El Hotel de Flandre (Poel 1-2, Gante) está situado en el corazón de Gante, en pleno centro de la ciudad, junto a los muelles situados en los laterales del río Lys. La ubicación del establecimiento es ideal para disfrutar de la ciudad a pie, aunque también está bien comunicado con el transporte público ya que tiene muy cerca tanto la parada del tranvía (Gravensen) que te llevará directo desde la estación como varias líneas de autobús. La zona del hotel además de ser perfecta para hacer fotografías nocturnas de los canales, el castillo y las lonjas, está llena de lugares para tomar algo y restaurantes para cenar. Incluso si lo que te interesa de Gante es el mundo del diseño es un hotel perfecto ya que está en la misma calle que el Museo del Diseño. ¿Qué más puede pedir?
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Fachada del Hotel De Flandre |
El Hotel de Flandre tiene cuatro estrellas y pertenece a un grupo de hoteles históricos de Bélgica, es decir, un grupo hotelero que ha utilizado edificios con carácter e historia (Entre ellos los hoteles Gravensteen, Ghent River o Monasterium Poortackere en Gante y el Tower Hotel en Aalst). El hotel ocupa dos edificios históricos en la calle Poel, uno prácticamente en frente del otro. Los edificios ya estaban en pie en el siglo XIX y desde su construcción se han dedicado a la hostelería. Por suerte, tanto los edificios como numerosos objetos de época se han mantenido y recuperado a lo largo de estos dos siglos, todavía hoy se pueden ver algunos objetos interesantes decorando el hotel, por ejemplo una preciosa caja fuerte que teníamos en el descansillo de nuestra habitación.
Una de las cosas que más me llamó la atención a la hora de elegir este hotel, es que cuenta con la consideración de Monumento Histórico ya que tanto su fachada original como el descansillo napoleónico son originales y únicos.
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Entrada descansillo del Hotel |
Este descansillo napoleónico es una de las partes mejor conservadas del establecimiento, a través de él accedían comerciantes y mercaderes junto con sus caballos. En el siglo XIX en la parte inferior del edificios estaban los establos donde descansaban las caballerías, mientras que en los pisos superiores descansaban sus dueños, así unos y otros encontraban descanso a sus jornadas. No hay que olvidar que Gante fue una ciudad inminentemente comercial y por ello eran necesarios todo estos alojamientos para los mercaderes, compradores y artesanos que iban y venían de una a otra ciudad de Flandes. La fachada también conserva su forma original, actualmente está encalada y en ella destacan los grandes vanos y, sobre todo, en la parte superior un precioso friso con decoración y ventanas intercaladas.
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Caja fuerte del siglo XIX |
La historia del hotel no sólo se debe a sus bellos edificios y dependencias, sino a los huéspedes ilustres que a lo largo de los años se alojaron allí. Entre ellos destacan el autor Joseph Strauss que se alojó en el Hotel De Flandre en la mitad del siglo XIX. O los escritores Chateaubriand y Lamartine, quienes viajaron a la ciudad como miembros de la corte y séquito del rey Luis XVIII.
La habitación
Las habitaciones del hotel son bastante amplias, tiene 63 distribuidas en los dos edificios. Tuvimos una habitación triple de buen tamaño y bien decorada, la decoración es sobria pero elegante, como todo el complejo. El baño también era muy amplio y bastante cómodo, una de las cosas que me gusta de los hoteles es que tengan secador, es todo un “must”. La habitación dispone de minibar, con las típicas cosas que podemos encontrar, pero también dispone de una moderna cafetera, servicio de café, leche, té… es una de las cosas que más me gusta en los hoteles, sobre todo en invierno, que puedas hacerte un café o un té calentito antes de acostarte.
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Nuestra habitación |
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El cuidado baño |
Servicios del Hotel De Flandre
El hotel cuenta con un acogedor bar situado en la parte izquierda de la entrada, al lado de la recepción. Es un bar muy coqueto donde tomamos unas cervezas belgas que nos ofrecieron, el bar 1804 tiene una decoración exquisita, con una chimenea decimonónica perfectamente decorada con mesas, asientos y lámparas modernos.
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Bar del hotel |
También es muy bonita la entrada decorada con un gran mostrador de madera sobre el que destaca una lámpara moderna. El suelo es el típico entramado hecho con espiga de ladrillos que servía para hacer pasar las caballerías. Al lado derecho de este descansillo se encuentra la sala de desayuno, decorada muy elegantemente con grandes columnas a modo de entrada y cuadros con fotografías de la ciudad. El desayuno fue perfecto, nos sirvieron el café en la mesa y el resto es tipo buffet. El buffet, abundante, contaba con dulces como croissants, donnuts, bizchochos; diferentes tipos de pan para hacer tostadas y una parte salada con quesos, embutidos, huevos.
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Sala del desayuno |
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El desayuno, la parte dulce |
Además del bar, el hotel cuenta con otro bonito lugar para el relax, una terraza interna donde poderse relajar durante el buen tiempo. Nuestra estancia en el Hotel De Flandre fue perfecta, no solo por la comodidad de la habitación y las instalaciones, sino por lo céntrico que se encontraba, todo un acierto.
Estuvimos alojadas en el Hotel De Flandre gracias a una colaboración con el propio hotel. Si quieres reservar puedes hacerlo a través de este enlace directo al Hotel de Flandre con descuento sobre cualquier otro tipo de reserva.