KLM e Intermundial nos invitaron hace uno días a charlar sobre turismo sostenible, responsabilidad y concienciación en Granada. Una ciudad inmensamente rica en patrimonio cultural y arquitectura merece que hablemos de ella en términos no solo culturales sino también sostenibles. Mi propuesta en este post es: recorrer algunos sitios menos conocidos, menos visitados que la famosísima Alhambra. Como veréis es imposible no nombrarla, porque ella está presente siempre. Pero en esta ruta por Granada renacentista nos gustaría hacer camino por algunos lugares patrimoniales menos conocidos.
Entre los ponentes en el encuentro #KlmVuelaSostenible estaban las chicas de Herstóricas. Estas chicas hacen una aproximación al turismo desde un punto de vista social e histórico. En sus paseos culturales ponen como referencia a la mujer y su perspectiva de género, siempre relacionado con el crecimiento social de una ciudad. Yo hoy os propongo una visión histórico-artística que conjuge la historia de los edificios con la de aquellos que, tras la marcha de los musulmanes de Granada, continuaron, en cierto modo, su legado artístico queriendo ser, sin embargo, totalmente disruptivos y cambiando el arte hispano musulmán por un arte renacentista y clásico al servicio de la iglesia y la monarquía. Paseemos pues por la Granada renacentista a través de estos lugares imprescindibles.
Granada renacentista: la historia
A nivel artístico y social, como en otros muchos ámbitos, 1492 y la toma de Granada por los Reyes Católicos fue un punto de inflexión en la ciudad. El retorno del cristianismo como concepto trajo consigo el intento por parte de los Reyes y su entorno en la corte y nobleza por devolver el esplendor cristiano a Granada y hacerlo de forma, sobre todo, social y artística.
Por ello, en este momento y durante todo el siglo XVI, el cristianismo quiere a través del arte del gótico tardio, el renacimiento y manierismo, dar un aspecto totalmente diverso a la ciudad. En el final del siglo XV e inicios del XVI había en Granada una relación muy estrecha entre Iglesia y Estado. Los Reyes Católicos, tras la capitulación, dejaron muy clara su intención de expulsar de la ciudad cualquier tipo de elemento externo a la “cristiandad”. Se procedió a la conversión de la población musulmana y hubo, por parte de algunos obispos como fray Hernando de Talavera, un cierto respeto a los moriscos. Este proceso de expulsión y eliminación de los restos árabes se fue incrementando y endureciendo lentamente.
Así, se realizaron numerosas prohibiciones a esta población como la compra de terrenos y, prácticamente su supervivencia. Por supuesto, la parte cultural fue exterminada prohibiéndose el uso del árabe, llevar ciertos vestidos o complementos como amuletos, rituales, etc. Por la parte cristiana, el mecenazgo de edificios, las fundaciones de iglesias y monasterios vinieron a representar el poder de la monarquía y de los nobles granadinos y se construyeron los principales edificios cristianos que han perdurado hasta la actualidad.
Arquitectura renacentista de tipo religioso
Catedral de Granada
Si hay un edificio que represente la magnificencia de la iglesia granadina en los primeros años del siglo XVI, este es la Catedral. La propia reina Isabel la Católica ordenó la construcción de la catedral justo antes de su fallecimiento en 1.504. Para dejar claro el cambio de mentalidad en la ciudad, la Catedral se asentaría sobre el lugar donde hasta entonces se situaba la Mezquita Mayor de Granada.
Dedicada a la Encarnación, su construcción comenzó en 1523 bajo los planos de Enrique de Egas, posteriormente sustituido por Diego de Siloé, con un estilo italianizante y manierista. La construcción de este gran templo no estuvo completa hasta el siglo XVIII, por lo que tanto en su interior como su exterior se aprecian diferentes estilos estructurales y decorativos. El inicial estilo del final del gótico de Egas, más bien parecido a lo que hacía Gil de Hontañón en Castilla (Segovia o Salamanca), dio paso a una arquitectura muy italiana que simbolizaría su Granada renacentista.
Capilla Real
Prácticamente adosada a la Catedral se encuentra, al igual que la posterior iglesia del Sagrario, la Capilla Real. Personalmente es uno de los lugares que más me gusta de Granada, por el hecho de que allí están los féretros de los Reyes Católicos, su hija la reina Juana y el esposo de esta Felipe el Hermoso y por su bellísima estructura gótica.
El templo, cuya finalidad era la de servir de capilla funeraria a futuros reyes, se construyó con una arquitectura muy “castellana”. Fijaos en el interior, además de en las bóvedas de crucería, en el coro de los pies o en el alta, en la preciosa reja que distribuye los espacios. En el interior, justo en la parte del altar se encuentran los sepulcros decorativos de ambos matrimonios. Las dos obras son prácticamente contemporáneas, el monumento de los Reyes Católicos es obra del italiano Doménico Fanceli y el de Juana y Felipe, dos o tres años después, de Bartolomé Ordoñez.
Uno de los elementos imprescindibles de esta Capilla Real, que debe sorprender a cualquier visitante y que a mí me encanta, es el pequeño museo de su interior. Aunque pequeño atesora algunas de las mejores obras del arte flamenco de la época. Obras que pertenecieron a la reina Isabel y que hablan de la importancia de su reinado y los posteriores en la configuración de conjuntos de arte reales como el que dio lugar al Museo del Prado. ¡No so lo perdáis!
