Mira que nos gusta hacer escapadas urbanas, visitar ciudades europeas cuando salimos de Madrid… Sin embargo, cada vez que nos escapamos a pueblos y entornos rurales, volvemos encantados. Porque sin duda, el patrimonio histórico, tradicional, popular pero, sobre todo, humano, de España es inmenso lo mires por donde lo mires. Nos ha pasado una vez más con Belorado, en la provincia de Burgos, que sin saber cómo pero sí por qué nos ha gustado mucho y nos ha hecho disfrutar de un gran fin de semana.
Visitamos Belorado gracias a la mediación de nuestros compañeros de Castilla y León Travel Bloggers, que como complemento perfecto a la asamblea anual organizaron una serie de visitas en la zona de Belorado que nos han permitido descubrir el patrimonio histórico e industrial del pueblo. Si te apetece hacer una ruta por un pueblo, que hasta prácticamente ayer, era para nosotros desconocido te proponemos la que nos hicieron desde la Oficina de Turismo de Belorado con el apoyo del Museo de Radiocomunicaciones y Beloaventura.
Qué ver, hacer y visitar en Belorado
Belorado y su Paseo del Arte
Nos fascina como algunos ayuntamientos deciden dar vida a sus pueblos a través del arte y la cultura utilizando recursos de todo tipo. Algunos explotan su patrimonio arquitectónico e histórico, otros emprenden nuevas vías como los concursos artísticos. Así nace el Paseo del Arte, un recorrido urbano por las tradiciones de un pueblo a través de murales de gran tamaño que representan diversos motivos y escenas relacionados con la localidad.
En Belorado el uso del mural como puesta en escena de la tradición del municipio ha sido un revulsivo y apoyo para la localidad, en los diferentes murales, de variados temas y escenas. Es fascinante descubrir como el oficio del zapatero cubre una de las fachadas laterales de una antigua casa de la localidad complementando así una de las plazas ciudadanas.
Escenas como el Juego de Bolos beliforano, o lo que es lo mismo, el juego de bolos tradicional de Belorado al que jugaban las mujeres en la calle con total libertad aparecen representados a lo largo de las fachadas de las viviendas. Pero hay escenas de todo tipo, murales dedicados al Camino de Santiago, que, por si no lo sabíais pasa también por Belorado, o a los danzadores del pueblo o incluso a jardines de lo más exótico y surrealista. Todo tiene cabida en este pueblo y todo tiene encaje en una población que disfruta de nuevas facetas del arte.
El Paseo del Ánimo
El Camino de Santiago se sumerge dentro del propio casco urbano de Belorado y transita a través de algunas de sus calles. Para poner en valor este recorrido urbano y, sobre todo, para infundir ánimo entre los peregrinos se pone en marcha este “Paseo del Ánimo”. Se trata de una serie de placas en el pavimento en las que se representan la huella del pie y la impresión de la mano de diferentes personajes de la vida cultural, social, deportiva etc…
Entre los nombres, figuran desde actores de Hollywood hasta grandes deportistas, que han hecho en los últimos años el Camino. Personajes del deporte tan conocidos como Fernando Romay, David de Gea, Edurne Pasabán o el exseleccionador nacional Vicente del Bosque han dejado su impronta en las calles de Belorado. No son los únicos, en total treinta nombres que muestran su apoyo a los caminantes.
Museo de Radiocomunicación
El Museo Internacional de Radiocomuniación Inocencio Bocanegra es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Belorado y sin duda, uno de los más sorprendentes. Este espacio expositivo nace de la gran colección de Inocencio Bocanegra que a lo largo de los años, desde su infancia, realiza en trono al mundo de las radiocomunicaciones. Este empresario burgalés ha conseguido reunir cientos de equipos de radio y elementos varios relacionados con la radiotransmisión en todos los aspectos de la vida. Así, se ha creado un museo dentro de un antiguo silo donde se dan vida a diferentes escenas de la historia militar, científica o aeronáutica.
A lo largo del museo, el visitante puede recorrer diferentes salas y espacios dedicados a momentos históricos representativos para las radiocomunicaciones a nivel mundial. El primero de ella es la recreación del Checkpoint-Charlie de Berlín, es decir, uno de los puestos que formaba parte de la frontera entre la ciudad este y oeste durante los años que duró en pie el famoso Muro de Berlín. Este espacio al aire libre, en uno de los patios, posee además un enorme tanque M-60 Patton, uno de los más famosos durante la Guerra Fría.
Interesante y muy agradable la recreación del Titanic. En ella se presesentan los camarotes de los viajeros de primera clase, con todos los objetos clásicos de un viaje en barco, ropas, maletas, etc… Pero lo fundamental de este espacio dedicado al gran barco es la Sala Marconi, es decir, la sala de comunicaciones del barco. Junto a ella, la sala de generación eléctrica y el camarote de los radioperadores de la empresa Marconi, que dio nombre a la sala.
Le siguen las salas dedicadas a la II Guerra Mundial y a la Guerra Fría, en ellas se desarrollan algunos de los momentos históricos de la primera como el Desembarco de Normandía el día D y el ataque de Pearl Harbour. Para mí la parte más espectacular del Museo Bocanegra es, sin duda, la parte dedicada a las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Un espacio impresionante donde se recrean tanto la parte exterior de las trincheras como los diferentes edificios: enfermerías, cocinas, zonas de descanso… Es simplemente impresionante el nivel de recreación y el tamaño, el más grande de Europa.
