Narbona es una joya, una ciudad colorida llena de vida y de cromatismos en sus fachadas, con jolgorio en sus calles, mercados biológicos y terrazas, con gente que disfruta de sus pastelerías y sus vinos, que sale de compras en las tardes soleadas y que pasea a lo largo del Canal de la Robine. Narbona sorprende por inesperada, quizá por desconocida y, sobre todo, sorprende por bella. Te proponemos un viaje a Narbona en un día a través de su arquitectura y sus edificios más emblemáticos. ¡Déjate sorprender por el cisne que ni Carcasona pudo hacer sombra!
Narbona en un día: edificios y estilos arquitectónicos
Narbona romana: el Horreum y otros restos
Hace más de 2000 años, cuando el Imperio romano dominaba gran parte de las tierras que hoy conocemos como Europa, Narbona era ya una ciudad comercial y cruce de caminos. Aunque poblada y conocida desde el siglo VI antes de Cristo, no sería hasta el año 118 a.C. cuando se establece en ella una primera colonia con un importantisimo papel como lugar de paso entre la vía Aquitania y la Dolomitia.
Es cierto que en Narbona no encontraremos los grandes edificios que existieron en aquella época, como el foro o el Capitolio, pero sí algunos restos muy interesantes como el Horreum romano. Se trata de una estructura subterránea destinada al almacenamiento de víveres y mercancías. Está formada por galerías y estancias que se distribuyen a lo largo de 51 metros hacia el un lado y 38 hacia otro. En la actualidad estas galerías romanas son visitables y merece la pena fijarse bien en las diferentes técnicas murarias que se aplicaron en la construcción del edificio. La visita es agradable, está bien iluminado y no tendrás sensación de estar en el subsuelo.
Aunque nos hay restos monumentales de los foros, si que se han encontrado pequeños vestigios que conforman las colecciones romanas de los museos de la ciudad. En el caso del Museo Lapidario existen fragmentos escultóricos de la época, que nos cuentan cómo era la vida durante la ocupación romana. El museo arqueológico tiene una importante colección de esculturas, bajorrelieves e inscripciones, pero lo más significativo son los restos de algunas domus similares a los ejemplos claros nos de Pompeya o Ercolano, con mosaicos y frescos. Por cierto, ¿sabes que en Narbona hay una Loba Capitolina?
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Antiguos cristianos, la época medieval y la Basílica de San Pablo
Pocos edificios hemos visitado que tengan entre sus muros una decoración románica tan bella como la que figura en los capitales de la Basílica de San Pablo. No dudes en acercarte a las grandes columnas de estilo románico que dan paso a bóvedas con el incipiente gótico como nota característica para ver las monstruosas imágenes esculpidas en los capiteles.
Sin embargo, la parte más antigua es la de la cripta en la que se encuentran los restos de un antiguo cementerio paleocristiano de época romana (Entre los siglos III y IV ). Existen en ella dos magníficos sarcófagos decorados con escultura que nos cuentan la importancia de estos primeros cristianos en Narbona. En la cripta se albergan otros restos, por ejemplo ánforas que contenían huesos de niños de corta edad.
La iglesia se inicia en el final del siglo XII en estilo románico, pero pocos años después de este inicio comenzará a adoptar las nuevas formas góticas, tanto en los elementos estructurales como en los decorativos. Las bóvedas ojivales alcanzan los 22 metros, algo más abajo el bonito deambulatorio para culminar así una de las que se considera obra cumbre de primer gótico francés.
Si te decides por visitar Narbona en un día, no te olvides de visitar, dentro del Palacio de los Arzobispos los restos románicos, por ejemplo el techo decorado del siglo XIII. Este fantásti complejo del Palacio de los Arzobispos es uno de los más grandes de Francia tras el Palacio Papal de Aviñon. La parte románica se completa con el palacio nuevo, que fue realizado en estilo gótico.
Otro de los recuerdos de la época medieval en la ciudad y que tuvo una importante función en la misma fue el Puente de los Comerciantes, (Pont des Marchands). Este puente, a mí me recordó mucho al de Florencia, ayudaba al paso de mercancías sobre el Canal de la Robine, que unía el rio Aude con el Mar Mediterráneo. Hoy el conjunto del canal es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La Catedral de Narbona: el gótico
La Catedral de San Justo y San Pastor, en Narbona, es un templo iniciado en el siglo XIII y nunca terminado, así lo demuestra su pórtico en los pies que como veréis si la visitáis es inexistente y sin techado. Si hay algo que me impresionó en este edificio es su altura, realmente la nave principal es tan alta que tendrás que elevar tu cuello para ver sus bellas bóvedas de crucería. Realmente es impresionante su altura, como lo es encontrarnos ante una catedral que no tiene portada, no tiene torres y tampoco capillas interiores. Pero, sin duda, tiene todos los demás elementos típicos de la arquitectura gótica: unos magníficos arcos ojibales, arbotantes que ayudan a los elementos estructurales a sosterner todo el peso, preciosas bóvedas de crucería y unas vidrieras altísimas.
