Visitar el Vomero en Nápoles es una de las mejores ideas que he tenido en este viaje a Campania. Si como yo, tienes varios días para visitar la capital campana, no te puedes perder este barrio tan diferente. Repleto de atractivos culturales y con, probablemente, las mejores vistas de la ciudad y del Golfo de Nápoles, el Vomero es un barrio especial. Te cuento mi ruta del primer día que pasé en Nápoles, una ciudad italiana muy especial.
Visitar el Vomero: qué ver
Il Vomero es uno de los barrios más peculiares de interesantes que puedes visitar en Nápoles. Esta zona situada en una de las colinas napolitanas es una de las áreas residenciales más ricas de Nápoles y por tanto es un barrio muy cuidado y agradable para un paseo. Lo primero que te sorprenderá si has llegado a la zona de la estación o el centro histórico de Nápoles es lo diferente que es Vomero. El barrio empezó a florecer en el siglo XIX y por ello se conservan algunas villas de estilo Liberty y edificios de construcción posterior, muchos de ellos de los años 50 y 60 del siglo 20.
Como decía es un barrio muy agradable ya que cuenta con innumerables tiendas y establecimientos. Tiene una gran zona dedicada a las compras dónde puedes encontrar cualquier marca de moda italiana o extranjera y muchas bares y terrazas para comer o cenar. Me recordó mucho algunos barrios de otras ciudades italianas como Turín o Milán. A nivel cultural es un barrio muy interesante ya que en el se sitúan el Castillo de San Elmo, la Cartuja de San Martino y la Villa Floridiana.
Cómo llegar al Vomero
Para llegar a Vomero es necesario tomar un funicular o el metro, porque la subida a pie se hará un tanto incómoda. La línea más cómoda para llegar a la zona de Sant’Elmo es la que va desde Montesanto, cerca de plaza Dante hasta Morghen. El trayecto se realiza en 4 o 5 minutos y cuesta 1,10 € qué es el precio estándar para el transporte público en Nápoles. La estación del funicular está bastante cerca del Castillo y de la Cartuja. También puedes usar el funicular cogien el billete “de día” (giornalero), cuesta 4,50€. Es una de las mejores para visitar el Vomero.
El funicular Centrale, va desde el centro de la zona de Municipio hasta Piazza Fuga. Tendréis que buscar la estación Augusteo y desde allí son unos 5-7 minutos para llegar a lo alto del Vomero. La línea de Chiaia también llega al Vomero, en concreto a Cimarosa, pero es la más lejana de la zona del castillo. Hay una línea de metro con la que también podrás llegar a este barrio, aunque es la línea amarilla el recorrido es muy enrevesado y tardarás muchísimo más, pero, por si te interesa la parada central del Vomero es Vanvitelli.
Castillo de Sant’Elmo
El Castillo de San’Elmo al igual que la Cartuja tienen unas vistas alucinantes de Nápoles y su bahía. En realidad las vistas son lo que más llama la atención de esta gran fortaleza en cuyo interior no hay muchísimas cosas que ver. El origen de este castillo está en el final del siglo XIV cuando Carlos de Angio decidió convertir un antiguo palacio medieval en una gran fortaleza.
Sin embargo lo que vemos hoy es una fortificación del siglo XVI construido bajo el reinado del emperador Carlos I. En esta época en la que Nápoles era español el arquitecto valenciano Pedro Luis Escrivá cómo riendas del proyecto dirigido por Pedro de Toledo. De esta forma la construcción española se desarrolla entre 1538 y 1546. Vista desde el alto tiene que ser una maravilla porque tiene una forma de planta de estrella de seis puntas.
El acceso al interior de Castillo y su parte alta se realiza por una gran rampa de varios tramos cuya función probablemente era la de dar acceso a caballos y carros. Una vez en el interior de la fortificación lo que más llama la atención es el recorrido por el perímetro de la muralla. Las vistas hacia cualquiera de los lados son impresionantes. La vista panorámica de Nápoles y de los barrios que se extienden por las colinas es realmente arrebatadora y te hartarás hacer fotos desde todas las perspectivas.
