La visita que hoy os recomendamos es muy especial, ya que en ella se incluye uno de los conjuntos arquitectónicos más importantes de la civilización maya. Una ciudad mágica e inspiradora que es considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Hablamos de Chichén Itzá, una zona arqueológica de México que forma parte del estado de Yucatán.
Os acercamos una descripción histórica del emplazamiento y un par de consejos prácticos que os ayudarán a planificar su visita. Si tenemos en nuestro interior un espíritu aventurero digno del infatigable “Titanic Thompson” y decidimos emprender un viaje a ultramar, este espacio no puede ser obviado en nuestra lista particular.
En primer lugar, hay que destacar que este conjunto de ruinas mayas vivió su período más esplendoroso entre el siglo VII y el siglo XIII. Su existencia responde a la presencia de dos pozos naturales que contenían reservas acuíferas, situación que facilitaba el asentamiento humano gracias a la poca presencia de este bien natural. Chichén Itzá debe su nombre a estos depósitos de aguas subterráneas: en maya chi significa ‘boca’ y Ch’en ‘pozo’. Itzá (Itza) es el nombre del pueblo que fundó la ciudad entre los años 435 y 455 y que lo abandonó un siglo más tarde por circunstancias que aún no han sido esclarecidas y que generan discusiones en el ámbito historiográfico americano.
La ciudad, que al principio era tan solo un pequeño poblado con condiciones altamente precarias, prosperó enormemente con el paso del tiempo hasta convertirse en un espacio que disponía de construcciones monumentales y megalíticas. Los españoles Francisco de Montejo y Diego de Landa fueron los primeros europeos que, a mediados del siglo XVI, visitaron la zona y se dieron cuenta de la existencia de la ciudad.
La pirámide de Kukulkán, conocida popularmente como “el Castillo”, preside los edificios de la Gran Explanada de Chichén Itzá. Se trata de una pirámide que se asienta sobre una plataforma de 55,5 metros, con una altura total de 24 metros. Destaca también la presencia de ciertos elementos que enlazan con el conocimiento del que disponían los mayas en relación con la astronomía, la geometría, o las matemáticas. Su simetría nos muestra el calendario maya, el cual estaba conformado por 18 cuerpos -el número de meses con 20 días cada uno- y los 365 escalones que conforman los días del año.
En la base de la pirámide localizamos cabezas de serpiente que representan la mitología inherente de la región: el nombre de Kukulkán significa serpiente emplumada, una representación divina de los mayas.
En Chichén Itzá también encontramos otros espacios edificados que constituyen una variedad muy rica en cuanto a construcciones mayas. Como por ejemplo el Observatorio, también conocido con el nombre de “Caracol”. Se trata de un espacio orientado hacia las estrellas donde se realizaban estudios astrales a simple vista. El talante militar de los mayas queda grabado en el Tzompantli, una plataforma donde se clavaban las calaveras de los enemigos como aviso a navegantes.
En el espacio también encontramos la zona conocida como Juego de Pelota. Se trata de uno de los feudos mejor conservados con respecto a esta actividad mesoamericana. Este tipo de deporte tenía una importancia ritual y el campo contaba con dos esferas por donde se introducía el balón. El tamaño total del mismo era de 120 metros de largo y 30 de ancho.
Chichén Itzá se localiza en la zona central de la Península de Yucatán, es una de las mejores excursiones en Riviera Maya, a una distancia aproximada de 115 kilómetros con relación a la ciudad mexicana de Mérida. En esta ciudad podemos contratar una línea de bus que nos trasladará hasta el conjunto histórico. Es recomendable que antes de dirigirse al espacio os pongáis ropa fresca y sobre todo llevéis bebida de sobra. Hay que recordar que el espacio se encuentra al aire libre y que las zonas con sombra brillan por su ausencia.
Es importante también personarse a primera hora de la mañana, situación que ayudará a evitar las colas y propiciará el acceso de manera más rápida. El horario de visita a Chichén Itzá es de lunes a domingo de 08:00 a 17:00 horas. El acceso a las Zonas Arqueológicas es gratuito para estudiantes, maestros, personas de la tercera edad que cuenten con credencial vigente y para los menores de 13 años.
El precio de la entrada asciende aproximadamente hasta los 10 euros, un precio asequible si tenemos en cuenta el espacio que visitaremos. ¡Que lo disfrutéis!