Hace mucho tiempo que había oído hablar de Matera, una pequeña y preciosa ciudad italilana situada en Basilicata. La conocí como escenario de películas inspiradas en la vida de cristo e historias bíblicas, entre ellas La Pasión de Cristo de Mel Gibson. Aquella película, que para mí fue un momento muy freak cuando vivía en Estados Unidos, había dejado en mi memoria calles con escaleras de piedra, muros dorados por el sol y una escenografía digna de la Jerusalem histórica pero en Italia. Durante el tiempo que viví en Italia no visité esa zona del sur y tenía una espinita clavada. Así, en 2018 inicié mis viajes volando a Bari para hacer un roadtrip por Puglia y Basilicata que comenzó en Matera.
Como consejo, si has llegado a Matera dedica al menos dos días a su visita, hay bastantes lugares que merecen una visita, museos, iglesias excavadas en la roca, etc. Además, la luz del atardecer convierte a la ciudad en un lugar mágico, en una representación arquitectónica del belén que merece la pena disfrutar.
Matera qué ver en dos días: día uno
Uno de los atractivos de la ciudad de Matera es simplemente ella. Sus famosos Sassi son grandes barrios, “rioni” sobre pequeñas colinas que se extienden formando un manto de casas, calles laberínticas y escaleras de piedras. Los Sassi son patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1993, pero también son mucho más que eso. Los Sassi generan en el viajero una sensación unica e irrepetible que te permite trasportarte a una atmósfera mágina en la que el tiempo se ha detenido en torno a ti. El Sasso Caveoso se estiende en la ladera más al sur, mientras que el Sasso Barisano mira hacia la ciudad de Bari. Entre ellos está la zona más antigua que ver en Matera: la Civita.
Cuando llegué a Matera lo primero que hice es asomarme a uno de sus miradores, el que se encuentra en la Piazza Vittorio Veneto. Las vistas son absolutamente magníficas y comprendí que aquella ciudad me iba a conquistar si no lo había hecho ya en aquellos pocos minutos. Mi alojamiento, Il Giramondo, estaba situado justo en uno de los laterales de la plaza en la siguiente manzana, con lo cual me fue muy cómodo empezar mi ruta desde el mismo centro de la ciudad.
En la Piazza Vittorio Veneto además de las preciosas vistas hacia los Sassi y la Catedral se puede visitar el Palombaro Lungo. La visita se hace acompañados siempre por un guía, suele durar media hora y los tours parten cada hora. Os preguntaréis qué es el Palombaro Lungo, se trata de una zona de la llamada Matera subterránea en la que se construyeron grandes cisternas excavadas en la roca para almacenar el agua que bajaba desde la colina a la ciudad. Estos depósitos subterráneos ahora tienen el nombre de Palombaro Lungo y son visitables de 10.00 a 13.00 y de 15.00 a 18.00 todos los días de la semana con un coste de 3 euros.
Tras el Palombaro emprendí mi paseo hacia los Sassi por la Via del Corso, una de ls calles más animadas de la ciudad. Me llamó la atención la arquitectura tanto civil como religiosa de esta bonita calle, llegué a la Piazza San Francesco que está presidida por la iglesia de San Francesco en la que destaca una impresionante fachada barroca del siglo XVIII. Casi frente a ella, en el lado contrario de la calla otra magnífica y altísima fachada de la mísma época, la Iglesia del Purgatorio.
Pocos metros más adelante otra iglesia con una fachada muy llamativa, la de Santa Chiara, con la patrona sobre la portada. Con elementos renacentistas pero numerosas modificaciones posteriores forma parte de un complejo de construcciones, el antiguo convento, con fachada corrida hasta el edificio del Museo Arqueológico Nacional Domenico Ridola. El museo hace un interesante recorrido desde la prehistoria y las primeras huellas del hombre en Matera.
Pocos pasos más adelante el visitante se topará de frente al Museo Nacional de Arte Medieval y Moderno de la región de Basilicata. Un museo interesante en el que se cuenta la historia y el arte de Lucania a través de los siglos. No es una colección que os pueda dejar maravillados, es discreta, pero tanto el continente como el contenido es interesante para conocer un poco más la zona.
Justo en el lateral del museo se encuentra otro de los preciosos miradores de Matera, la Piazzetta Pascoli. Las vistas hacia el Sasso Barisano son simplemente espectaculares, pero también se ve la belleza de algunas iglesias del Sasso Caveoso, como Santa Maria Iddris y la panorámica del parque de la Murgia.
