Puede ser que las ganas de salir de casa y de escaparme unos días hicieran que me gustase sobre manera este pueblo de Guadalajara. Atienza, mi primer fin de semana de turismo por España, tras el desconfinamiento del Covid me llenó de emociones y sensaciones. Por supuesto, aunque mucho tengan que ver esas ganas, Atienza es un pueblo encantador en el que da gusto pasear por sus calles, descubrir sus museos e iglesias, disfrutar sus rincones y, como no podía ser de otra forma, probar su gastronomía.
Atienza en un día o un fin de semana
Qué ver en Atienza
Desde que visité Sigüenza tenía muchas ganas de pasar un fin de semana en la zona de Atienza y por eso la elegí como base de los días que pasé por la zona. Más adelante os cuento dónde me alojé en este pueblo y por qué lo hice allí. Atienza poco tiene que envidiar a Sigüenza, o nada, no sabría ahora mismo cual de los dos pueblos me gustó más porque en los dos tuve muy buenas sensaciones. Atienza se puede recorrer muy bien en un día, tiene varios lugares y atracciones que no te puedes perder, pero también, para mí, lo importante en este tipo de viajes es disfrutar. Un poco de slowtravel, con calma y gozando las sensaciones de volver a viajar es una de los recuerdos que me traje de esos días en Guadalajara.
Pero vayamos al tema. Atienza es una villa medieval, con su castillo e iglesias de la época. Su gran patrimonio histórico, procedente en gran parte de la Edad Media, le concedió el título de Conjunto Histórico Artístico en 1962. No tengo duda y para mí Atienza es uno de los pueblos más bonitos de Guadalajara y de España.
Mi recorrido en Atienza
Atienza es pequeño, se puede recorrer muy fácilmente a pie. Yo aparqué mi coche en mi hotel, el antiguo Convento de Santa Ana y fue desde allí desde donde comencé la visita. Evidentemente la ruta puede hacerse en cualquier sentido. También tened en cuenta que yo dormía allí y que por la mañana también visité algunas cosas (aunque me cayó un chaparrón que ni fotos pude hacer).
Iglesia de San Gil Museo de Arte Sacro
Empecé el recorrido por la Calle de las Herrerías que me llevó directamente a la iglesia de San Gil. En esta iglesia, de origen medieval, se sitúa uno de los museos de la localidad que son el de arte Sacro, el arqueológico y el paleontológico. Lo más interesante de la construcción de la iglesia son los restos del ábside del siglo XII que todavía se conservan. La iglesia sufrió diferentes reformas, entre ellas las fachadas que pertenecen al siglo XVI, con clara decoración renacentista.

En el interior se conserva una colección de arte “sacro”, es decir, objetos y obras de arte religiosas. Es simplemente cuco, no esperéis obviamente obras como las del Museo del Prado.
Continué mi recorrido, un tanto sin rumbo, hasta llegar al antiguo Palacio de Atienza, un edificio histórico que hoy ocupa un hotel y restaurante. En la zona, entre las calles, encontrarás preciosos edificios de piedra, casonas con algunos escudos y con un aspecto señorial que recuerdan lo próspero que debió ser Atienza siglos atrás. La Calle del Pozuelo está llena de bonitas casas y también de una fuente histórica, en la que hay incluso un escudo de la localidad.

Plaza de España o del Ayuntamiento
La calle del Pozuelo desemboca en una de las entradas de la plaza de España. Su aspecto triangular es muy original, en el centro una gran fuente de granito y algunas terrazas que ya empezaban a poblarse de los que como yo empezábamos a hacer turismo. El Ayuntamiento de Atienza preside la Plaza, se trata de un gran edificio barroco con un gran escudo en la parte superior y con su reloj y campanario. En la parte inferior una arcada de soportales, muy agradable en los días de verano.

En una de las salidas de la plaza se encuentra la Casa o Posada del Cordón, actualmente oficina de turismo, y antigua casa nobiliaria de la villa. El nombre se debe al gran cordón que preside la fachada enmarcando la portada y que recuerda, no solo por su nombre, al de la célebre casa burgalesa.
Iglesia de San Bartolomé
Me encaminé a la iglesia de San Bartolomé, que me pareció una auténtica joya con su arquería exterior, para ver el museo de Paleontología. La iglesia tiene una galería porticada adelantada a la nave construida en el románico y es bellísima. El interior es bonito también y está bastante restaurado por sucesivos trabajos en los siglo XVI y XVII.
En la iglesia se conserva una colección de arte sagrado, por ejemplo, en la sacristía casullas y objetos litúrgicos, algunas esculturas religioas de diferentes épocas y pinturas varias. Lo más llamativo, sin duda, es la colección que hay en el museo. Un conjunto de fósiles como pocas veces he visto, de todo tipo y de lugares remotos del mundo. Es muy curioso que el párroco de Atienza haya hecho este gran trabajo de recolección.