El Museo Bocanegra abre de Martes a domingo de 12:00 a 16:00 entre octubre y abril y hasta las 17:00 de mayo a septiembre. La entrada general tiene un coste de 7€ con algunas reducciones y gratuidades. Si quieres realizar el scape room que nosotros hicimos “Una cápsula del tiempo: Siglo XX” podrás realizarlo en un par de horas y con un coste de 8€ por persona.
Minas de manganeso de Puras de Villafranca
El complejo minero de Puras de Villafranca, una pequeñísima pedanía de Belorado, es una de las más antiguas de la zona. Los primeros datos que se conocen de estás minas se sitúan en 1799, cuando se hace referencia a la buena calidad del mineral extraído en este lugar. En el siglo XIX España se convirtió en un gran exportador de manganeso, sobre todo a Inglaterra, por lo que en estas tierras la economía se revitalizó gracias a yacimiento de manganeso.
Aunque la explotación dejó de utilizarse en los años 60, las minas vuelven a ser un revulsivo para la zona, en esta ocasión como punto de interés geológico y Bien de Interés cultural desde que se obtuvo tal declaración en 2011. Por todo ello, en los últimos años se han comenzado a realizar diferentes visitas guiadas a la parte de las minas de Puras, a los edificios que componían el complejo minero y también a la Cueva de Fuente Molinos.
La visita a las minas es una forma muy interesante de conocer cómo se realizaban los trabajos de extracción de este mineral en las diferentes fracturas de la montaña de Puras. El paseo, húmedo y con barros, no esperéis visitarlo vestidos de príncipes o princesas, se realiza a través de las galerías de diferente profundidad excavadas para extraer manganeso a diferentes alturas. Es interesante la visita sobre todo para conocer el tipo de trabajo y las condiciones que tenían los mineros de la época. La minería fue un trabajo duro de jornadas interminables alumbrados por el carburo y en condiciones muy precarias para la salud.
El recorrido por el complejo ofrece la visita a un “laboratorio” de experimentos con el manganeso, en el que mayores y pequeños descubre las diferentes reacciones químicas y usos de esta materia prima. El manganeso, en la actualidad, se utiliza sólo para la coloración y decoloración de vidrios y vidrieras. Pero sus diferentes cualidades y cambios en contacto con otros productos hacen de esta una experiencia muy interesante.
Para los más osados está la visita a la Cueva de Fuentemolinos. En este caso no se trata de galerías creadas de forma artificial para la extracción del manganeso, sino una cueva horizontal muy próxima a los yacimientos y totalmente natural. Esta cueva tiene cuatro kilómetros divididos en tres pisos a través de los cuales se puede hacer una experiencia de espeleología.
Otros lugares de interés en Belorado
Si con todas estas posibilidades todavía quieres visitar Belorado más a fondo este pueblo ofrece algunos lugares de interés histórico y patrimonial. Entre ellos la Iglesia de Santa María, un ejemplo de arquitectura renacentista del siglo XVI o los restos del antiguo Castillo sobre una elevación del terreno. La Plaza Mayor, también del siglo XVI, todavía conserva algunos edificios históricos, al igual que la Calle Mayor con la Casa Blasonada de los Salas.
No te olvides del Convento de Santa María de Bretonera, cuya iglesia es visitable y su origen se remonta al siglo XI, es decir, medieval. Poco queda de la antigua igelsia de San Nicolás de Bari, una de las más antiguas de Belorado. Tan solo resta su fachada, típicamente renacentista con medallones en sus enjutas, y la torre del reloj.
Datos prácticos de Belorado
Cómo llegar a Belorado
Belorado se encuentra a unos 45 kilómetros al noroeste de Burgos. Nosotros llegamos por carretera, a través de la Nacional 120. Esta carretera une Burgos con Santo Domingo de la Calzada y con la Autovía del Camino. Belorado tiene buena comunicación por carretera con Burgos e, incluso, con Madrid con diversas frecuencias de autobuses. Por supuesto, como parte del Camino francés, muchos de los viajeros y peregrinos que pasan por Belorado lo hacen a pie o en bicicleta.
Comer en Belorado
En Belorado hay un buen número de establecimientos de restauración. Nosotros desayunamos en el Bar El Paso, donde nos ofrecieron una tortilla de patata de esas de chuparte los dedos, un buen sitio para hacer un alto en la visita. A la hora de comer visitamos el Hotel Belorado, un lugar sencillo en el que degustamos platos tradicionales como caparrones, verduras, sopas, carnes y morcilla. Sin duda, comida elaborada con productos de la zona como los famosos caparrones de Ibeas, que en realidad, también tiene su variedad en este municipio, en el barrio de San Miguel.
Dormir cerca de Belorado
Como lugar de paso en el Camino, Belorado cuenta con numerosos albergues para peregrinos. La mayoría de ellos abren de marzo a octubre, mientras que los meses de invierno solo permanece en uso el albergue municipal. La llegada de peregrinos del Camino de Santiago ha convertido a Belorado en un hervidero de gente durante los meses de primavera y verano.
Nosotros no nos alojamos en Belorado sino en Burgos capital, donde la oferta hotelera es realmente amplica. El Hotel Ciudad de Burgos, en Rubena, se encuentra justo en la salida de la autovía, siendo así uno de los lugares más cómodos de la ciudad para hacer turismo rural en la provincia.