Nos encantan los lagos italianos, como pudisteis ver en nuestro articulo Tres lagos italianos del norte: guía. En esta ocasión os contamos qué ver en El lago de Garda. Se trata del lago italiano de mayor extensión, con un total de 358 Kilómetros cuadrados. Se encuentra en el norte de Italia, a dos horas al este de Milán y a hora y media de Verona, entre las provincias de Brescia, Verona y Treno. Su parte norte colinda con los Alpes, dejando preciosos paisajes montañosos a sus orillas.
El Lago de Garda, qué ver
Sirmione
Sirmione es uno de los lugares imprescindibles que ver en el Lago de Garda. Se encuentra en la parte sur del lago, en la provincia de Brescia, pero bastante cerca de Verona. De hecho, es bastante sencillo ir desde allí en tren, en poco más de medida hora. Al llegar a la ciudad nos topamos con el El castillo de Scaligero. Se trata de un castillo fortaleza, del siglo XIII, que es el acceso al centro histórico de la ciudad. Al encontrarse el castillo rodeado de agua, la entrada a la ciudad es de lo más original: a través de un puente levadizo.
Al lado del castillo se encuentra la iglesia de Santa Maria de las Nieves, iglesia gótica que destaca sobre todo por sus frescos. Más alejada del centro, pero no menos interesante, es la Iglesia de San Pedro en Mavino, ya que data del siglo VIII y posee también frescos del siglo XII.
Si sigues el paseo hacia el norte de la ciudad, debes visitar las Cuevas de Catulo: No son cuevas en sí, pero por su inmensidad lo parecen. En verdad son ruinas de una villa romana muy bien conservada. Forma parte del conjunto de restos romanos más importantes del norte de Italia y muchos escritores y poetas escribieron sobre ellas, la poética del romanticismo. Se sitúan en una zona de olivares, donde se puede dar un agradable paseo. También encontramos un museo arqueológico.
Las aguas de Sirmione tienen propiedades termales por su alto contenido en azufre. Si tienes un poco de tiempo para relajarte, aconsejamos visitar las Termas Aquaria. Poseen piscinas exteriores al borde del lago que convierten la experiencia en una maravilla. Y además de todas estas visitas, vale la pena perderse por sus calles del casco histórico con su infinidad de casas de colores con adornos florales. Si deseas hacer una parada para comer con unas bonitas vistas, recomendamos los restaurantes a la entrada de la ciudad.
Riva del Garda
En la parte norte del lago, dentro de la provincia de Trento, encontramos esta pequeña ciudad que consideramos una de las más bonitas que ver en el Lago de Garda. Pese a ser una localidad pequeña, de tan sólo 15.000 habitantes, posee varios puntos de interés histórico y cultural:
La primera parada es la Iglesia de Santa Maria Inviolata, iglesia barroca que destaca por su curiosa planta hexagonal y sus pinturas al óleo de la época. Para adentrarnos en el centro de la ciudad, pasamos por la avenida Roma donde vemos la antigua puerta medieval de entrada a la ciudad: la Puerta de San Miguel.
Siguiendo nuestro camino, en pleno centro se alza el Castillo Rocca. Es un castillo fortaleza medieval del siglo XII, que ofrece una vista preciosa de la ciudad ya que se encuentra a los pies del lago y rodeada por un foso. En la actualidad alberga el Museo MAG: Museo de alto Garda con el recorrido histórico y el patrimonio cultural de esta zona.
A pocos metros, en la plaza III de Noviembre y entre las fachadas coloreadas, destaca la Torre Apponale. Antigua torre de defensa de 34 metros que ofrece una panorámica de la ciudad si te atreves a subir sus 165 escalones. La Torre está coronada por un ángel de metal, llamado Anzolín, que es el símbolo de la ciudad. Aquí mismo se encuentra el Palacio Pretorio, edificio de 1300 con sus arcadas, donde actualmente se sitúa el ayuntamiento de la ciudad.
A través de la Puerta Bruciata, accedemos a la Plaza San Rocco, preciosa plaza que conserva su espíritu medieval. Recomendamos pasear por sus diversas calles repletas de vestigios de su época medieval, además sus calles están rodeadas del monte Rocchetta, lo que aporta un particular encanto. Como fin de la visita, el paseo alrededor del lago es algo obligado para todos los visitantes. Si además lo que deseas son vistas panorámicas desde lo alto, puedes visitar su Bastión de defensa, que se encuentra en pleno monte y es accesible desde el centro de la ciudad.
Limone sul Garda
A tan sólo 11 kilómetros de Riva del Garda se encuentra esta pequeña localidad que es una de las esenciales que ver en el lago de Garda.Aunque tiene reputación por su cultivo de limones, su nombre viene del latín Limen y significa “límite”, ya que se considera el límite entre las provincias de Brescia y Trento.
En honor a su nombre, el museo Limonaia del Castel posee sus famosos limoneros. Además, este museo nos relata el pasado de agricultura y pesca de esta pequeña ciudad. Al encontrarse en altura, otorga también unas excelentes vistas. Sin duda, el lugar más conocido en la ciudad es su puerto y su paseo por las orillas del lago. La ciudad al encontrarse entre montañas, posee un paisaje de contraste muy interesante. Al final de este paseo se encuentra una pequeña iglesia del siglo XVI: La Iglesia de San Rocco. Sin duda destacable por sus frescos y su terraza con vistas al lago. Y si deseas continuar el paseo, el Parque Villa Boghi posee una gran cantidad de limoneros y numerosas plantas muy bien cuidadas.
Arco
Y para terminar, otro de los lugares que ver en el Lago de Garda es Arco. Muy próximo a Riva del Garda y con un tamaño similar, encontramos esta ciudad rodeada de montañas. Recomendamos sobre todo visitar el Castillo de Arco, castillo medieval considerado uno de los más bonitos de Trento, con fantásticos frescos de batallas. A los pies del castillo se encuentra el bonito Parque Arboreto con un estanque con tortugas.
Ya en el centro, aconsejamos el antiguo Casino de la ciudad.Con su fachada coloreada de 1800 y con una veranda de cristal que recuerda a sus tiempos de esplendor con la visita de la emperatriz Sissi. Hoy en día es sede de exposiciones y eventos. Para acabar el paseo, en plena plaza central III de Noviembre se sitúa la Iglesia Colegiata de Arco. Interesante visita de esta Iglesia del siglo XVI por las obras que la decoran.
En lo que se refiere a la gastronomía, llama la atención la influencia de la gastronomía alemana en las ciudades de la provincia de Trento. Encontramos buenísima cerveza, Schnitzel y Spätzle.
Esperamos que os gusten las ciudades que ver en el Lago de Garda tanto como a nosotras.