Durante mi viaje en Apulia y Basilicata visité algunos de los pueblos más bonitos del interior de la provincia de Bari, en el llamado Valle de los trulli. Son pueblos tranquilos en los que la vida se detiene entre el olor a café y la pasta del medio dí. Localidades blancas, en las que destaca la arquitectura tradicional de los trulli y las maserías, con calles empedradas que forman laberintos circulares, iglesias y palacios históricos en los que perderse. Te cuento mi recorrido por algunos de estos pueblos: Putignano, Locorotondo y otros borgos del Valle de Itria.
Qué ver en Putignano y su carnaval
Putignano es una pequeña localidad entre Bari y Alberobello, justo a las puertas del Valle de Itria. Los días en los que llegué eran los previos al Carnaval, sin embargo en Putignano el carnaval estaba ya en su máximo apogeo y pude ver uno de los más famosos de toda Italia. Tuve la suerte de que Francesco, el dueño de La Corte del Astore, hotel donde dormí en Alberobello, me regaló una entrada para poder acceder al recinto del carnaval, que no es otro que el pueblo que se cierra a cal y canto esos días.
Llegué a Putignano en coche, eran unos 10-12 kilómetros desde Alberobello por una carretera secundaria. Al ser fechas de Carnaval había una restricción para entrar y aparcar en el pueblo, por suerte la entrada me permitía tanto acceder como aparcar en el centro. Estuve viendo el desfile de las carrozas, impresionante, para que entendáis de que se trata sería algo así como carrozas hechas a modo de falla valenciana con movimiento y gente dentro. Además de las carrozas desfilaban un montón de comparsas con bailes y coreografías. Todo un espectáculo. Pero además del Carnaval histórico en Putignano se pueden ver algunas otras cosas. Para mí se econvirtió en un auténtico descubrimiento, ya que cuenta con uno de los cascos antiguos más interesantes que había visto en Italia. Me encanto su centro creado en forma de laberinto dentro de una especie de círculo concentrico.
Me perdí un poco entre sus calles, lo admito, ademá no había nadie, estaban desisertas prácticamente porque todo el mundo estaba viendo las carrozas unos metros más allá. Llegué hasta la Piazza del Plebiscito, allí se encuentra una de las iglesias más bonitas del pueblo, la de San Pedro. Se trata de un templo románico adornado con un campanario del siglo XVII. También en la misma plaza el Palacio de Bilí sede de los caballeros de Malta durante la época medieval. Hoy alberga el museo Cívico en el que se pueden encontrar objetos de la vida cotidiana de la ciudad y otros como libros antiguos, platería, etc.
Al salir de la plaza podéis coger la calle Chiancata, que es la que conecta las puertas de la ciudad. El paseo es muy agradable, un enmarañado conjunto de callejuelas que no parecen tener salidas, calles estrechas y casas encaladas con patios escondidos que le dan a la localidad un aspecto muy mediterraneo. Si te gustan los museos no hace mucho se ha abierto el Museo Príncipe Gugliemo Romanazzi Carducci de Santo Mauro, con exposiciones de arte contemporáneo y fotografía.
Otro de los lugares interesantes que se pueden visitar en Putignano es la Grotta del Trullo. Se trata de una cueva de gran interés turístico, fue la primera que se abrió al público en Italia, incluso se dice que uno de los primeros en visitarla fue el Príncipe de Piamonte Umberto I. Esta zona de Puglia es muy interesante desde el punto de vista espeleológico, en la Grotta del Trullo se han encontrado numerosas especies de fauna cavernosa y bellas formaciones rocosas.
Sin duda, Putignano es una bonita excursión desde Bari y Alberobello, la ciudad de los trulli. Un lugar para iniciar un recorrido por el extenso y bello Valle de Itria.
Locorotondo, el borgo redondo
“Locus qui dicitur Rotundus… et in eo ecclesiam santi Georgii”
El documento de fundación de este precioso pueblo se remonta a mayo de 1195, en el final del siglo XII. En aquel entonces, el pueblito redondo pertenecía como feudo al monasterio benedictino dedicado a San Esteban situado en el término de Monopoli. Desde aquel momento, el pequeño pueblo de Locorotondo comenzó a ser una localidad dedicada a la agricultura, de olivos y de viñas, cultivos que todavía hoy siguen siendo mayoritarias en sus terrenos circundantes del Valle de Itria.
