitar el Castillo de Manzanares el Real
Precios y horarios para la visita
Antes de visitar el Castillo de Manzanares conviene echar un vistazo a sus horarios, además, en estos tiempos de Covid, puede haber algunas restricciones. El castillo está abierto:
- De martes a viernes de 10:00 horas a 17:30 horas.
- Sábados, domingos y festivos de 10:00 horas a 18:00 horas.
- El jardín del castillo y la parte exterior de la muralla de 10:00 a 19:00 horas.
Las taquillas están abiertas sólo hasta las 17:00. Por lo tanto requiere la llegada como muy tarde a esta hora, también porque si no, no te dará tiempo a visitar el castillo de Manzanares completamente.
Tiene algunos días de cierre habitual como el 1 y el 6 de enero, el 1 de mayo, el 14 de septiembre y las festividades del 24, 25 y 1 de diciembre.
En algunas ocasiones el castillo tiene una apertura especial relacionada con las actividades como visitas nocturnas o espectáculos. Para estas, normalmente, es necesario tener una reserva.
La entrada general al castillo es de 5€ con reducción para menores de 14 años y mayores de 60, 3€. Jóvenes de la Comunidad de Madrid 2,5€. Hay algunas otras reducciones como las de familia numerosa y gratuidad para niños hasta 3 años, discapacitados, profesores o desempleados.
La visita teatral tiene un coste de 8€ por persona, solo con reducción para menores de 14 años o mayores de 60, 4€.
Cómo llegar al Castillo de Manzanares
Manzanares el Real se encuentra a unos 40-50 minutos de Madrid, dependiendo, siempre, de donde sitúes tu salida. Está situado en un lugar tan privilegiado como el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
Para visitar el castillo de Manzanares si vas en coche puedes ir por la autovía M-607 (Carretera de la Comunidad de Madrid) hasta Colmenar Viejo. Desde allí toma la M-609 en dirección al Centro Penitenciario Soto del Real / Soto del Real y sigue las indicaciones hacia la M-608 hasta Manzanares el Real.
Si utilizas transporte público puedes hacerlo en la línea 724, que sale del intercambiador de Plaza de Castilla. Hay algunas otras posibilidades viajando desde Madrid capital a Tres Cantos o Colmenar Viejo, pero lo más sencillo es tomar esa línea.
Qué ver alrededor de Manzanares el Real
Manzanares el Real como decíamos antes, está en el entorno privilegiado de la Sierra de Guadarrama y su parque Nacional. Ubicado a los pies de La Pedriza y en la orilla del embalse de Santillana, un lugar perfecto para una escapada.
El embalse de Santillana es un bonito entorno para hacer senderismo en sus orillas, un paisaje verde con fresnos y encinas en sus alrededores. Fue comenzado en 1907 pero no se llegó a terminar hasta 1969. Alrededor surgen varios senderos muy concurridos en los días de primavera y perfectos para la caminata o el cicloturismo.
Dentro del parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se encuentra la famosísima Pedriza. Se trata de una gran concentración de formaciones rocosas muy características en esta zona atravesadas por riachuelos, algunos canchales y riscos. Es uno de los sitios más habituales para la práctica del senderismo en la Comunidad de Madrid y una importantísima área de escalada.
Normalmente durante el fin de semana es casi imposible llegar. Los accesos suelen cerrarse pronto ya que la afluencia es enorme, por lo que si dispones de algún día entre semana es mucho mejor para visitarla. Dispone de un centro de acogida de visitantes en la parte más baja en el término de Manzanares el Real.
No muy lejos de la zona de Manzanares el Real también hay algunos otros pueblos muy bonitos de la Comunidad de Madrid. Para mí, siempre en mi opinión, destaca Buitrago de Lozoya, tan ligado a la familia Mendoza como Manzanares. Torrelaguna, San Agustín de Guadalix, Rascafría y todos sus entornos naturales también merecen una visita.