El fin de semana pasado he descubierto uno de esos lugares que solo los locales te pueden enseñar. Quizá no encuentres su nombre muy reseñado en guías turísticas, sin embargo, es también un sitio cargado de historia y con patrimonio para dar y regalar. Si te preguntas qué ver en Huete la respuesta es una buena cantidad de obras arquitectónicas y no sólo eso, ya que además de su patrimonio cultural este pueblo conquense tiene gastronomía y actividades para completar su oferta turística. Los amigos de Cuenqueando nos han llevado de la mano en este viaje tan especial por su tierra ¿te vienes?
Qué ver en Huete: el patrimonio
Huete es una pequeña localidad de Cuenca que se encuentra a unos 50 kilómetros de la capital de provincia y a 120 de Madrid. Mucho menos conocida que otros pueblos castellano manchegos como Sigüenza o Talavera de la Reina esconde un buen número de edificios dignos de visitar durante un fin de semana. El municipio se extiende por las laderas de un alto cerro en el que se instaló el antiguo Castillo y se disemina a lo largo de un par de valles ya que además del propio núcleo urbano hay algunas pedanías que pertenecen a su ayuntamiento: Caracenilla, Verdelpino, Saceda del Río. En la zona donde se asienta esta localidad hay restos de presencia humana desde hace más de 10.000 años, aunque el primer asentamiento en el cerro del Castillo data de unos 4.000. Desde entonces siempre ha estado poblada hasta convertirse en un lugar de cierta importancia en época romana (siglo VI a. C), cuando comienza la explotación minera del lapis specularis, el mineral con el que se hacían las ventanas antes de realizarse con vidrio.
Probablemente en la Edad Media Huete estuvo influenciada por visigodos hasta la llegada de los árabes, cuya ocupación se reconoce sobre todo en los siglos IX y X. Muy cerca de Huete, en la batalla de Uclés, en el inicio del siglo XII se produjo una de las derrotas más importantes de los reconquistadores cristianos y el dominio árabe se mantuvo hasta bien entrado el siglo XII. A partir del siglo XIII la villa vivió una época convulsa entre los propios cristianos divididos en bandos y siempre en lucha por el poder. La nobleza ciudadana, los Laras y los Castros, se disputaban el control de la ciudad que en aquel entonces dominaba gran parte de las comarcas de alrededor. Tal fue su importancia que en el siglo XV el rey Juan II cambió su título de villa por el de ciudad. Este importante pasado árabe y cristiano ha dejado en Huete un gran patrimonio histórico y cultural como sus dos murallas, el Castillo de Luna, el Monasterio de la Merced, etc.
Huete religioso
Empezamos nuestro recorrido en el Monasterio de la Merced, un edificio de grandes dimensiones que recuerda a grandes edificaciones barrocas. El Monasterio, de origen medieval, conserva fundamentalmente las arquitecturas creadas en el siglo XVII. Fue uno de los monasterios más importantes de la Orden mercedaria en Castilla y de ello da buena cuenta su imponente iglesia y su bello claustro, hoy en restauración, pergeñado por Cosme de Peñalacia. La iglesia, también del siglo XVII presenta una fachada de época posterior, ya que fue remodelada a finales del siglo XIX. Es uno de los centros culturales más importantes que ver en Huete, ya que actualmente acoge tres museos: el Museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente, el Museo de Arte Sacro y el Museo de Etnografía.
Otros importantes edificios religiosos son el Antiguo colegio de los Jesuitas, instaurados en Huete desde el siglo XVI hasta su expulsión en el XVIII; la Iglesia de Santo Domingo (siglo XVII), un complejo de grandes dimensiones que acogió un importante monasterio dominico o la antigua Iglesia de San Pedro, de la que solo se conservan algunos restos en una casa privada.
Sin embargo, mi preferido entre los edificios religiosos que te vas a encontrar en Huete es la iglesia de Nuestra Señora de Atienza. Situada en lo alto del municipio, tan solo quedan los restos de la cabecera de lo que debió ser un precioso ejemplo de arquitectura gótica. El ábside que se puede ver muestra una bella arquitectura gótica decorada con grandes ventanas con arcos apuntados y decoradas con elementos geométricos, separadas por bonitas columnas con capiteles con formas vegetales, animales e incluso cabezas humanas. Bajo el ábside debió haber una cripta, probablemente enterramiento para una de las familias que fue mecenas de la obra. Actualmente el lugar es escenario de conciertos y actividades culturales, además de centro de observación astronómica.
En Huete, hay restos árabes todavía, como la Alcazaba que se asienta sobre lo alto del cerro y bajo el cual se excavaron algunas casas cueva. Tuvimos la suerte de visitar una de ellas, donde está la empresa Lavandaña, dedicada a la elaboración de productos de lavandín, como licores, jabones o ambientadores. También de época musulmana se pueden ver algunos de los restos de la muralla, que en realidad son dos, la árabe y la posterior cristiana.
