Turismo responsable con el patrimonio, ¿eso qué es?

Turismo responsable con el Patrimonio

Mucho se esta hablando, felizmente y ya era hora, sobre responsabilidad en los viajes. El turismo responsable, el mantenimiento de los ecosistemas que visitamos, la reducción del uso de productos plásticos y la limpieza de nuestros mares copan los debates sobre la sostenibilidad en el mundo del viaje. Sin embargo, como ya he comentado en alguna ocasión con diferentes compañeros de viaje, echo de menos entre esta reflexión, la importancia que debe tener el turismo responsable con el patrimonio.

Quizá nunca te has preguntado cómo tu visita a determinados lugares Patrimonio de la Humanidad pueden afectar a su supervivencia y mantenimiento, cuánta importancia tienen el patrimonio arquitectónio en las relaciones entre turismo, cultura y sostenibilidad o por qué el patrimonio ha servido para la regeneración y subsistencia de algunas zonas. Hoy abrimos el debate y exploramos las prácticas para un turismo responsable y sostenible con el patrimonio arquitectónico y natural y su relación con las comunidades, la cultura y las personas que viven en los lugares donde se encuentran.

Turismo responsable con el patrimonio

Qué son los lugares Patrimonio de la Humanidad

Desde el inicio de la década de los 70  el mundo, en general, ha despertado su interés por la conservación de diferentes lugares que han definido con la etiqueta Patrimonio de la Humanidad. De esta forma, en la Convención de 1972, se establecen una serie de lugares con características excepcionales y que necesariamente tienen que ser conservados y protegidos por parte de todos.

La UNESCO organismo encargado de velar por la protección de estos lugares, ha ido nombrando uno a uno, estos lugares de valor incalculable. Así, en la actualidad, en 2019 existen en torno a 1.120 lugares Patrimonio de la Humanidad, divididos en varias categorías: cultura con 869 lugares, naturaleza 213 y 39 que conjugan ambos. Todos estos lugares están situado a lo largo y ancho de 167 países, por lo que, probablemente, vayas donde vayas, encontrarás alguno de ellos. No tendrías que salir de España para encontrar 48 sitios Patrimonio de la Humanidad, entre ellos lugares tan famosos como Salamanca, mi ciudad, El Escorial, Segovia, Doñana o el Parque Nacional de Garajonay.

Segovia un lugar Patrimonio de la Humanidad muy cercano
Segovia un lugar Patrimonio de la Humanidad muy cercano

Por ello, ser consciente de lo qué visitamos, por qué lo visitamos, cómo nos comportamos y el efecto que tiene en la comunidad, deben ser principios conocidos y básicos para el viajero. El efecto del hombre sobre estos lugares, ya sea directamente a través del turismo o indirectamente por medio de la repercusión que tiene nuestra forma de vida en el medio que ocupan estos sitios UNESCO, está causando estragos en algunos de ellos, tanto en los naturales como en los arquitectónicos. Tanto es así, que son varias las pérdidas de lugares Patrimonio de la Humanidad que hemos tenido en los últimos años.

Por desgracia, son significativos los lugares que han sido devastados de una u otra forma por la intervención humana. Dolorosas pérdidas que, consecuencia de la mala gestión del hombre,  resultado de algunos terribles conflictos bélicos o efecto de grandes catástrofes naturales, nos están privando de fantásticos lugares como las ciudades Sirias de Palmira o Alepo. Desgarrantes fueron las pérdidas de los budas de Bamiyan en Afganistán, destruidos en 2001 al ser un icono de una religión diversa a la musulmana.

Qué lugares patrimonio van a desaparecer si no hacemos algo

Son numerosos los lugares Patrimonio de la Humanidad que a día de hoy se encuentran en peligro de desaparición. De nuevo, los conflictos armados son la gran causa de la posible desaparición de estos lugares situados en países como República Democrática del Congo, Siria, Yemen o Palestina. Sin embargo, esta no es la única causa de la probable desaparición de 36 lugares patrimonio cultural y otros 17 naturales.

