No es difícil comprender, si conoces un poco Palma de Mallorca, cómo esta ciudad se ha convertido en una de mis preferidas en España. Además de ser una ciudad de un tamaño agradable y muy vivible, de tener una playa magnífica a pie de centro y estar en una isla maravillosa, Palma atesora historia y arte para dar y regalar entre sus calles. Recorrer el entramado medieval del centro, pasear a través de las calles sembradas de bellos edificios modernistas o encontrar rincones renacentistas en sus patios, son tres posibilidades arquitectónicas que te ofrece esta ciudad. Hoy, recorremos algunos de sus lugares más significativos a través de tres rutas por Palma de Mallorca: la ruta medieval, la renacentista y barroca y la modernista. Acompáñanos en este paseo tan interesante.
3 rutas por Palma de Mallorca para conocer su arquitectura
Ruta medieval: el gótico en Palma
Cuando en el siglo XIII Jaime I otorgó a Jaime II la isla de Mallorca, comenzó una periodo muy intenso de reconquista y construcción en la isla. El Reino de Aragón quedó en manos de Pedro el Grande y la isla, junto con el resto de las Baleares y algunos otros territorios como Cerdeña o el Rosellón, formaron el Reino de Mallorca. De esta época y los consiguientes siglos son muchos los monumentos que se conserva en Palma, bellísimos lugares que conforman una interesante ruta por la arquitectura gótica. Entre ellos destacan: la Catedral de Palma, la Almudaina, la Lonja, la iglesia y Claustro de San Francisco, la iglesia de la Santa Creu. Es cierto, que algunos de estos edificios estarían prácticamente en nuetras tres rutas por Palma, como es la Catedral, ya que tiene elementos góticos, renacentistas, barrocos y modernistas.
La Catedral de Palma de Mallorca
No se puede hacer una ruta arquitectónica en Palma sin visitar la Seu, el monumento más importante de la ciudad y una de las más interesantes de España. No solo su arquitectura es bellísima, sino también la ubicación frente al mar, es una delicia. El inicio de la construcción de la obra se remonta al inicio del Reino de Mallorca en el siglo XIII. El desarrollo de las obras de la Catedral de Palma llegaron hasta el siglo XVII por lo que además de los elementos góticos también descubrirás algunas zonas de época renacentista y barroca. Por supuesto, hubo reconstrucciones en el siglo XIX y XX, por lo que casi todos los estilos se concentran en este monumento.
En el siglo XIX la catedral sufrió diferentes percances entre los cuales hubo, incluso, un terremoto, por lo que algunas de sus bóvedas desaparecieron. De esta forma en el inicio del siglo siguiente Antonio Gaudí hizo algunas reformas.
Los elementos góticos más significativos de la Seu son su planta y su alzado, típico del gótico levantino con una planta de salón con tres naves y capillas laterales. La fachada principal de la Catedral, es decir, la que se levanta frente a la Almudaina pertenece ya a la mitad del siglo XVI aunque tiene todavía elementos muy similares a los de la decoración gótica. Es un momento de transición, sin embargo, entre el Renacimiento y el Manierismo que no se ve tan claro en esta fachada. Solo la portada de la fachada es de esta época, el resto es una restauración posterior al terremoto de 1851.
La Catedral de Palma, en su interior, es un compendio de diferentes épocas, que con ciertas luces de la mañana es un auténtico espectáculo. A las doce del medio día, con la música y la luz, se crea un ambiente muy singular. ¡No te lo pierdas!
El Palacio Real de la Almudaina
Este interesantísimo edificio comenzó a construirse también al inicio del siglo XIV, durante el reinado de Jaime II y sobre un antiguo palacio alcázar árabe. Desde entonces se convirtió en la sede de la corte de Mallorca y ha llegado hasta nuestra época como parte de Patrimonio Nacional y como Palacio Real.
Una de las partes más bellas es el Salón Mayor, Tinell o Salón Gótico que se construye en esa primera época. Se trata de un amplio espacio techado con arcos apuntados muy rebajados que forman un espacio muy original. El exterior de la Almudaina con su galería hacia el mar es un bellísimo ejemplo de pórtico.
