El restaurante Corte y Cata es una de las últimas apuestas gastronómicas en la ciudad de Salamanca. Situado en pleno corazón del casco histórico, tiene un ambiente acogedor e informal y una gastronomía centrada principalmente en platos de carne bien elaborados y con una presentación muy cuidada. Os contamos nuestra experiencia en el restaurante Corte y Cata de Salamanca.
Corte y Cata, ¿menú del día o carta?
Corte y Cata es un restaurante y mucho más, la puesta de sus dueños no solo se centra en la elaboración de platos sino en una experiencia gastronómica que vaya más allá de sentarse en una mesa a comer. Lo elegimos para la comida que hacemos mis amigas del instituto todos los años en Navidad (o siempre que coincidimos) ya que nos lo habían recomendado los padres de una de ellas. El restaurante se sitúa en un bonita casa antigua, muy del estilo del centro de la ciudad, haciendo esquina con la plazuela de San Isidro y dando paso a la magnífica calle Libreros que lleva a la fachada del edificio histórico de la Universidad de Salamanca. El edificio consta de varias plantas en la inferior se sitúa el bar dónde se pueden degustar algunos pinchos tomando una buena copa de vino. En las plantas principales es donde está situado el restaurante. Una de las salas de la casa está preparada para acoger catas, eventos y experiencias en grupo, todas ellas basadas en torno a la figura del jamón, su corte y su cata. Uno de sus puntos fuertes: la atención, sin duda un acierto la plantilla de camareros.
La carta está plagada de platos de carne en los que abundan los solomillos de ternera o los productos ibéricos. La mayoría de estas elaboraciones se realiza con salsas con productos naturales del campo o de la huerta. También dentro de la carta podéis encontrar varios pescados básicos como la merluza, el pulpo o el bacalao. Me gustó bastante su carta porque no es muy extensa y se centra en platos que tienen una buena aceptación general, no se busca impactar con novedades si no descubrir buenos platos con ingredientes a los que estamos acostumbrados.
Los entrantes son modernos pero elaborados fundamentalmente verduras y algunos pescados, al igual que en los principales es habitual el uso de condimentos de la huerta, salsas de frutas y frutos secos. Además de una elaborada carta de platos principales de carne, como decía antes, uno de los fuertes de la carta es sin duda la sección postres, la sobremesa tiene una gran variedad con 10 dulces diferentes de corte sencillo bien elaborados y con una presentación exquisita.
Ahora bien si prefieres una decisión más sencilla corte y Cata tiene también un menú diario. El menú diario suele constar de 4 primeros a elegir y 4 segundos también a elegir, combinados con dos postres. El precio del menú diario son 17€ en los días laborables mientras que durante el viernes noche, sábado, domingo y festivos se eleva a 20€. En nuestro caso todas elegimos menú, ese día estaba integrado por varios platos de verdura en el primero y dos pescados y dos carnes en los segundos.
Cómo primero tom´e una pasta fresca rellena con gel de gorgonzola y pipas de calabaza, la pasta estaba rica sin más, los tortellinis rellenos de carne no son mis preferidos. Es cierto que estoy acostumbrada a tomar pasta solo cuando sé que va a ser muy buena ya sea porque me la hayan recomendado o porque conozca muy bien el sitio. Por eso, la pasta para ser de men´u es bastante correcta. Probé también lo que pude ver una ensalada de rúcula con magret de pato, realmente fue el plato que más me gustó aún teniendo rúcula que como sabéis no puedo ni mirar. Escarbe entre la rúcula a expensas de no morir con la garganta inflamada y probé unos trocitos de magret, de lo mejor en carne de paso que he probado últimamente.
Como principal opt´e por un filete de ternera en salsa de arándanos oporto y verduritas, el filete tenía un buen corte no era para nada pequeño y la factura era buena, al punto. sin embargo la carne estaba un pelín dura para lo que se esperaría de corte como este. Bueno de sabor y bien aderezado la salsa completaba el sabor de la carne pero sin comérsela, me gustó pero un poquito más tierno hubiera sido una auténtica delicia.
Momento del postre muy esperado por las chicas no defraudo, podemos probar los dos postres que se ofertaban en el menú diario. Por un lado tarta de queso con helado de chocolate blanco y por otro cañas con crema zamorana. Los dos postres estaban bien presentados y bien elaborados, buen sabor y para nada pesados completaron un menú muy razonable para su precio. Obviamente no es el menú diario más barato de Salamanca pero y el menú de Corte y Cata conjuga buena calidad en el producto, elaboraciones complejas y presentaciones muy bellas. El detalle: nos invitaron a los chupitos, siempre muy de agradecer.
Pues si estás buscando un restaurante de estas características en Salamanca Corte y Cata puede ser una buena recomendación para una comida con amigos o una cena en familia. Y que decir de las vistas, el punto de confluencia entre la calle Libreros y Cervantes permite ver desde las ventanas del restaurante las preciosas vistas a las torres de la Clerecía. En resumen, un nuevo restaurante moderno que se suma a otros como iPan iVino o Delicatessen para ofrecer gastronomía de calidad y bien presentada.