Podría parecernos que todos estos lugares en peligro forman parte de países con problemas y conflictos lejanos en los que nosotros poco o nada tenemos que ver. Nada más lejos de la realidad, solo hace dos años, en 2017 la UNESCO declaró en peligro un lugar tan cercano como el centro histórico de la ciudad de Viena. ¿A qué parecería imposible en un país tan moderno y europeo como Austria? En este caso la acción del hombre y el desarrollo urbano, sumado a la construcción de grandes rascacielos están poniendo en peligro y amenazando la supervivencia de un bello casco histórico.

Viajar a Viena y Bratislava
Viena y sus maravillosos monumentos

Uno de los últimos lugares protegidos en entrar en esta lista de lugares con un alto peligro de desaparición son las islas y áreas protegidas del Golfo de California en México. Por desgracia, México ha sabido, todavía, responder a las necesidades de conservación de lugares con necesidades específicas para el mantenimiento de algunas especies en peligro de extinción como la vaquita marina que habita en este lugar. El esfuerzo por preservar esta zona de tanta riqueza natural, por medio de iniciativas sostenibles que abarcan la pesca en la zona, no ha conseguido por el momento su objetivo y el país tendrá que seguir luchado para abandonar ese riesgo.

Son muchos los lugares con esta problemática, algunos tan famosos como el Parque Nacional de los Everglades en Estados Unidos, las fortificaciones de la costa de Panamá: Portobelo y San Lorenzo, el Puerto mercantil de Liverpol en Reino Unido, Potosí en Bolivia o la Reserva de la Biosfera de Río Plátano en Honduras.

La intervención del hombre influye en muchos lugares, ¿os habéis preguntado como es el efecto del turismo masivo en lugares como el Taj Mahal o Machu Pichu? Estos dos lugares, preocupan seriamente a los gobiernos de sus países. La llegada masiva de turistas, día tras día, ha acelerado la degradación de estos lugares, dando lugar a una necesidad de intervención y debate sobre ello. Algo similar sucede con otros lugares como las Islas Galápago, en las que el ajetreo de cruceros y el turismo de masas está provocando una gran incertidumbre hacia el mantenimiento del medio. Esos mismos cruceros de grandes dimensiones y con miles y miles de turistas están poniendo en jaque a algunas ciudades costeras tan turísticas como Venecia. ¿Os podéis imaginar que nos quedásemos sin una lugar tan maravilloso como este por la continuada llegada de inmensos barcos repletos de gente que ni siquiera puede disfrutar de su belleza porque va corriendo por la ciudad? Venecia tiene problemas estructurales, se hunde, y la llegada masiva de estos cruceros no ayuda mucho ante esta problemática.

Y ¿qué me decís de la acción del turismo gamberro en un lugar domo Stonehegnge en Inglaterra? En este mágino lugar, visitado año tras año por miles de viajeros y turistas, la basura, los grafitis y otros comportamientos muy reprochables amenazan una construcción milenaria. De esta forma, las autoridades británicas, preocupadas por esta situación tomaron la decisión de restringir la visita y el acceso al conjunto. Como vemos esto no es un problema único de lugares como las famosas islas Phi Phi en Tailandia, porque si algo comparten lugares naturales y patrimoniales es que han de ser conservades.

Las maravillosas playas de Tailandia
Las maravillosas playas de Tailandia que estamos destrozando

Pero la acción del hombre en el patrimonio artístico y natural y en los sitios Patrimonio de la UNESCO, no solo incide durante el viaje. Nuestra responsabilidad en el cambio climático afecta y mucho a estos maravillosos sitios que hoy se ven amenazados por la deforestación, las inundaciones y tantos otras catástrofes provocadas por el hombre. Son tantos los ejemplos de lugares amenazados que no cabrían en este post: el Everest, los glaciares europeos en los Alpes, la Gran Barrera de Coral, las Maldivas, los Outer Banks de Carolina del Norte…

Outer Banks en Carolina del Norte (Foto: Flirk)
Outer Banks en Carolina del Norte (Foto: Flirk)

Qué podemos hacer los turistas para preservar el patrimonio

Los lugares turísticos requieren, por parte de los viajeros, una serie de acciones y actitudes que no pongan en peligro su mantenimiento y que nos permitan seguir disfrutando de ellos. El patrimonio artístico y monumental es uno de los recursos más importantes para el turismo y al igual que el natural, sustentan el modo de vida de muchos países y lugares. Son una fuente económica fundamental para muchas comunidades, por ello, la supervivencia de estos es básica.