Además de un lugar con unas profundas raices histórcias, se conoce como asentamiento desde el Neolítico, es uno de los pueblos más bonitos de Italia (dentro del grupo Borghi più belli d’Itaia). Inicíe mi recorrido en Porta Napoli, una de las puertas de la ciudad frente a los jardines del Ayuntamiento. Nada más pasar esas puerta aparece ante mí la Piazza Vittorio Emanuele I, una de esas bellas plazas italianas que se suelen denominar “salotto”. Justo en esa plaza podéis encontrar la oficina de turismo de este pueblo, son muy amables y te darán un mapa para que no te pierdas en este laberinto.
Pasear por las calles de este pueblo es una auténtica delicia, la mayoría de las calles giran en torno a una plaza central donde se sitúa la Iglesia Madre, la de San Giorgio. No se trata de una iglesia espectacular arquitectónicamente, pero sí de cierta importancia histórica. Se consstruyó sobre una iglesia más pequeña del siglo XII. La actual se inició en 1790 y su arquitectura es bastante sobria. Lo más bonito y significativos es su fachada, en la que se representa la imagen del santo patrón en su lucha con el dragón.
A poca distancia de la iglesia de San Giorgio se encuentra la de San Nicola, tiene una importancia significativa derivada de los frescos que cubren sus paredes. La iglesia estuvo abandonada muchos siglos, confundida entre las casas y sin tener ningún interés para los habitantes del pueblo. Sin embargo, una gran restauración a devuelto a la vida estos magníficos frescos con colores vivos y brillantes. Lo más curioso de esta iglesia es que sigue el modelo de otras muchas de las iglesias rurales de la zona: las iglesias trullo.
Cuando visité Locorotondo se me echó la noche encima, era invierno y prácticamente estaba sola en aquel borgo. Entre sus calles di con un bellísimo palacio. El
, situada en la calle del mismo nombre es un buen ejemplo de la arquitectura señorial que durante el barroco se ejerció por parte de las familias nobles del pueblo. El edificio pertenece al siglo XVIII y lo más significativo es su magnífica fachada. En ella se llevó a cabo un conjunto decorativo elegante y exhuberante que recorre la parte inferior hasta mezclarse con el balcón superior del piso noble.
Locorotondo, encerrado en su círculo arquitectónico, tiene unas magníficas vistas sobre el Valle de Itria. Está situado en una pequeña colina y se yergue elegante desde la llanura. Es un lugar muy recomendable, sin apenas turismo y muy agradable para un paseo tranquilo y para disfrutar del slow travel entre trulli.
Otros pueblos del Valle de Itria
El Valle de Itria es famoso por sus Trulli, de hecho también se le suele llamar Valle dei Trulli. Esta zona se encuentra en el sur de la Provincia de Bari, pero también tiene algunos terrenos en las de Taranto y Bridisi. Es un valle que además de por su arquitectura popular destaca por su importante vegetación mediterránea, con olivos y viñedos, y sus bellos pueblos blancos. Quizá no tengas tiempo de visitar todos, pero no dejes de pasar por algunos de estos pueblos:
- Martina Franca, lo que más destaca de este pueblo es el color blanco del encalado de sus casas. El centro histórico es realmente agradable, proporciona mucha tranquilidad. Las casitas blancas adornadas con plantas verdes y algunas flores, con una estructura muy vertical, se complementan con algunos edificios de corte noble realizados entre la época barroca y el rococó del siglo XIX. En el centro el palacio ducal y la Basílica de San Martino, sus dos ejemplos arquitectónicos más importantes.
- Cisternino, es el más pequeño de los borgos de la zona pero es una joya de época medieval. En este pueblo es como si el tiempo se hubiera detenido hasta que los habitantes empiezan a dar voces en el mercado de productos locales y las terrazas se llenan con los cafés de la tarde. Si quieres pasar la tarde en esta localidad lo más aconsejables es que hagas una ruta por sus palacios: Palazzo Devitofranceschi, el Palazzo Lagravinese, el Palazzo Amati, el Palazzo Vescovile y Torre Capece.
- Ostuni, es un pueblo realmente encantador que daría para un post, pero tengo que deciros que pasé muy poco tiempo, el de tomar un café y seguir hacia la costa. La panorámica desde la carretera es maravillosa, Ostuni se alza sobre una colina como dueño y señor del panorama. El territorio de Ostuni llega a la costa, por lo que además de ser un borgo muy bonito dispone de zonas de playa con calas de arena y rocas. Es un lugar al que tendré que volver…