Volví en la misma dirección en la que había llegado para volver a pasar por la Plaza de España y pasar por el famoso Arco de Arrebatacapas y acceder a la Plaza del Trigo. Esta puerta de entrada formaba parte de la muralla de la ciudad y es uno de los lugares más pintorescos que ver en Atienza. Este arco de época gótica, se observa bien su línea apuntada, lleva un nombre tan curioso gracias a una de las cofradías del pueblo, La Caballada. Sus caballeros, al atravesarlo, parece que por alguna circustancia (que desconozco) perdían sus capas. ¡Curiosidades!

Plaza del Trigo
La Plaza del Trigo me pareció absolutamente encantadora. Se trata de un gran espacio poligonal (que querría ser rectangular) en cuyos laterales se sitúan edificios típicos de la arquitectura castellana, con una o dos plantas sobre un piso bajo con galerías adinteladas. En el otro lateral está la Iglesia de San Juan Bautista. Esta iglesia, la mayor de las iglesias atencinas, construida en el renacimiento sobre otra medieval que ha desaparecido.
La Plaza del Trigo también es conocida como Plaza del Mercado, ya que albergaba los mercados e intercambios comerciales desde siglos atrás. Tengo que decir que tanto me gustó esta plaza que estuve un buen rato por la noche haciendo algunas fotos y probando la cámara, porque me quedé embobada con su arquitectura encalada con vigas de madera.

Todavía se conservan en Atienza algunos palacios renacentistas y casas señoriales, como la Casa del Cabildo que está en una de las esquinas de la Plaza del Trigo. En la Calle de Cervantes también se pueden encontrar algunos ejemplos con algún escudo o blasón. Esta calle te conducirá a la plaza de Toros y a la iglesia de la Santísima Trinidad.
Museo de la Santísima Trinidad
La iglesia de la Santísima Trinidad es de factura románica y pertenece al siglo XIII. Cuenta de ello da su ábside exterior, aunque las modificaciones posteriores han ido variando la estructura y decoración de la iglesia que se mueve entre bóvedas góticas y portadas renacentistas.
En el interior, además de los retablos de al altar mayor y las capillas laterales, lo fundamental es visitar el museo de obras religiosas. Entre estas se sitúan algunas de cierto renombre, por ejemplo, un Cristo del Perdón obra de Luis Salvador Carmona (S. XVIII). También, dentro del museo, hay una parte dedicada a la cofradía de la que hablábamos anteriormente, la de La Caballada.
Las murallas de Atienza
La villa de Atienza tuvo recinto amurallado al ser un lugar de cierta importancia en las batallás que se llevaron acabo en la Edad Media. Las murallas no solo rodeaban el castillo, que está en lo alto del páramo, sino que había un segundo círculo de muralla que circundaba la ciudad. En la actualidad se conservan tanto el primer cerco que rodeaba el castillo y formaba parte del actual pueblo y también algunos tramos del segundo cerco.
Las murallas de Atienza tienen algunas puertas de entrada, como el de Arrebatacapas entre la Plaza del Trigo y la de España, el de salida o el de La Virgen. También cuenta con pequeños torreones que le aportaban seguridad y un aspecto defensivo.

El Castillo de Atienza
El de Atienza tiene aspecto de castillo de cuento, de esos castillos medievales que en cuanto pensamos en ello nos vienen a la cabeza. La parte alta del páramo siempre ha estado ocupada desde siglo atrás, por este han pasado celtíberos, árabes y cristianos tras la reconquista. Tan famoso fue este castillo que aparece incluso en el Cantar del Mío Cid.
El castillo era un auténtico fuerte, ya que se asentaba sobre un promontorio de piedra y tenial la muralla como protección. En la actualidad, del edifició en sí queda muy poco, la gran torre del Homenaje y la línea de defensa. Si visitas el castillo en una jornada de calor acuérdate de llevar un poquito de agua para el camino. El castillo no tiene entrada, se puede visitar y hacer unas fotos desde sus cercanías.