Por ello, la actitud del viajero responsable hacia el patrimonio tiene que ser de respeto ante los lugares patrimonio, sean o no parte de la UNESCO. La sensibilización que se está llevando a cabo por parte de instituciones y grupos de trabajo en la parte del turismo sostenible con el medio ha de ser llevada también a este otro ámbito, ya que la arquitectura y la cultura son una de los aspectos más significativos de los lugares que visitamos. No hay duda de que el turismo cultural es uno de las patas de la oferta turística de muchas regiones y países, así lo es en el nuestro. El interés cultural es uno de las motivaciones más habituales para viajeros como yo, viajeros urbanos que deciden visitar monumentos, centros históricos o parques arqueológicos en los que la conservación y el mantenimiento son fundamentales. No solo por el hecho en si del mantenimiento propio, sino porque todos estos lugares son una parte básica de nuestra cultura y tradición, forman parte de nuestra historia y de la evolución sociológica y antropológica de nosotros mismos.

Es fundamental, por parte del turista, enteder la función que los lugares históricos que visitan tienen para la comunidad en la que se encuentran. Muchos de estos monumentos son un recurso básico para el mantenimiento de las actividades humanas de la región donde se sitúan. Es básico, encontrar un equilibrio entre la visita turística y el mantenimiento de la comunidad donde se sitúan. ¿Os suena el problema que ha tenido el centro de Barcelona con la masificación turística? En el caso de la ciudad Condal, la comunidad, la gente que la habita se ve desbordada por la llegada incansable de turistas que abarrotan sus calles y las hacen intransitables, las llenan de basura y tienen comportamientos más que reprochables. ¿Qué hacer ante esto? Comportarnos con los centros turísticos como lo haces en tu lugar de origen, tan sencillo como esto.

Por todo ello, el modelo turístico tiene que tener en cuenta las necesidades de preservación y conservación del patrimonio artístico del territorio, la planificación de acciones que no alteren el mantenimiento de estos lugares y la gestión las actividades que se desarrollan en ellos o en el medio donde se encuentran. No podemos permitirnos perder patrimonio arquitectónico que es el legado de generaciones anteriores, no debemos mirar para otro lado en este debate y tenemos que tomar medidas que ayuden a preservar nuestra cultura a través de nuestros monumentos y lugares de arte.

¿Cómo visitar estos lugares patrimonio?

La primera cuestión y fundamenta en este aspecto es el sentido común. La visita turística a lugares patrimonio de la Humanidad, sean artísticos o naturales, se basa en el respeto hacia estos entornos para promover el mantenimiento y evitar el deterioro de los mismos. Muchos de estos lugares, como lo son los Templos de Angkor, tienen asociados unas normas y actitudes que hay que respetar en la visita. Algunas, están basadas en preceptos religiosos, que simplemente tendrás que aceptar por respeto, otros como: no tirar basura, no subirse por los muros o no realizar pintadas, son actitúdes básicas del turismo responsable con el patrimonio.

Hemos de evitar cualquier tipo de intervención en los monumentos que visitamos. Generar daños en estos lugares puede ocasionar un problema mucho más grave de lo que imaginamos para la convervación de los materiales y de las estructuras. El turista debe estar concienciado de que estos son lugares únicos y fruto de la intervención de culturas anteriores que quisieron transmitir a través de su arte una serie de enseñanzas y valores.