La Lonja de Mallorca
Con el paso del tiempo, ya en el siglo XV, se inicia la empresa de la Lonja de los Mercades. Sin duda, esta obra arquitectónica es un ejemplo excepcional en nuestras rutas por Palma de Mallorca. El interior es bellísimo, una planta formada por cuatro naves a la misma altura separadas por extrechas y altas columnas helicoidales, es decir, retorcidas, que terminan en neervios que se incrustan directamente en las bóvédas que cubren la lonja.
Esta Lonja será el modelo para otras como la también preciosa Lonja de Valencia y algunos otros edificios más. El exterior es bastante sencillo, con un cierto aspecto de fortificaión con torrecillas octogonales en las esquinas y una bonita portada gótica. En el centro de la portada, bajo los arcos apuntados, reside una gran escultura del Angel custodio que se atribuye al arquitecto de la lonja Guillem Sagrera.
Otros edificios góticos
Entre los edificios góticos más detacables de Palma están algunos religiosos como la iglesia de Santa Creu, el Convento de Santa Clara, la de Sant Jaume y el gran convento de San Francisco. Es imprescindible en esta ruta visitar la iglesia y el Claustro de San Francisco, el más bello de toda Palma. Este bellísimo y gran claustro es un precioso ejemplo de arquitectura del siglo XV con pandas de arcos lobulados en la parte inferior. La parte más alta pertenece ya al siglo XVI. En la iglesia también hay restos de su estructura gótica, una planta con tres naves separadas por grandes arcos apuntados y bóvedas de crucería. La fachada, sin embargo, es posterior y el rosetón pertenece ya al siglo XVII.
Ruta entre el Renacimiento y Barroco: patios
Si el gótico dejó impresionantes obras monumentales en Palma, el renacimiento trajo consigo la evolución de los edificios civiles a través de numerosos palacios y casas nobles. Es cierto que el gótico y el modernismo son mucho más significativos en la ciudad, no podemos dejar de recorrer en nuestras rutas por Palma de Mallorca algunos edificios renacentistas.
El final del gótico mediterráneo comienza a fundirse con el nuevo estilo llegado de Italia. No podemos olvidar las grandes influencias entre lo que hoy son los dos países y como el comercio y las rutas comerciales se llenaron también de artistas y de libros. Carlos V y Felipe II visitaron Mallorca y transmitieron esas influencias renacentistas en las obras de las que participaron en su época.
Edificios religiosos
Ya hemos hablado de la fachada renacentista con elementos todavía góticos de la Catedral de Palma, la de la Almudaina, pero no será el único ejemplo de edificio religioso con elementos renacentistas. La construcción en la última década del siglo XVI ilustra perfectamente el inicio de las corrientes contrarreformistas evocando la figura de la Inmaculada Concepción.
El Coro de la Catedral de Palma también es un bellísimo ejemplo de decoración renacentista. Aunque ya desde época medieval hubo un coro “provisional” (según cuenta el profesor Santiago Sebastían en Arquitectura del Protorrenacimiento en Palma), el actual pertenece al inicio del siglo XVI. En esta misma época se realiza también el Púlpito de la Catedral, obra de Juan de Salas (1.529).
Otro de los edificios religiosos de esta época es el Palacio Episcopal, en la actualidad sede del Museo Diocesano. El Palacio, prácticamente al lado de la Catedral, sufre varias obras entre el final del siglo XVI y el inicio del siguiente.
Los patios renacentistas y barrocos
Lo que más me llamó la atención de la arquitectura renacentista en Palma son sus patios. En casi todos los edificios civiles del siglo XVI, XVII y XVIII se llevaron a cabo patios como elementos distributivos de las estancias y desde donde se organiza la vida cotidiana y familiar.
Entre ellos destacan Can Descatllar, la casa del Marqués de Palmer, una casa medieval que fue reformada en la mitad del siglo XVI. El patio sigue el modelo de los patios renacentistas de Palma, con plantas irregulares con cuatro lados, un vestíbulo principal con artesonado de madera, grandes escaleras y arcos rebajados en las galerías.