La sala del Tesoro tiene una acústica única, el efecto sonoro que se produce es alucinante. Por un lado, podréis mantener una charla desde sus esquinas y, por otro, no olvidéis caminar por el centro de la sala…
El conjunto de la Catedral se visita junto con el palacio de los Arzobispos, que está prácticamente al lado e incluye la sala del Tesoro y el claustro (uno de ellos, ya que existen varios), que está en plena reforma. La Sala del Tesoro además de ser un lugar arquitectónicamente muy interesante es muy divertida. Su construcción se fecha en los primeros años del siglo XV y sirve como sala Capitular y de reunión. Tiene una planta cuadrada con una cubierta muy curiosa con bóveda elipsoidal que produce un efecto acústico único. Digo único porque hay dos efectos: para el primero tienes que colocarte en una de las esquinas y que alguien se coloque en la esquina contraria en diagonal, podréis mantener un interesante diálogo. Este efecto lo he visto en varios lugares, como en alguna sala del El Escorial, una de los arcos de entrada a Bologna o en La Alhambra. El segundo efecto es el que se produce al caminar por el centro del espacio, el ruido de tus pasos será atronador y muy divertido.
Una de las mejores vistas de esta maravillosa catedral la tendrás desde la Torre del Donjon, a la que podrás subir en el Palacio de los Arzobispos. ¡La subida no es comodísima! Sobre todo hasta el primer nivel de la torres ya que tendrás que hacer sin parar 100 escalones en una pequeña escalera de caracol. En el segundo tramos otros casi 50 escalores más… Las vistas lo merecen.
El renacimiento de la Casa de las Nodrizas
Narbona en un día no estaría completa si no disfrutas de la arquitectura renacentista en la ciudad. El mejor ejemplo de la época es, probablemente, la Casa de las Nodrizas, un edificio de caracter civil con una preciosa decoración en su fachada. El edificio se construye en torno a 1550, una época en la que la decoración manierista impregna no solo Francia sino el resto de Europa. El nombre de la casa “Maison des Trois Nourrices”, de las tres nodrizas, lo toma de las bellas cariátides que decoran las ventanas del primer piso.
No existen en Narbona otros ejemplos de la época, por lo que el mantenimiento de este edificio civil ha sido funamental para la ciudad. En 1913 fue catalogado como Monumento histórico y hace tan solo 12 años, en 2006, fue fruto de una importante restauración tanto exterior como interior que devolviero a la vida a las vidrieras y murales interiores, añadiendo algunos muebles que rememoran el siglo XVI. Por cierto, la visita al interior se puede realizar bajo petición y en algunos días concretos como días dedicados al Patrimonio Cultural.
Narbona moderna, el siglo XIX y el XX
Pero Narbona también es una ciudad moderna, con edificios imprescindibles en la visita de un día a la ciudad. Uno de ellos es el mercado de abastos: Les Halles de Narbonne. En la década de los años 80 del siglo XIX se pensó que en Narbona sería necesaria la construcción de un edificio dedicado al comercio, con el fin de centralizar los puestos y ventas. Así, en 1901, justo con el inicio del siglo XX se inauguró el precioso mercado por el que hoy podemos pasear para adquirirproductos tan típicos como los quesos o tan particulares como guisos tradicionales elaborados y servidos en su propia olla. En la actualidad es un lugar de encuentro, en el que además de hacer la compra puedes tomar un vino de la zona o disfrutar de una agradable charla en alguno de sus bares.
Cuando camines por Narbona echa un vistazo a los balcones modernistas que te encontrarás, hay numerosos edificios que pertenecen al art-noveau y al modernismo y están decorados con bonitas ventanas y barandillas decoradas.
No nos despedimos de Narbona sin visitar uno de los edificios más modernos de la ciudad, el que alberga la Mediatheque du Grand Narbonne. Un auténtico centro de conocimiento e innovación. Se trata de una biblioteca-mediateca con más de 190.000 libros, DVD, CD, revistas, periódicos… El edificio, una gran estructura construida en 2003, está situada justo en el centro histórico de la ciudad en una de las orillas del Canal de Robine. Cuenta con todas las comodidades para el visitante, desde un gran parking a wifi para seguir conectado aunque no lo necesites.
¿Qué te parece nuestro paseo por la arquitectura en Narbona? Estos no son los únicos edificios reseñables en la ciudad, pero queríamos un punto de vista que nos enseñase la cronología de la ciudad a través del hilo conductor de la arquitectura narbonesa.