Templos de Angkor
Templos de Angkor

Normas básicas de turismo responsable con el patrimonio

La formación y el compromiso por parte de todos, agentes turísticos, instituciones, operadores turísticos y viajeros, es la base para la preservación de nuestros bienes culturales y naturales. Y, por supuesto, no dejes de leer estas normas básicas de turismo responsable con el patrimonio arquitectónico y cultural.

  • Nunca te lleves nada que no es tuyo, no hagas acopio de souvenirs como piedras o materiales constructivos. Los elementos constructivos del lugar, aunque esté en ruinas, tienen un valor inestimable y puedes estar comentiendo un delito.
  • Ten cuidado con las fotografías, pueden afectar a la conservación de los materiales con los que está hecho ese lugar.  Por supuesto, en la mayoría de estos lugares está prohibido usar flash, para así no alterar las condiciones de los mismo.
  • No te apoyes en columnas, figuras, etc… Y por supuesto no toques los elementos decorativos, las paredes, fuentes, medallones. Pueden sufrir desperfectos y alterar sus condiciones de conservación: humedad, temperatura, etc.
  • Viste de manera respetuosa, la mayoría de los lugares patrimonio de tipo cultural, tienen relación con algún tipo de creencia y merecen todo tu respeto. Si no quieres respetarlo, sinceramente, no vayas.
  • Equipajes y grandes bolsas pueden provocar desperfectos en estos lugares.
  • No salgas de los recorridos habilitados para las visitas, muchos de estos lugares pueden estar siendo restaurando o tener zonas en recuperación.
  • Por supuesto, no realices actos vandálicos, no tires basura, las consecuencias para el patrimonio pueden ser graves y para ti también.
  • Compra la entrada en lugares identificados para tal fin, puedes encontrarte con timos que te harán pagar de más y que harán que el dinero no llegue a las instituciones que tienen que conservar estos lugares. Tu visita contribuye al mantenimiento económico del patrimonio.

Respeta. Forma parte del turismo responsable con el patrimonio.

Imagen en la entrada con consejos para visitar templos de bali
Imagen en la entrada con consejos para visitar templos de Bali

Lugares Patrimonio que han salido de la zona de peligro

No va a ser todo pesimismo en este post, porque lo importante de él, no es solo lo que podríamos perder, sino concienciarnos de que efectivamente, lo vamos a perder si no ponemos de nuestra parte ejerciendo un turismo responsable con el patrimonio. Algunos lugares que estaba en peligro hace pocos años han conseguido sobrevivir y salir de esa lista negra gracias a medidas por parte de instituciones, gobiernos y cocienciación social.

Algunos lugares Patrimonio de la Humanidad tan famosos como Angkor, en Camboya, estuvieron en la lista negra del peligro para la UNESCO. En el caso de los magníficos templos camboyanos fueron 12 años duros en los que se comenzaron a tomar medidas para la rehabilitación y explotación de estos sitios. Sin duda, hoy, Angkor, es uno de los lugares más importantes de Camboya y ha servido para la revitalización de la economía de un país tan fuertemente golpeado por las guerras y los conflictos. Hoy, Camboya, es un país magnífico que lucha por mantener su patrimonio y por salir adelante tras un pasado tan terrorífico y lo hace, en gran medida, gracias al turismo. Conservar y mantener un lugar como Angkor, permitirá el desarrollo de una región deprimida que de otra forma tendría muy difícil mantener a su incipiente y joven población.

Son muchísimos los lugares que estaban en aquella lista “peligrosa” y que hoy, por fortuna, podemos seguir disfrutando: la Catedral de Colonia en Alemania, los arrozales de Filipinas, el centro de Dubrovnik en Croacia, Baku en Azerbaiyán, las Minas de Sal en Wieliczka en Polonia o Parque nacional de los Lagos de Plitvice. Por suerte, el turismo responsable con el patrimonio, ha favorecido que estos lugares se mantengan en la actualidad.

Minas de Sal de Wieliczka
Minas de Sal de Wieliczka

Un blog de Palo

Un blog de Palo, un pequeños blog sobre viajes, itinerarios turísticos, presupuestos y mucha gastronomía.

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