Algunas otras cosas que ver en Atienza
Si todavía tienes ganas de pasear y de cosas que ver en Atienza te cuento algunas más. Hay algunas iglesias más en la villa, entre ellas la de San Salvador, situada fuera del centro histórico, más allá de la muralla. La Iglesia de Santa María del Rey, medieval (siglo XII) también conserva su ábside románico y una preciosa portada románica también. Me parece siempre muy original la composición de este tipo de fachadas con numerosas figuras talladas en piedra. También tallados los canecillos de la parte superior.
También extramuros está el Convento de San Francisco o, mejor dicho, el ábside del que fue aquel convento. De aquel convento del siglo XIII solo queda el ábside decorado con arcos apuntadísimos como ejemplo decorativo del gótico.
Dónde dormir en Atienza
Disfruté mucho de mi estancia en Atienza y tuve a esta villa como centro de operaciones. Para ello me alojé en el Hotel Convento de Santa Ana. Este hotelito, encantador y muy moderno, está situado en un edificio histórico que fue un convento en el siglo XVIII. Del convento quedan la estructura exterior y algunos elementos como una pequeña capilla que sirve de estancia de descanso.
Las habitaciones, como todo el interior, están totalmente reformadas y son modernísimas. Me gustó mucho el hotel y el precio fue muy económico, la noche me salió por 46€ sin desayuno. Si quieres alojarte en el Hotel Convento de Santa Ana puede echar un vistazo a su precio en booking a través del enlace.
Dónde comer en Atienza
Por supuesto, en un fin de semana, también tuve ocasión de visitar algunos restaurantes y bares de Atienza (también comí en otros sitios de la zona). Sin duda, para mí, el mejor sitio que probé fue el restaurante Alfonso VIII. Ya había leído en Tripadvisor las buenas críticas que tenía y estaban totalmente en lo cierto.
Cené el sábado por la noche y cené muy muy bien. Pedí un entrante de anchoas que no es que fueran de la zona pero era lo más pequeño que había. Me encantó la presentación. Después tomé una hamburguesa de carne vacuna y estaba para chuparse los dedos. No pude ni pedir postre. Por cierto, los camareros/as fueron encantadores, un trato fenomenal.
También probé unos típicos torreznos en el bar Pedro, que está en la Plaza de España. Un sitio agradable para tomar un aperitivo o hacer una parada en el camino.

Cómo llegar a Atienza
Atienza está a algo menos de dos horas de Madrid en coche. Yo fui en coche porque me parecía lo más cómodo para hacer una ruta por algunos pueblos que quería visitar y que conforman una ruta románica muy interesante. Yo llegué “carretereando”, es decir, no fui directa a Atienza y tomé algunas carreteras más secundarias. Lo más fácil desde Madrid es tomar la A2 hasta el kilómetro 101 y allí coger la CM-1101. A unos 20 kilómetros hay que girar para tomar la GU-149 y sucesivamente la GU-148 hasta incorporarse en la CM-101.
Si vas a visitar sólo Atienza y quieres hacerlo en transporte público hay una línea de Alsa que llega hasta allí. La compañía no entra en el pueblo sino que deja a los usuarios y los recoge en la entrada.
Qué ver cerca de Atienza
El entorno de Atienza es muy interesante para pasar un fin de semana disfrutando de la provincia de Guadalajara. Realmente, la zona, es muy completa ya que atesora un buen número de iglesias románicas que pueden formar parte de una ruta por el románico en Guadalajara, pueblos bonitos como Hita, Jadraque o Sigüenza y lugares interesantes como las salinas de Imón.
Para mí, Sigüenza también merece un fin de semana ya que es una pequeña ciudad histórica muy completa. Estuvimos un fin de semana y, aunque se pueden combinar ambos pueblos, prefería hacerlo en distintos momentos. Sigüenza es uno de los pueblos más bonitos de la provincia y te sorprenderá el patrimonio monumental que tiene, distintas épocas y estilos concentrados en el mismo lugar.
Si estás interesado en el arte y la arquitectura románica cerca de Atienza se encuentran algunos de los mejores ejemplos de este estilo en la provincia. Entre ellos se encuentran:
- Ermita de Santa Coloma de Albendiego: este diminuto pueblo se encuentra a unos 20 minutos de Atienza. La ermita de Santa Coloma, a medio kilómetro más o menos del centro urbano, es una auténtica delicia artística. Fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1965 gracias a su belleza arquitectónica y a su preciosa cabecera medieval.
- Iglesia de San Bartolomé de Campinsábalos: a unos 30km de Atienza se encuentra otro pequeño pueblo con uno de los mejores ejemplos de románico rural en Guadalajara. No toda la iglesia es del mismo estilo, pero conserva algunos elementos como partes del muro, la cabecera y el ábside semicircular.
- San Salvador de Carabias es uno de los templos más espectaculares de este románico rural del siglo XII. Lo más sobresalientes son los porticos de sus fachadas, con arcos de medio punto sobre columnas dobles. Es un imprescindible en esta provincia.