Edificios civiles que ver en Huete
Volviendo hacia el casco histórico de Huete encontramos la magnífica Torre del Reloj, con origen medieval, la actual pertenece al siglo XVIII y su función es básicamente la de acoger el reloj que organizaba la vida de los ciudadanos. Es una torre de buena altura que destaca por la combinación de elementos barrocos y neoclásicos. Bajo ella se encuentra la Puerta de Almazán. A pocos pasos de la Torre del Reloj se encuentra el Pósito Real. Un edificio dedicado al almacenaje del grano para las épocas de carestía. El edificio que se conserva en Huete pertenece al final del siglo XVII (1698) parte izquierda de la fachada y al final del XIX el resto. En la parte inferior se están recuperando las siete bóvedas que servían no solo para la sujeción del edificio, sino también como forma de frenar la posible humedad que podría afectar al grano. En esta parte baja se sitúa una tienda de miel que hará la delicias de cualquiera que llegue a Huete.
Entre los siglos XV y XVIII hubo una importante nobleza en la localidad, todas estas familias dejaron su impronta construyendo sus casas palacio y casonas solariegas. Entre ellas destaca la Casa Palacio del Conde de Garcinarro, actualmente Hotel rural, en el que descansamos y al que dedicaremos un post, en este precioso lugar durmieron personajes tan ilustres como Felipe III. Otro bello ejemplo de arquitectura civil palaciega es la casa de los Amoraga, un edificio iniciado en el siglo XVII en el que destaca la portada construida según los modelos del italiano Vignola.
Museos en Huete
El impresionante patrimonio de Huete sigue vivo, ya que en los últimos años esta localidad se ha preocupado vivamente por fomentar la cultura, el arte y su propia historia con la creación de algunos museos que sorprenden al visitante. Uno de los lugares más sorprendentes de Huete es el museo de Arte Contemporáneo Florencio de la Fuente. La colección está formada por las obras reunidas por Florencio de la Fuente, el fundador del museo, a lo largo de su vida y que donó al municipio. Entre las obras que podéis ver se encuentran incluso nombres como los de Picasso, Dalí o mi amado Guayasamín ¿no es sorprendente? Pues déjate sorprender por este museo y sus obras que han encontrado contenedor de lujo en el Monasterio de la Merced.
Otro buen conjunto de arte es el que vas a encontrar en el Museo de Arte Sacro de Huete. En él se puede hacer un recorrido por algunas de las obras más representativas de la escultura religiosa del pueblo. Aunque no es una colección muy grande hay obras muy significativas para Huete. Personalmente destaco un compianto en piedra prácticamente completo. Además de escultura acoge un buen número de elementos litúrgicos, presenta ejemplos de trajes, casullas y mantos.
Otro ejemplo del buen hacer cultural de este pueblo es el Museo Etnógrafico. Una colección muy extensa de herramientas, objetos y elementos de la vida cotidiana del pueblo durante el siglo XIX y XX. En la exposición permanente se hace un recorrido por los oficios más habituales de la época, desde el zapatero, al agricultor sin olvidarnos del apicultor o la maestra. Tiene una fabulosa colección de muñecas y juguetes de época, me recordó mucho a la de la Casa Lis de Salamanca y me pareció realmente un trabajo imponente el que se ha hecho en este museo, tanto a nivel de colección como exposición. Frente al museo Etnográfico está el cuarto museo de Huete, el de la Fragua, en el que se recogen herramientas y objetos de los trabajos de forja.
Actividades y visitas cerca en Huete y alrededores
Pero este pueblo no solo es patrimonio cultural, ¿algo más que ver en Huete? Pues sí, ver y hacer, porque su entorno ofrece numerosas actividades y lugares para visitar:
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Quesería la Ermita, en Caracenilla: nuestro tour gastroturístico nos llevó a visitar una quesería tradicional. Creada en los años 80 ha sabido adaptarse a los cambios y las necesidades actuales sin perder calidad en la elaboración de sus quesos.
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Pago de Calzadilla, uno de los 17 pagos que hay en España. Una bodega personal en la que el mimo es el principal ingrediente de sus vinos. Como sabéis soy aficionada a la enología y disfruté del recorrido por la bodega y de la cata que nos ofreció Paco y su familia.
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Minas romanas Lapis Specularis, gracias a Cuenqueando puedes visitar un impresionante yacimiento que data de época romana. El famoso Lapis Specularis o Cristal de España se utilizó durante siglos para las ventanas, a modo de cristal, y fue ampliamente exportado desde la zona hasta la capital del Imperio.
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Catas de Aceite Extra Virgen: la zona de la Alcarria conquense es rica en productos de la tierra, entre ellos el aceite. Degustarlo, aprender y disfrutar es obligado, nos encantó la cata que nos ofreció Olivares de Altomira. Da gusto ver como aman su trabajo y lo transmiten.
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Conocer los productos del lavandín, este híbrido de la lavanda y el espliego ha llevado dos mujeres emprendedoras a crear una empresa en la que han destilado el primer licor de lavanda de España. Las chicas de Lavandaña han hecho un producto original y realmente bueno.
Como ves hay mucho que ver en Huete y muchas experiencias que vivir. Si todo esto te hubiera sabido a poco, no muy lejos de Huete puedes disfrutar de más arte en el fantástico Monasterio de Uclés y, por supuesto, a poco más de 40 minutos pasear por una de las más bellas ciudades de nuestro país, Cuenca.
Agradecemos a Antonio, Elena, Jose y todo el equipo de Cuenquando por invitarnos a conocer Huete, Uclés y Cuenca durante un fin de semana magnífico. Si queréis visitar Huete, Uclés, Cuenca o realizar alguna de las actividades que nosotros hemos hecho estos días solo tenéis que poneros en contacto con ellos a través de su página web.