Desde lo alto de este castillo no solo se ve la ciudad de Nápoles y sus alrededores se llega incluso a ver las colinas de Caserta y las islas del golfo de Nápoles y Sorrento, Capri, Ischia o Procida. Entrada: 5€ con algunas reducciones o gratuidad para jóvenes, mayores de 65 o niños.
Cartuja de San Martín
La Cartuja de San Martín de Tours o lo que es lo mismo San Martino para los napolitanos está situada a poquísimos metros del castillo de Sant’Elmo. Es algo más antigua que el propio castillo ya que también fue iniciada en el principio del siglo XIV gracias a la acción de Carlos de Angio, Duque de Calabria. En aquella época se construyó un edificio típicamente gótico del que hoy todavía hay algunas zonas conservadas.
En aquella estructura gótica vivieron los monjes cartujos hasta la llegada del siglo XVI cuando el edificio prácticamente se rehizo dándole el aspecto que conserva la actualidad. Para que ya época en Nápoles ya había arquitectos que empezaban a decorar a la moda barroca. Y esto es lo que se observa en la profusión decorativa de las diferentes salas de esta Cartuja.
Entre las cosas más significativas de este edificio están los claustros. El gran claustro es una de las partes más bellas de la Cartuja, en él además de haber un espacio ajardinado se encuentra también el pequeño cementerio de los monjes.
Civitatis llena tus viajes de experiencias (además nos ayudas a seguir con el blog)
Me sorprendió también la Iglesia qué puede ser vista desde la entrada, ya que no se puede pasar a la nave para no estropear el suelo decorado, o por la parte de la cabecera dónde se encuentran diferentes salas y coros. La decoración de la iglesia y de todas las salas alrededor es increíblemente barroca, llena de elementos y sin lugar alguno para el vacío.
Además del edificio en si es interesante la colección de arte y pintura que recoge obras de diversos autores. Cómo curiosidad tiene también una parte dedicada a la navegación con grandes barcazas. A mí personalmente la parte que más me ha gustado de esta colección es la dedicada a los belenes con figuras con casi 300 años. Hay figuras expuestas en varias vitrinas con personajes, animales y todo tipo de viandas. Pero lo más llamativo es el gran Belén del siglo XVIII que hay expuesto, es precioso y tiene una maravillosa iluminación.
No te pierdas, por supuesto, las vistas que hay desde los miradores de la Cartuja hacia el golfo de Nápoles. Son impresionantes y si tienes suerte de que no haya mucha gente podrás disfrutar de alguno de los miradores completamente solo. Entrada: 6€ con algunas reducciones para jóvenes, mayores de 65 o niños.
Villa Floridiana
A unos 15 minutos a pie del castillo pero también en el Vomero se encuentra Villa Floridiana. Este edificio alberga el Museo Nacional de Cerámica o Museo del duque de Martina. En realidad se trata de un Museo de Artes Decorativas que conserva entre sus colecciones un poco de todo. Entre los objetos allí expuestos se encuentran cuadros, decoración y sobre todo piezas de cerámica. Para mí lo más interesante es la parte exterior en la que hay un bonito jardín al que se puede acceder de forma gratuita y que tiene por supuesto preciosas vistas. Entrada: 2€ con algunas reducciones para jóvenes, mayores de 65 o niños.
Como ves mi primer día en Nápoles fue muy completo y no paré ni un momento y disfruté de unas vistas espectaculares de la ciudad. Visitar el Vomero es una de las mejores opciones para conocer esta apasionante ciudad.
No te olvides de reservar tu hotel en Nápoles con Booking y tus actividades con Civitatis, así, nos ayudas también al mantenimiento del blog.