Este verano tan español me ha traído gratas sorpresas entre pueblos, playas y ciudades. Una de las más inesperadas fue Sepúlveda, un pueblo encantador en la provincia de Segovia del que ya había escuchado hablar pero no conía. Sepúlveda conjuga una buena cantidad de atractivos culturales, naturales y gastronómicos. Por estos tres motivos, que os voy a relatar en este post, me pareció un sitio perfecto para pasar un fin de semana. Nos vamos de escapada a Sepúlveda para conocer su patrimonio histórico, los alrededores y el entorno del río Duratón y, como no, lo bien que se come en sus restaurantes.
Escapada a Sepúlveda un fin de semana
Un poco de historia
La actual villa de Sepúlveda ocupa el lugar donde se ubicó en época prehistórica un antiguo castro céltico de la tribu de los arevacos. Con el paso del tiempo y de los romanos por la Península sería también habitada por estos. De esta época existen todavía algunos restos no en la localidad en sí, sino a pocos kilómetros, la antigua ciudad de Confluenta, en Duratón. En la misma ubicación se asentaron tiempo después los visigodos, cuyas huellas se han mantenido en una gran necrópolis con cientos de sepulturas.
Con el arribo de la repoblación cristiana llega también la mención de Sepúlveda como villa, ya reconocida en el siglo X. En el siglo XI el Conde de Castilla, Fernán González, concedió a la Villa de Sepúlveda su propio Fuero. Es decir, la capacidad de un cierto autogobierno que además permitía una seguridad para los repobladores en una zona bastante “peligrosa” por ser fronteriza. El Fuero no sólo afectaba al pueblo que hoy conocemos como Sepúlveda, sino a otros 37 de su comarca y alrededores.
En 1468 se produce la expulsión de los judíos de la villa y se reconoce la soberanía de los futuros reyes, los Católicos, ante Enrique IV. Durante aquellos siglos se va formando en Sepúlveda un importante lugar para el comercio y los negocios al ser “cabeza” de comarca. Con la llegada del siglo XIX, la localidad sufrió el asedio de las tropas francesas y, tras la Guerra de la Independencia, también fue asediada y tomada durante las Guerras Carlistas.
Ya en el siglo XX, la Guerra, en este caso la Civil, también tuvo cierta repercusión en el pueblo, donde hubo un mando que concentraba las operaciones de Somosierra. En la actualidad, Sepúlveda es un pueblo hermoso con muchos recursos patrimoniales y artísticos.
Puedes escuchar el podcast de MarchArte sobre Sepúlveda
Qué ver en Sepúlveda
Cuando llegué a Sepúlveda fui improvisando en cuanto a los sitios que ver, me dejé un poco guiar por lo que me llamaba la atención y, así, fui recorriendo las calles del pueblo sin ninguna prisa. Creo que vi todos los lugares fundamentales y más turísticos del pueblo, pero, sobre todo, disfruté mucho de las horas que pasé en este pueblo.
Plaza de España
Es el corazón de la vida social y cultural de la villa de Sepúlveda y, por supuesto, pasarás por ella. Es una plaza irregular flanqueada por edificios de factura barroca que, salvando las diferencias monumentales, a mí me recordaron a las hechuras de la Plaza Mayor de Salamanca. En el frente el singular edificio del Reloj y por detrás de este los restos de lo que fue el castillo y las murallas de la villa.

Antigua Cárcel
En uno de los lados de la plaza, al lado de la muralla, está el edificio que cobijó la cárcel de Sepúlveda. Hoy en día, este edificio renacentista (siglo XVI) alberga un centro de interpretación con una exposición permanente sobre la cotideaneidad en este tipo de lugares. La visita es muy interesante ya que no hay muchos museos dedicados a este tipo de sitios. El itinerario recorre las tres plantas del edificio, en el recorrido se desarrollan la historia del propio edificio, de algunas personas relacionados con la villa y de la vida en reclusión. La entrada cuesta 3€, actualmente hay restricciones de aforo y está abierto de miércoles a domino en horario partido de mañana y tarde.

