¿Qué todavía no has oído hablar de Basilea? ¿Qué no sabes nada sobre ella y estás pensando en visitarla uno o dos días? Pues yo te digo SÍ. La ciudad de Basilea es una de las más interesantes de Suiza y, probablemente, una de las más desconocidas también. Aunque mis viajes a Basilea estén más motivados por lo familiar que por lo turístico, por supuesto, en estas visitas hemos pasado por todos los lugares que nos ofrece esta ciudad. Hoy te contamos qué ver en Basilea en un día o dos, según tu ritmo y algunos lugares que se pueden visitar muy cerca de ella.
Basilea en un día
La ciudad de Basilea ubicación e historia
Basilea es una de las ciudades más grandes de Suiza, la tercera en concreto tras Zurich y Ginebra. No destacan estas ciudades precisamente por su densidad ni su amplitud y en comparación con muchas otras ciudades europeas son consideradas pequeñitas. Por ello, en un día podrías ver un buen número de los principales atractivos.
Esta bonita ciudad está situada en la zona fronteriza con Alemania y Francia, por ello se puede tomar como campamento base para realizar algunas excursiones a los alrededores a los pueblos de Alsacia o a la bonita ciudad de Friburgo. Además, económicamente hablando, es una ciudad muy rica, uno de los principales motores del país y un gran centro de la industria farmacéutica con grandes empresas en su término municipal y alrededores. También desde el punto de vista de la cultura es un centro fundamental para Suiza, con una gran feria de arte contemporáneo que recibe año tras año a los artistas del momento e importantes galerías.
La historia de Basilea es una de las más ricas de Suiza ya que se remonta a su fundación romana, sobre un antiguo asentamiento celta. De la época romana todavía quedan los restos de la cercana ciudad Augusta Raurica, de la que ya hemos escrito un post en este blog porque nos pareció muy interesante. Tras el paso de alemanes y francos en el año 1.000 Basilea se convierte en una ciudad libre con cierta importancia económica por su posición privilegiada a orillas del Rin. Algo que también permite una buena capacidad comercial con los territorios más al norte y otros hacia el mar.
Durante el siglo XVI, con la Reforma protestante, Basilea se convirtió en un importante centro cultural y sede del protestantismo, donde se generaron e imprimieron numerosas ediciones de libros como la Biblia del Oso. Su importante Universidad, la más antigua de Basilea, también fue un eje fundamental para la vida de la ciudad que atrajo a importantes intelectuales de diversas ramas científicas y humanísticas. A lo largo de los siglos han pasado por sus aulas nombres tan importantes como Erasmo de Rotérdam, el cual está allí enterrado, o Friedrich Nietzsche.
Civitatis llena tus viajes de experiencias (además nos ayudas a seguir con el blog)
En la actualidad, como comentábamos, Basilea es un importante centro industrial y económico con un gran número de trabajadores que todos los días pasan sus fronteras. Su pontencial cultural se centra en el gran número de museos que atesora y sus eventos culturales relacionados con el arte contemporáneo, uno de sus motores económicos.
Qué ver en Basilea en un día
El paseo por la ciudad de Basilea se concentra en su centro histórico en una de las orillas del río Rin y las vistas desde la orilla contraria. Un río que se puede cruzar a través de alguno de sus puentes, se puede “nadar” o, incluso, pasar en una de sus tradicionales barcas como veremos más adelante.
Calles y plazas en el centro histórico
Comenzamos el recorrido histórico a pie tomando como inicio una de las puertas de la ciudad llamada Spalentor. Se trata de una de las torres que daban acceso al recinto amurallado en el final de la época medieval y que, como esta, todavía se conservan. Esta puerta es la situada más al norte en la zona ocupada por la Universidad, con dependencias, facultades y el jardín botánico. Es la puerta mejor conservada y permite el paso de peatones o bicicletas. La torre tiene un bonito cuerpo central decorado con almenas y terminado en un techo piramidal y dos torrecillas en sus laterales.
Desde la Spalentor dirigimos nuestros pasos hacia el centro, recorriendo algunas bonitas calles históricas muy bien conservadas e integradas. Super bonitas las vistas de la puerta desde las fuentes que hay en esa misma calle Spalenvorstadt. Nosotros continuamos hacia la parte alta del barrio histsórico para visitar algunas preciosas calles como Unterer Heuberg y Gemsberg, en cuya confluencia hay una fuente muy divertida dedicada a una pequeña cabra. Es una de las zonas de Basilea que más me gustó también porque hay bonitas vistas hacia el centro histórico.
Muy cerca de esta plaza se sitúa una de las sedes del Museo histórico de la ciudad de Basilea en el que se recoge una gran colección de objetos e instrumentos musicales y obras de arte. El museo hace un recorrido por la historia musical muy ligada a Suiza y a esta ciudad. Desde esta parte más “alta” de la ciudad, el casco antiguo o Altstadt, hay bonitas vistas hacia la Catedral y el centro histórico. Son callas realmente muy bonitas y cuidadas, con edificios residenciales de dos o tres plantas, con preciosas ventanas y contraventanas decoradas con flores. ¡Nos encantó!
