Puertas de Milán, un recorrido artístico

puertas de Milán
Milán la capital de Lombardía está rodeada de puertas, edificios históricos y artísticos que en muchas ocasiones pasan desapercibidos para los turistas y viajeros. Durante los años que pasé trabajando en esta ciudad caminé mucho, desde los Navigli a San Babila, desde Porta Venezia a la estación Central, en todos estos paseos siempre estuvieron presente las puertas monumentales. Hoy nos damos un paseo por Milán que entre todas las cosas que tiene para visitar nos presenta sus magníficas puertas.
Durante siglos y desde su origen Milán ha estado protegida por murallas, la primera de ellas se erige en la época romana, posteriormente se construye la medieval y, finalmente, la última la muralla durante la dominación española.
La muralla romana se comenzó durante el siglo I a.C. bajo el mandato del Emperador Ottaviano, aunque durante la época de Massimiano en el III siglo d.C. se añade una parte ampliándose el territorio comprendido en ella.  Había en esta muralla numerosas puerta, entre ella Puerta Nuova en la actual vía Manzoni. Sin embargo no queda apenas nada de esta primitiva muralla. Entre los pocos restos que quedan está una parte de la torre de la Porta Ticinensis del siglo I. Los demás restos son pocos y suelen estar en los bajos de algunos edificios, como en el Grand Hotel Milán o en el patio del Museo Arqueológico de corso Magenta.

Puertas de Milán de época medieval

En el siglo XII se inició la construcción de las murallas por parte de un ingeniero militar genovés al servicio de la ciudad de Milán. Para ello se construyó un gran foso lleno de agua de los ríos Seveso y Nirone. Era una muralla con un carácter totalmente defensivo y se crearon unas puertas para su acceso. De esta época todavía se pueden admirar restos de:  Porta Ticinese (antigua), Porta Vercellina, Porta Giovia, Porta Comasina, Porta Romana, Porta Nuova y Porta Orientale.

Antigua Porta Nuova en Milán
Antigua Porta Nuova en Milán
La Porta Ticinese antigua es uno de los mejores ejemplos de la época medieval. Es una puerta monumental con una gran torre que flanquea uno de sus laterales. En origen tenía un solo vano de entrada, pero durante la restauración que se le realizó, obra de Camillo Boito, se abrieron otros dos vanos laterales confiriéndole el aspecto que presenta en la actualidad. Es una puerta de entrada a la monumentalidad de la ciudad, ya que apenas unos metros más adelante se encuentran las Columnas de San Lorenzo. Existe otra Porta Ticinese cuyo origen fue español y que en la actualidad es un bonito edificio neoclásico que se puede admirar de camino a los Navigli.
El otro gran resto de la época medieval el Porta Nuova (hay otra puerta muy posterior que lleva el mismo nombre), situada en vía Manzoni. Era la más grandes de las puertas medievales, aunque pertenece al siglo XII tuvo algunas alteraciones a lo largo de los siglos, como la inserción de un tabernáculo para la virgen en el siglo XIV y la ampliación del paso en el siglo XIX.

Las puertas monumentales de las murallas Españolas

Las murallas de la época de dominación española se construyen en la mitad del siglo XVI bajo las órdenes Ferrante I Gonzaga, gobernador de la ciudad en el momento. Se pretendía reforzar la defensa de la ciudad, ya que seguían siendo sobre todo defensivas.  En algunas zonas las murallas contaban con fosos que se rellenaban gracias a los canales que había en la llanura Padana, similares a los Navigli. De las murallas españolas se pueden ver todavía hoy algunas puertas, entre ellas Porta Romana, Porta Vittoria, Porta Venezia, Porta Nuova, Porta Garibaldi, Porta Volta, Porta Sempione (la parte posterior del castillo), Porta Ticinese (nueva), Porta Lodovica y Porta Vigentina.
Porta Ticinese
Porta Ticinese antigua, una de las más bonitas de Milán

Porta Romana

Es una de las puertas más representativas de Milán, está situada al sur este de la ciudad y abría esta hacia Lodi. Está formada por un gran arco monumental que data del final del siglo XVI y cuyo mentor fue el rey Felipe III. Hay mucha leyenda sobre esta puerta que al parecer fue hecha para la llegada de la esposa del rey español, es más, toda la muralla española tendría forma de corazón en honor a Margarita de Austria. Fue una de las seis puertas principales de Milán.