Las murallas
Además de los restos del castillo que se pueden ver en la Plaza de España, también hay algunos otros elementos que nos evocan la presencia de un espacio fortificado en Sepúlveda. Entre ellas se encuentran diferentes puertas como la del Río, la del Azogue o la del Ecce Homo. Esta última está muy bien conservada e integrada entre edificios, pasarás por ella de camino a la iglesia de Nuestra Señora de la Peña.
Nuestra Señora de la Virgen de la Peña
En casi las afueras del pueblo, se encuentra uno de los templos principales de la villa, la Iglesia de la Virgen de la Peña. Se trata de una iglesia de origen románico, como otras muchas construcciones de la zona. Sin embargo, no es que reste mucho de medieval en la iglesia, tan solo parte del pórtico con un Pantocrator junto con los símbolos de los Apóstoles y diversa decoración románica.

Junto con la Iglesia se encuentra una pequeña cueva dedicada a la Virgen de la Peña y un mirador fantástico con unas vistas maravillosas a las primeras hoces del río Duratón. Desde esta zona se pueden hacer algunas rutas de senderismo que, además, están muy bien señalizadas y no presentan dificultades.

Iglesia del Salvador
Sin duda, para mí, es uno de los mejores ejemplos del románico en Segovia. La Iglesia del Salvador está situada en lo alto de la localidad y es una de las más bonitas de la misma. Se trata de un templo románico del siglo XI con una típica galería porticada decorada con columnas y capiteles figurados. La imagen de la iglesia en lo alto de Sepúlveda se puede ver desde las calles inferiores o desde algunos de los miradores (como el de Zuloaga o el de la calle Espinacar), me pareció bellísima.

Iglesia de San Bartolomé
En pleno centro de la villa, prácticamente en uno de los lados de la Plaza de España se localiza esta pequeña iglesia. No pude entrar porque estaba cerrada. El exterior es muy sencillo, es un rincón encantador y perfecto para hacer algunas fotos por el bonito crucero que la adelanta.

Calles, plazas y miradores
Con Sepúlveda me pasó un poco como con Atienza, que me encantó caminar sin rumbo disfrutando de sus calles y de su arquitectura. Algunas de sus calles tienen rincones preciosos gracias ,por un lado, a algunos edificios de cierto carácter señorial, como el Palacio de Sepúlveda con su fachada blasonada y otros ejemplos de arquitectura tradicional con soportales o pórticos.
Entre estas calles, en la antigua iglesia de San Justo y San Pastor, se encuentra el Museo de los Fueros. Una colección que recoge el arte y la imaginería de la villa, algunos documentos y un vídeo de pocos minutos que explica el porqué de la muestra.
Sepúlveda vista desde fuera y desde dentro es bellísima. Si llegas por la carretera desde la SG-241 hay varios sitios para pararse y disfrutar de las vistas. En la villa también hay algunos miradores muy chulos, desde los que se ve Sepúlveda pero también el río Duratón.

Los alrededores de Sepúlveda
Como ya os he dicho, llegué a Sepúlveda un poco porque allí me llevó el viendo. Había estado en la provincia de Palencia y en algunos pueblos de Valladolid. En el camino hice algunas paradas, otras las había realizado en otros viajes. Por supuesto, una de las visitas indispensables cerca de Sepúlveda es la capital de la provincia, puedes visitar Segovia y Sepúlveda en el mismo fin de semana.
- Fuentidueña, este pequeño pueblo de la provincia de Segovia se encuentra a una media hora en coche. Se trata de un conjunto de Interés Cultural porque alberga una antigua necrópolis celtibérica y una imponente fortificación de la época de la repoblación cristiana. Además, junto al río, se encuentra la iglesia de Santa María La Mayor, de época románica y en la entrada del pueblo el antiguo Convento de San Francisco, hoy hotel.
- Pedraza es uno de los pueblos más bonitos de España, es uno de esos bellísimos pueblos medievales que han llegado a nuestros días con muy buen estado de conservación. Además de unas preciosas calles empedradas famosas por su iluminación con velas, Pedraza tiene un Castillo que no te puedes perder.
- Riaza, Ayllón y los pueblos rojos: no muy lejos de Sepúlveda se encuentras algunos conjuntos arquitectónicos tradicionales muy originales. Por un lado, los pueblos rojos, cuyo color es debido a su característica piedra de construcción, uno de los más bonitos es Madriguera. Riaza tiene una Plaza Mayor que merece una visita imprescindible.