En este punto del día seguramente ya tendrás hambre, sobre todo si te has detenido en los museos. Estas en una zona con abundante oferta gastronómica y de calidad con buen precio, combinación perfecta. Tras una parada yo seguí mi recorrido hacia las callejuelas del Sasso Caveoso.
Visitar el Sasso Caveoso
El Sasso Caveoso es el barrio más antiguo de Matera, conserva su apariencia rocosa con casitas apiñadas que en los años 50 y 60 fueron consideradas “vergüenza nacional” por la falta de medios e higiene. Sin embargo, hoy el Cavesoso es un lugar de otro tiempo en el que se me pasó la tarde entre fotografías y visitas a algunas casas e iglesias.
Tuve la suerte de visitar prácticamente sola alguna de las calles del Sasso Caveoso, no encontré turistas hasta llegar a la iglesia de Iddris. Me interné en le sasso buscando la Necrópolis de Santa Lucia alle Malve y la primera iglesia rupestre que visité Santa Lucia alle Malve. Todas las iglesias rupestres que visité estarán explicadas en un post dedicado al parque de la Murgia y a estas.
Tras Santa Lucia, paseé entre los sassi, llegué a la iglesia de San Pedro y San Pablo y a Santa María de Idris, desde la que se tienen unas espectaculares vistas tanto de la ciudad como de la Gravina y el Parque de a Murgia. Tras un rato de embobamiento, te darás cuenta incluso por las fotos, bajé hacia la iglesia de san Pietro Caveoso y emprendí el camino que había visto en algunas películas. Prácticamente la Via Madonna delle Virtú recorre el perímetro del Sasso Caveoso, es realmente un paseo muy bello que permite hacer bonitas panorámicas. Al final de la calle, antes de meterme otra vez en el Sasso me detuve en la Casa di Ortega, dedicada a la obra de José Ortega, un español que se afincó en Matera años atrás y que desarrolló allí parte de su obra.
Otro de los lugares que hay que visitar es la Casa Noha un proyecto museístico del FAI centrado en documentar la historia de los habitantes de los Sassi. El edificio alberga una antigua casa excavada en la roca, típica forma y estructura de las casas en los Sassi, con cinco salas comunicadas entre sí y en las que se cuenta a través de varios vídeos cómo era la vida en aquel lugar.
Se me había hecho completamente de noche y yo seguía subiendo y bajando escaleras perdida a propósito entre calles y callejuelas. Así, llegué a la Catedral de Matera, dedicada a Santa María Santíssima della Bruna y Sant’Eustachio. La iglesia, de origen románico, ha sufrido notables modificaciones a lo largo de los siglos. Está asentada sobre lo alto de la Cività, a modo de división entre los dos sassi. La parte exterior de la catedral se consesrva bastante intacta, en su fachada destaca un gran rosetón con dieciseis radios sobre el que se eleva san Miguel Arcángel flanqueado por dos figuras masculinas. En el centro de la fachada está la Puerta Mayor y la figura de la Virgen de la Brunna en el tímpano. El interior, una estructura de cruz latina con tres naves, sí ha sufrido importantes cambios y modificaciones, sobre todo en los siglos XVII y XVIII. Estos cambios hacen de la iglesia un templo más barróco que románico que contrasta de forma importante con el exterior.
Dejé atrás la plaza de la Catedral y seguí caminando, esta vez empecé a notar el cansanció y decidí dejar el resto de la ciudad para el siguiente día. Sin embargo pudo más Matera que yo porque en el camino me encontré la preciosa plaza del Sedile en la que se encuentra la fachada del Conservatorio de Música. Está asentado en un edificio excepcional, no recuerdo muchos ejemplos parecidos a él que haya visto y tampoco he encontrado mucha información. Pero es, sin dudas, uno de los lugares más bonitos que vi en Matera, volví por la mañana para hacer más fotografías.
Volví al hotel, me di una ducha y salí a cenar y a disfrutar de los desfiles de carnaval. Matera volvía a ganar, no me podía ir a la cama, fotos y fotos después, vencida por el sueño de haberme levantado a las cinco de la mañana decidí dormir y al día siguiente: Matera qué ver día 2: iglesias del Sasso Barisano, el Parque de la Murgia y sus iglesias rupestres.