Porta Comasina, hoy Porta Garibaldi

En origen fue bautizada como Porta Comasina ya que desde ella partía el camino hacia la vecina ciudad de Como. Era el paso habitual de aquellos que llegaban de la zona de Brianza y Como, y fueron numerosos los que durante varias épocas llegaron desde aquellas zonas para trabajar en la capital. A partir del siglo XVI se creó el barrio de Porta Comasina en la que se hospedaban los trabajadores que durante meses venían a trabajar en la ciudad.
Porta Garibalid Milano
Porta Garibalid Milano
Durante el siglo XIX se construye un gran arco triunfal de orden dórico con colosales esculturas alegóricas que representaban algunos de los rios del norte de Italia: el Po, el Ticino, Adda y Olona. También en este momento se completa la puerta con los dos cuadrados laterales y la parte porticada. En 1860 Porta Comasina pasó a llamarse Garibaldi como homenaje al héroe de la Unificación italiana.

Porta Tosa o Porta Vittoria

La Porta Tosa se construyó en el siglo XVI sobre las murallas medievales sobre una de las puertas que había en ella. Uno de los hechos históricos que marcó la vida de esta puerta fue la revolución de los Cinco días (1948), ya que fue la primera en ser expugnada. Después de la unificación de Italia Porta Tosa pasa a llamarse de la Vittoria para recordar esta misma, se erige además un gran obelisco para simbolizar esa victoria de los patriotas milaneses. En el siglo XIX se derriba el arco de la antigua puerta y se realizan dos edificios laterales dedicados a la aduana que son los que se conservan en la actualidad.

Porta Nuova

Porta Nuova fue otra de las seis puertas principales de la ciudad. Se construye sobre las murallas y dio nombre a uno de los barrios de Milán. La importancia de esta puerta deriva de su valor para el comercio de mercancías y que estaba muy próxima del naviglio de la Martesana, que todavía en la actualidad es un canal navegable.
Porta Nuova, Puertas de Milán
Porta Nuova, Puertas de Milán
Con la llegada de Napoleón la antigua Porta Nuova española fue demolida y se rehizo al modo “moderno”. La construcción se llevó a cabo entre 1810 y 1813. El edificio actual, con un  gran arco flanqueado por dos edificios laterales es uno de mis preferidos en Milán.

Porta Venezia, la antigua Porta Orientale, mi preferida

Porta Venezia es, sin duda, mi preferida entre las puertas monumentales de Milán. Es una obra de origen renacentista de la que en la actualidad solo se puede contemplar la reforma del siglo XVIII. La puerta del siglo XVI se levantó sobre la anterior puerta de época romana y medieval que había en la muralla. En el siglo XVII se realiza una primera obra de revestimiento y reafirmación de la puerta en estilo neoclásico. En el siglo XVIII con la Italia napoleónica dejó de tener una función defensiva y pasó a ser una de las puertas monumentales.
Porta Venezia Puertas de Milán
Porta Venezia
En 1825 se realiza el gran arco monumental que hoy conocemos, para homenajear la llegada a Milán del Emperador austriaco Francisco I y su mujer la Emperatriz Carolina Augusta. Sin embargo, esta intervención no será la última, ya que el actual comprejo de Porta Venezia fue realizado entre 1827 y 1828 y decorado en 1833 con grandes estautas y relieves que le aportan el aspecto definitivo. En 1860 la puerta fue rebautizada como Porta Venezia.
Aunque algunos viajeros la dejen de lado, como punto de llegada o partida a Italia, un recorrido histórico por Milán es siempre una sorpresa. Su arquitectura, sus murallas, sus calles y sus puertas, son un ejemplo de la historia que atesora entre sus piedras. Por ello, no dejéis de disfrutar de algún día en Milán.

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