El patio de Can Oleza (Carrer d’en Morey, 9), posterior en el tiempo pero de la misma factura (ya siglo XVII), es bellísimo. Se trata de un gran rectángulo con tres galerías formadas por un únivo arco rebajado con columnas jónicas y capiteles.
Los patios renacentistas darán pasos a otros posteriores en los siglos en los que ya impera el barroco. Serán el modelo de otros patios de casas como Can Solleric (Pseig des Born, 27), una obra de mitad del siglo XVIII con elementos muy similares a los del XVI.
En esta ruta puedes encontrar algunos otros patios como los de Can Balaguer (Carrer de la Unió, 3), Can Vivot perteneciente al inicio del siglo XVIII (Carrer de Can Savellà, 4), Can Crespí (Carrer de Sant Roc, 1) o el Museo de Mallorca (Can Gran Cristiana en Carrer de la Portella, 5).
Ruta modenista
Entre nuestras tres rutas por Palma y su arquitectura no podían faltar los edificios modernistas, un estilo que es una referencia en la ciudad. Al igual que pasó en Cataluña, en los últimos años del siglo XIX y el inicio del XX, comenzó un movimiento arquitectónico que sería significativo y dejaría alguno de los mejores ejemplos de arquitectura en Palma. A las ideas de los catalanes Gaudí, Domènech y Montaner, etc… le siguieron algunos otros baleares menores como Rynés, Bennássar o Roca.
Gran Hotel de Palma
El Gran Hotel de Palma es un ejemplo único en la ciudad. Este magnífico edificio, que ahora es parte de la Fundación La Caixa, fue construido por el arquitecto modernistas Lluis Domènech y Montaner entre 1901 y 1903. El arquitecto catalán, el mismo que construyó el Palau de la Musica Catalana o las Casas Fuster, Lleó o Lamadrid en Barcelona, dejó en Palma uno de los mejores ejemplos del modernismo y fue el principal desarrollador del estilo en las islas. El Gran Hotel tiene un fantástico repertorio decorativo plenamente modernista con elementos vegetales y florares propios de la época.
Almacenes El Águila y Can Rey
Can Rey (Forteza) es uno de los edificios residenciales más bonitos de Palma. Se sitúa muy cerca de la Plaza Mayor y, por cierto, en su parte baja en la actualidad hay un horno con ensaimadas maravillosas (Sto. Cristo). Cada vez que paso por esta calle me quedo embobada mirando las galerías que decoran las fachadas del edificio y los mosaicos de cerámica de las partes superiores. Evidencian, claramente, un modernismo gaudiano muy cercano al catalán. El edificio al lado de Can Rey es el de los Almacenes El Águila, muy similar en la decoración y el estilo, forman un conjunto muy peculiar e imprescindible en el modernismo mallorquín.
Edificio Casasayas y la Menorquina
Otro extraordinario ejemplo de arquitectura modernista es el conjunto que forman la pensión Menorquina y el edificio Casasayas. Dos edificios exactamente iguales, separados por una calle que forman una simetría idéntica entre formas ondulantes y grandes balcones y galerías. Los ojos de los balcones y las formas ondeantes recuerdan mucho a los edificios de la Casa Batlló o la Pedrera de Gaudí.
En esta ruta modernista también visitamos algunas fachadas de comercios de la época como el Horno del Teatro. Se trata de una decoración en madera que enmarca puertas y ventanas de este horno, todavía en activo, con elementos vegetales muy propios de este estilo.
¿Qué te han parecido nuestras tres rutas por Palma? ¿Echas en falta algún edificio significativo de la arquitectura de la capital balear? Sin duda, Palma atesora un patrimonio arquitectónico único y estas rutas son solo un punto de partida para conocerlo. Si visitas Mallorca para disfrutar de la playa o simplemente quieres pasar un fin de semana en Palma de Mallorca no dejes de visitar estos lugares tan característicos.