Continuamos nuestra ruta en dirección a la plaza del Mercado y a la Catedral, más cerca del Rhin, y pasamos por la Fuente de Tinguely. Se trata de un gran espacio creado en los años 70 gracias al artista suizo Jean Tinguely, conocido, sobre todo, por sus grandes esculturas en movimiento. En esta fuente aparecen una serie de figuras que se mueven sobre un lecho de agua, creando un juego de movimiento y sonidos muy bonito.
La Catedral de Basilea
Uno de los imprescindibles que ver en Basilea en un día o dos es, sin duda, su catedral o Münster. La catedral es de origen románico aunque la mayor parte de lo que vemos pertenece ya al siglo XV ya que sufrió un terremoto que destruyó gran parte de sus dependencias. Es uno de los edificios más representativos de Basilea y muy reconocible por su exterior. Su fachada es muy sobria, no tienes una decoración muy profusa y a los lados la flanquean dos grandes torres con más de 62 metros de alto.
El interior también es muy sobrio, con planta de tres naves separada por arcos ya apuntados y con tribuna con elementos entre el románico y el gótico. Lo más destacable los grandísimos pilares que separan las naves y las bóvedas con nervios de crucería que recuerdan mucho al gótico germano.
Entre los más destacable de esta gran iglesia se encuentra la cripta en la parte inferior, en la que se sitúan los primeros restos de la construcción románica. Por cierto, en este templo está enterrado Erasmo de Rotterdam. Muy interesantes y bonitos también los claustros de la Catedral y, personalmente, me gustaron mucho las vistas desde ellos hacía el río Rhin.
Marktplatz y el Ayuntamiento
En el corazón de la ciudad está el Ayuntamiento o Rathaus de Basilea en uno de los laterales de la Marktplatz. El edificio es muy original y llamará la atención de cualquier visitante por su colorida fachada roja con decoración con esculturas y frescos. Este llamativo ayuntamiento se construye en el inicio del siglo XVI en pleno renacimiento y, sin embargo, es absolutamente original y diverso.
El claustro interior tiene la misma estética que la gran fachada y está cobijado bajo una grandísima torre del reloj. Tanto El exterior como el interior del Ayuntamiento tienen decoración pictórica atribuída a Hans Holbein el Joven pero muy restaurada, de hecho no se conservan muchas de ellas. Los frescos renacentistas, incluso no siendo todos originales, son maravillosos.
La Marktplatz o Plaza del mercado es lugar habitual de reunión comercial ya que en él se sitúa el mercado de flores, verduras y frutas. Además es un sitio bastante animado porque es pleno centro de la ciudad y hay bastante bares, cafeterías y pastelerías.
Otros lugares de interés que ver en Basilea
Basilea fue una ciudad amurallada y todavía se conservan algunas partes de la muralla medieval y algunas de sus puertas. Esta muralla medieval se puede visitar en el barrio de San Albano, uno de los más antiguos de la ciudad y justo al lado del río Rhin. En este barrio todavía se conservan algunos lugares históricos como la iglesia de San Albano, la puerta del mismo nombre, las murallas y el Molino de Papel, un antiguo molino movido por agua donde en la actualidad se sitúa un museo dedicado a la imprenta y al papel.
Museos en Basilea
Basilea es una ciudad realmente cultural y en ella se pueden visitar muchos museos interesantes que recorren la historia, por ejemplo de la música, del juguete o que miran hacia el mundo actual a través del arte contemporáneo. Entre los museos de Basilea puedes encontrar:
- MKB Museo de las Culturas de Basilea, un museo dedicado a la cultura y la sociedad en general, con numerosas propuestas y actividades a lo largo del año. Su origen se remonta a la mitad del siglo XIX momento en el que se inició el interés por la etnografía y las culturas.
- Museo del Juguete Casa Wettsein, situado en un edificio histórico del siglo XVII este museo recoge una colección de juguetes históricos de toda Europa. Junto a este puedes visitar el Museo Spielzeug Welten también dedicado a los juguetes como muñecas y, sobre todo, a los osos de peluche.
- Museo de Historia de Basilea: del que ya hemos hablado, se compone de varias sedes, una de ellas una antigua iglesia gótica. Una de las colecciones más significativas es la parte musical que antes comentábamos.
- Museo Tinguely, dedicado al famoso artista suizo Jean Tinguely del que además de ver obras en el interior podrás ver su famosa fuente. Es uno de los escultores más divertidos del siglo XX, famoso, sobre todo, por sus locas esculturas móviles.