Iglesia de Santa Catalina de Zafra
La importancia que los monarcas dieron a Granada tras la explusión de los musulmanes, hizo llegar a la ciudad a una buena cantidad de nobles que fueron construyendo diferentes edificios gracias a su mecenazgo. Esta fue, sin duda, una importante expresión artística de lo que se consideró la Granda cristiana. Las fundaciones de nobles y personajes de la corte dio lugar a bellos ejemplos de arquitectura renacentista. Prueba de ello es la Iglesia de Santa Catalina de Siena, o de Zafra, cuya fundación se debe a la viuda del secretario de los Reyes, Don Hernando de Zafra.
Esta iglesia combina elementos integrados de las antiguas casas sobre las que se construyó con una portada renacentista. En esta fachada trabajaron algunos de los discípulos de Diego de Siloé.
Monasterio de San Jerónimo
Otro de los ejemplos de mecenazgo de los Reyes Católicos que se ha conservado en Granada es el Monasteiro de San Jerónimo. La iglesia, cuyo interior recuerda mucho al de la catedral, con un estilo italianizante gracias a la labor de Jacoppo Fiorentino, tiene un exterior que llama realmente la atención. Aunque con numerosas visicitudes como expolios durante la Guerra de Independencia y la Desamortización de Mendizábal, este edificio es uno de mis preferidos en la ciudad.
El monasterio tiene grandes dimensiones, con varios claustros, capillas, celdas y estancias para la vida cotidiana de la comunidad. En él trabajaron diferentes arquitectos como Martín Navarrete Pedro de Orea o Diego de Siloé. La importancia de estos artístistas es, sin duda, un ejemplo de la necesidad que tuvo el cristianismo de hacerse respetar y de dar un golpe de fuerza en Granada.
Monasterio de la Cartuja
A las afuera de la ciudad, se fundó, gracias a la acción del Gran Capitán, Don Gonzalo Fernández de Córdoba, el Real Monasterio de Nuestra señora de la Asunción de la Cartuja, una auténtica joya de la Granada renacentista. Nada tiene que ver su exterior sobrio, como la comunidad a la que representa, con un interior profusamente decorado y obra culmen del barroco español. La fachada de la iglesia presenta una portada muy manierista y sin excesos. A través de ella se accede a un bonito claustro renacentista con arcos de medio punto, en el centro algunos árboles como naranjos y algunas plantas que culvivaban los monjes cartujos.
La iglesia de la Asunción, terminada ya en el siglo XVII, es un ejemplo impresionate de arte barroco. Con ese horror Vacui que recuerda mucho, en el concepto, a la obra de La Alhambra. Cuenta con una bellísima sacristía en tonos blancos con paredes estucadas y mucha decoración.
Edificios civiles
Palacio de Carlos V
El nieto de los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V, también quiso dejar su huella en esta Granada renacentista, ciudad que conoció durante su viaje de bodas con Isabel de Portugal en 1526. Así, decidió construir un palacio que le honrase y recordase, en cierto modo, el estilo artístico italiano romano que se había puesto a la moda en Italia.
El arquitecto elegido para esta magnífica y diferente obra fue Pedro Machuca, quien durante años había trabajado bajo las órdenes y la formación del gran Miguel Angel en Roma. Este maravilloso edificio se construyó entre 1530 y 1550, aunque algunos elementos se completaron durante el siglo XVII y otros, incluso, en el XX. Uno de los elementos que más destaca es la planta cuadrada con el patio circular en su interior. Este gran patio de dos niveles y con grandes columnas es, para mí, uno de los ejemplos más espectaculares de arquitectura renacentista en España.
Hospital Real de Granada
A mucho me atrevo colocando el Hospital Real de Granada dentro de los edificios civiles. Este Monumento Histórico Artístico (BIC) es una de las muchas obras que los Reyes Católicos financiaron tras la toma de Granada. La idea de este edificio era que sirviese para sustituir al hospital que existía en la Alhambra y por ello se situó en el casco histórico de la ciudad.
El hospital estuvo completo tras la muerte de los Reyes Católicos, que nunca llegaron a conocerlo. Su arquitectura es una mezcla de los divesos estilos que se conocían en la ciudad ya que en él intervinieron el gotizante Enrique Egas, Diego de Siloé o Pedro Machuca, que como hemos visto trabajaban en Granada durante el siglo XVI.
Palacio de los Carvajal
Fue la residencia de un famoso corregidor de la ciudad de Granada: Don Francisco de Carvajal. Su arquitectura es ya de un estilo muy manierista, con un exterior sobrio cuyas ventanas se decoran con frontones rectangulares y rectos, con tan solo el aderezo de la rejería simple. Me sorprende el parecido,al menos en mi recuerdo, con el palacio de Orellana en Salamanca.
Palacio Casa de Castril
Otra de las bellísimas Casas-Palacio situadas cerca del río Darro, en una zona eminentemente renacentista. En la Casa de Castril, erigida bajo la protección de uno de los nietos de Hernando de Zafra en la mitad del siglo XVI, destaca la decoración de la fachada. Es una fachada muy plateresca con una decoración que recuerda mucho al renacimiento salmantino o de ciudades andaluzas como Úbeda. Iconográficamente también está muy cerca de los programas salmantinos, en los que los señores de la casa se convierten en “Hombres Ilustres“
El interior de esta casa se distribuye en torno a un precioso patio de líneas muy armónicas con dos niveles y arcos de medio punto. Para mí uno de los palacios más bonitos de esta Granada renacentista. En él se sitúa el Museo Arqueológico de Granada, que aunque no es un museo apasionante, tiene algunas obras interesantes. Además, cuenta con unas bonitas vistas hacia la Alhambra.
Nota: hay algunos edificios renacentistas más en Granada, iglesias y palacios, pero que por el tiempo que tuvimos el fin de semana pasado no pude visitar o que nunca he visitado. La Cartuja no la visité en esta ocasión, al igual que el Hospital Real, son edificios que he conocido en otros momento pero que me parece necesario incluir en este post.