Datos prácticos
Dónde comer en Sepúlveda
Pues sí, también de gastronomía vive el blog y así lo demostramos siempre que podemos. Lo más típico en Sepúlveda es comer cordero asado, sólo tendrás un problemilla, si vas solo es más difícil encontrar sitios en los que te pongan asados de cordero individuales.
Uno de los mejores restaurantes para comer cordero, que me recomendaron además en el hotel, es el Figón de Tinín (Zute el Mayor). Se trata de un típico asador a la antigua, justo al lado de la Plaza de España en una de las galerías porticadas. Su carta es muy escueta, tiene cuatro platos contados: un cuarto de cordero asado, cabeza de cordero, ensalada o entrantes, además de varios postres. La mayoría de los restaurantes en Sepúlveda son asadores y ofrecen cordero lechal asado en diferentes formatos, pero no te preocupes que también tienes otras opciones.
Otro de los restaurantes que os recomiendo es El Señorío de Sepúlveda. Está muy céntrico también y fueron muy amables, estaba bastante lleno pero me hicieron un hueco en la parte del bar. El restaurante está en la primera planta del edificio, abajo está la barra con un par de mesas. Este restaurante tiene carta y también menú del día, con el que quedarás bastante lleno, de hecho yo no tomé ni postre, ni pude terminar ninguno de los platos que me pusieron.

Dónde dormir en Sepúlveda
Sepúlveda ofrece varias opciones de alojamiento que podéis encontrar haciendo un click en la página de booking. Para mí, la opción ideal es el Hotel Rural Vado del Duratón, en pleno centro del pueblo prácticamente al lado de la iglesia de los Santos Justo y Pastor. El Vado del Duratón es un hotel muy familiar, tiene una veintena de habitaciones y está situado en un edificio totalmente integrado en la arquitectura sepulvedana. El sitio es muy agradable, las vistas desde algunas de las habitaciones dan a una de las calles más bonitas de Sepúlveda, con el Palacio de Sepúlveda en frente y la iglesia que os mencionaba. Sin duda, si váis a pasar el finde a esta villa, echad un vistazo al Hotel Vado del Duratón en booking, no os va a defraudar.
En resumen, aunque yo elija este hotel, los que vi en booking me parecieron muy chulos y me dio la sensación de que Sepúlveda tiene una gran oferta hotelera y a buen precio.

¿Cómo llegar?
Sepúlveda es un pueblo precioso para pasar un fin de semana entre su centro urbano y sus alrededores. Llegar desde Madrid en coche es bastante sencillo y lo harás en una hora y media más o menos (depende de donde estés en Madrid). Para ello hay que tomar la A1 en dirección Burgos y recorrer 110 kilómetros hasta la salida: Castillejo, Riaza, Sepúlveda. Allí puedes tomar la SG-234 y seguir por ella hasta “El Olmo”, donde continuarás por la SG-232/SG-234.
Desde Burgos es justo el recorrido contrario, la A1 dirección Madrid hasta la misma salida 110. Desde Burgos se tarda poco más de una hora y cuarto, es decir está a medio camino entre Madrid y Burgos.
Yo llegué desde la zona de Valladolid, en concreto desde Peñafiel y recorrí varias carreteras secundarias muy tranquilas (VA y SG-241, una carretera para el slow travel).
Tanto desde Madrid como desde Segovia se puede llegar a Sepúlveda en autobuses de línea regular. En Madrid todos salen de la estación e intercambiador de Avenida América y están gestionados por la compañía Linecar. Los que la unen con Segovia también pertecen a la misma empresa.