- Fundación Beyeler o lo que es lo mismo una gran pinacoteca de arte moderno contemporáneo en la que encontrar obras de los grandes maestros del siglo XIX y XX: Bacon, Picasso, Monet…
- Museo Público de Arte contemporáneo de Basilea, en este espacio se recogen las últimas novedades del arte actual a través de grandes exposiciones e instalaciones conemporáneas.
Qué hacer en Basilea: ideas originales
Si además de qué ver en Basilea en un día te estás preguntado qué hacer en esta ciudad, te damos unas ideas de cosas muy originales que a nosotros nos llamaron la atención mucho. Como veréis, algunas no las hicimos, pero las disfrutamos con la vista.
Una de las cosas que más me gustó en Basilea fue pasear. Además, no había demasiados turistas en general, los días fueron super soleados y muy agradables y los paseos con vistas desde una de las orillas del río Rhin fueron encantadores. Pero hay muchísimos sitios para pasear incluso fuera del centro de la ciudad. Nosotros estuvimos caminando por una de las colinas que rodean Basilea en la zona de St. Chrischona, una caminata que puede seguir por uno de los pasos fronterizos que atraviesan hacia Alemania. Las vistas, por supuesto, muy chulas y no me digáis que no es original caminar de Suiza a Alemania.
La vida de Basilea está muy ligada a la del río Rin. Es uno de los ejes motores de la vida comercial en la historia de la ciudad y hoy sigue siendo un lugar de esparcimiento para pasear en sus orillas o, incluso para bañarse. Pues sí, las gentes de la ciudad se bañan en el río, es más, lo hacen de una forma muy peculiar. Se lanzan al río para bajar por él arrastrados por la corriente dos o tres kilómetros. Pero no lo hacen solos, se llevan consigo sus pertenencias en unas bolsas impermeables a las que se agarran para bajar. Me pareció una idea super divertida pero yo no lo hice, no me veía preparada para ser arrastrada por el Rin, con mi agilidad podría terminar en Rotterdam fácilmente…
Sí que hicimos otra cosa muy divertida en el Rin, atravesarlo en una de las “barcas” especiales que se mueven por el río a través de cables. Se trata de unas barcas especiales que están unidas a una especie de cuerda guía que va de una orilla a otra y que se mueven gracias a la corriente y al juego de la guía. Se pueden tomar en un pequeño embarcadero en la zona de San Albano. Me pareció una experiencia muy original, además no se tarda nada en cruzar el río.
Que ver en los alrededores de Basilea
Además de Basilea en sus cercanías hay muchas cosas interesantes para visitar. Es cierto que nosotros, en esta ocasión (no es/será la única) estuvimos cuatro días y que teníamos como campo base Basilea y disponíamos de transporte propio. Por ello, pudimos visitar la zona de Colmar en Alsacia, visitar Friburgo y el inicio de la Selva Negra y los alrededores de la ciudad. Si tienes más días no te pierdas estos lugares.
Museo Vitra
Nada más llegar te sorprenderá por sus edificios y arquitecturas. El edificio principal de este museo dedicado al diseño industrial y al mobiliario fue construido por Frank Ghery. Junto al museo Vitra está el Vitra Campus y la tienda Vitra que es maravillosa. Es un museo muy reciente en el que se han llevado a cabo grandes retrosprectivas sobre los grandes diseñadores y arquitectos contemporáneos como Frank Lloyd Wright o Charles y Ray Eames. Me gustó tanto que me gustó hasta la tienda en la que puede ver todas la sillas Eames y cómo se fabrican.
Visitar Friburgo
Friburgo es una pequeña y encantadora ciudad alemana que se encuentra muy próxima a Basilea y cerca también de la frontera con Francia. Es una ciudad muy agradable que se puede recorrer fácilmente a pie y en la que, tengo que decir, se come muy bien. Si tienes tiempo para pasar unos días por la zona no te pierdas esta ciudad porque merece la pena y además es la puerta para visitar la Selva Negra y sus montañas.
Colmar
A una hora en coche de Basilea, aunque también se puede llegar en transporte público con la red de trenes, se encuentra el precioso pueblo de Colmar. Es cierto que siendo tan bonito suele estar abarrotado sea cual sea la época del año en la que lo visites. Todavía no he escrito sobre Colmar pero, sin duda, pronto le dedicaremos algún post a este lugar tan encantador.
Augusta Raurica
A unos 10 kilómetros de Basilea se encuentra Augusta Raurica, la antigua ciudad romana y el mejor sitio arqueológico de la Suiza bajo el imperio. Es un lugar que a mí, personalmente, me sorprendió mucho conocer ya que no me lo esperaba. Augusta Raurica fue la capital de la colonia romana en la zona durante el siglo II y en ella se conservan algunos intersantes restos como el gran teatro romano. Es una excursión muy rápida e interesante desde Basilea si tienes un ratito.