El Castillo de la Alameda en Madrid es uno de los últimos tesoros que he descubierto en la capital. Casi por casualidad, un buen día, caminando, llegué a él. Hice unas fotos desde fuera de la valla que protege el recinto y lo incluí en mi post sobre los castillos de Madrid. Mucha gente se ha sorprendido al conocer la existencia de una fortificación medieval en plena ciudad. Muchos otros lo descubrirán gracias a este post dedicado integramente a él.
En esta ocasión, he tenido el placer de volver a él, esta vez con una visita guiada en la que he descubierto algunos aspectos que desconocía. Hoy te cuento cómo es el Castillo de la Alameda en Madrid, cómo llegar a él, sus tarifas y horarios.
El Castillo de la Alameda y su historia en el tiempo
El Castillo de la Alameda se asienta sobre una pequeña elevación en el barrio de la Alameda de Osuna. Ese mínimo promontorio estuvo ocupado por los hombres desde la época prehistórica, concretamente en el Calcolítico ya hay huellas de población humana allí. En aquella época la ocupación se limitaba a algunas cabañas ocupadas por familias que compartían los habitáculos de reducido tamaño. De aquel antiguo poblado prehistórico se conservan algunas despensas y, reaprovechado, el foso de defensa que se convertiría en el del castillo. Uno de los primitivos hallazgos fue una tumba con algunas cerámicas, un descubrimiento excepcional en la región.
Con la llegada de la invasión de los pueblos árabes y la Edad Media, la zona del Castillo de la Alameda quedó prácticamente despoblada. Hasta que durante la Reconquista la corona española comenzó a repartir las nuevas tierras que conseguía en las batallas a sus leales seguidores y allegados. Con los aires de reconquista llegó el momento de la construcción del castillo de la Alameda. El edificio fortificado se data entre finales del siglo XIV e inicios del XV. Su función fue la de residencia y protección del señor feudal de la zona.
Así, se construyó un pequeño bastión con una torre de defensa y un foso alrededor. Para salvar el foso existió un puente frente a la puerta de entrada, del que hoy tan solo quedan los apoyos. Es muy interesante como a través de los paneles explicativos te cuenta toda la historia del castillo. En uno de ellos me gustó mucho como se comenta la importancia que tuvo la organización de la entrada, de tipo indirecto, con la intención de evitar la entrada de enemigos.
Muy ligado a los grandes nombres de la Castilla de la época, el Castillo de la Alameda, fue, probablemente erigido, gracias a la intervención de la familia Mendoza. Quien en torno a 1400 mandaría construir el edificio.
El inicio de la época renacentista dio un vuelco a la función de este edificio. Así, en la mitad del siglo XVI la antigua fortificación defensiva pasó a convertirse en un palacio de recreo típicamente renacentista, en el que pasar temporadas de ocio. En esta época el foso pasó a convertirse en jardín, siguiendo las modas europeas, con parterres y fuentes que proporcionaban entretenimiento a los nobles.
Durante el siglo XVI el castillo pasó a manos de la familia Zapata, a la cual se le concedió el título de Conde de Barajas. El palacio se convirtió en un lugar de recreo para la dicha familia, que tenía su residencia oficial en la actual plaza del Conde de Barajas en Madrid. El palacio consiguió en esta época una importante extensión, el jardín, incluso con un estanque iba mucho más alla de lo que hoy vemo como foso. El estanque tenía unas considerables dimensiones, en él había una isla y se podía navegar y recorrer en barca. ¡Menudo lujo para la época! En este momento se toman diferentes decisiones constructivas, para aprovechar el espacio y hacerlo más cómodo.
Sin embargo, la importancia y papel que el Castillo de la Alameda tuvo en el siglo XVI, llegó a hospedar a la futura reina Margarita en el camino hacia su boda con el rey Felipe III, se fue deteriorando. El castillo perdió su esencia y poco a poco se fue abandonado. Tanto es así, que en el final del siglo XVIII la Duquesa de Osuna, con la autorización de la Villa de Madrid, utilizó sillares y piedras para la construcción de su cercano palacete. La intervención humana, el deterioro del tiempo y la climatología hicieron que el castillo llegara en malas condiciones y prácticamente olvidado al siglo XX.
Durante la Guerra Civil se convirtió en uno de los tantos lugares de defensa y batalla que tuvo Madrid. Como recuerdo podemos ver la casamata, una estructura de hormigón semienterrado con una simple abertura que servía para disparar con una ametralladora. La zona del castillo sirvió de refugio durante algunos bombardeos, prueba de ello algunos restos de munición y huecos para guardarla.
La recuperación del Castillo de la Alameda
Tras el periodo de decadencia vivido a partir del siglo XVIII y la Guerra Civil, poco quedaba en pie del Castillo de la Alameda. En los años 50 gracias a un decreto del gobierno, se determinó la defensa de los castillos españoles, y aquellos, tan deteriorados como el de la Alameda, empezaron a tener alguna probabilidad de salvarse de la más absoluta desaparición.
Entre los años 80 y 90 se empezaron a realizar las primeras excavaciones y la toma de conciencia de la importancia que tuvo el lugar. No solo se descubrieron los restos del edificio medieval y renacentistas, sino que salieron a la luz los vestigios de aquel poblado prehistórico del que hablábamos. El proyecto estuvo parado casi quince años y en torno a 2006 se volvió al trabajo de campo por parte de arqueólogos e historiadores en el castillo. En 2007 el Ayutamiento de Madrid toma las riendas del proyecto para sacar a la luz los restos del castillo palacio, para protegerlos, restaurarlos y crear un lugar de visita para el público madrileño o foráneo.
La intervención arquitectónica fue mucha y es visible en los muros del castillo y en el foso. No os voy a engañar, restos hay pocos, pero la reconstrucción es muy interesante. A mí me parece una bonita visita, sin embargo a mi amigo David, de Cuaderno de Viaje, no le gustó tanto.
Cómo llegar al Castillo de la Alameda de Madrid
Llegar al Castillo de la Alameda en Madrid es realmente muy sencillo. Una de las mejores opciones es el metro, la línea verde (5), te dejará a escasos 200 metros del castillo. Solo tienes que bajarte en la parada Alameda de Osuna, la última de esta línea, y al salir seguir las indicaciones hacia el castillo. Es muy fácil y rápido llegar desde la parada de metro, e incluso también te puedes bajar en la parada del Capricho.
Hay varias paradas de autobús en la zona, por lo que es fácil llegar en varias líneas de la EMT. Puedes tomar alguna de las siguientes líneas:
- 101: Canillejas – Barajas
- 105: Ciudad Lineal – Barajas
- 112: Mar de Cristal – Barrio del Aeropuerto
- 114: Avenida América – Barrio del Aeropuerto
- 115: Avenida América – Barajas
- 151: Canillejas – Barajas