Oporto es una ciudad ideal para hacer una ruta de un par de días y disfrutar del fin de semana. Está, como quien dice, a tiro de piedra de cualquier ciudad española, y cuenta con muchísimos atractivos turísticos: iglesias, palacios, centros culturales, museos o bodegas junto con una maravillosa gastronomía y unas vistas increíbles. No te pierdas la ruta que hicimos durante un fin de semana y todo lo que visitamos en Oporto en dos días. ¿Viajar a Oporto? Por supuesto que sí, vente…
Viajar a Oporto qué ver en un fin de semana
Llegamos a Oporto procedentes de Madrid (el vuelo es una hora) el viernes por la tarde-noche, entre llegar desde el aeropuerto al hotel (Eurostars das Artes), el metro, el checkin, etc… llegó la hora de cenar. Aunque para los restaurantes habrá otro post anticipo que la comida en Oporto es una maravilla. Cenamos en un asador de pollos que estaba lleno de gente, disponía de música en directo, nos pusimos morados y tuvimos que irnos a dar un paseo por el centro para bajar la cena. Nos quedó tiempo para tomar unas copas en el centro, hacía muy buen tiempo y había un montón de terrazas y mucha animación.
El centro de Oporto es muy agradable para pasear, sobre todo si vais desde primavera a otoño podéis pasar un rato caminando por la ciudad, escalera arriba escalera abajo… La zona de la Iglesia de los Clérigos tiene unas cuantas calles con muchísimos locales para tomar algo, el fin de semana está muy animado.
Ruta día 1 por Oporto: sábado
Iglesia de los Carmelitas
El sábado nos levantamos más o menos pronto dispuestos a recorrer todo lo que pudiéramos. Después de desayunar nos dirigimos desde nuestro hotel un Eurostars, bastante céntrico, a la zona más turística. La primera parada fue la visita de la Iglesia de los Carmelitas (siglo XVII) en la que destaca su gran fachada de piedra y el revestimiento de azulejos de uno de sus laterales. Es una de las iglesias más importantes de la ciudad, rica y típicamente decorada durante el barroco llama la atención el color grisaceo de su piedra y el contraste con su colorido lateral. Me gustó mucho esa decoración tan tradicionalmente portuguesa con azulejos coloridos en los que se desarrollan escenas religiosas relacionadas con la advocación de la iglesia.
Librería Lello e Irmão
Muy cerca de la Iglesia de los Carmelitas, unos cien metros, se encuentra la librería Lello e Irmão. No puedes viajar a Oporto y no visitarla ya que es un auténtico espacio de fantasía, con grandes escalerasy estanterías de madera. Se cuenta que fue escenario en algunas tomas de la saga de Harry Potter, aunque parece que simplemente es uno de los lugares que la inspiró la autora, porque allí vivieo J. K. Rowlling durante unos años mientras trabajaba como lectora en la Universidad.
TIP: Es una de las visitas imperdibles de la ciudad y ojo, durante algunas temporadas no abre los domingos, cuidado con los horarios si no te quieres quedar sin verla.
La librería es preciosa, no solo por la belleza en sí del establecimiento sino por los tesoros librarios que contiene. La gran escalera y el artesonado con la profusa decoración es una maravilla, como también lo es la vidriera que cubre parte del techo en la zona superior. En la actualidad tiene un coste de unos 5 euros, creo recordar, antes era gratuita, pero si haces alguna compra te lo descuentan.
Lello e Irmão, la librería de Harry Potter
Torre de los Clérigos
Desde allí nos dirigimos a la Torre de los Clérigos (siglo XVIII), otro de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Sus 76 metros y más de 200 escalones te ofrecerán una de las vistas más espectaculares de la ciudad, merece la pena subir. Por supuesto las vistas de Oporto y del río Duero hasta el mar son espectaculares. Me hubiera gustado también hacer esta visita por la noche, las visitas nocturnas de las ciudades me encantan.
Palacio de la Bolsa
Después de estas visitas nos acercamos hacia la zona del Palacio de la Bolsa, no entramos ya que había un congreso de vino y no pudimos entrar. En la misma plaza de la Bolsa además de esta también se puede visitar el mercado Ferreira Borges, donde se ha creado un espacio expositivo interesante y que da bastante vida cultural a la ciudad, y otras iglesias como las de San Francisco y San Nicolás.
Vistas desde la plaza de la Bolsa hacia el río
Antes de abandonar esta zona te recomiendo que visites uno de los miradores más bonitos de la ciudad de Porto: el Mirador da Vitória. Se encuentra un poco escondido entre callejuelas, justo al final de la calle donde está el Monasteirio de San Bento da Vitória. Tiene unas vistas preciosas hacia la Ribeira y se ve toda la zona de Vilanova de Gaia.
Llegamos a la zona de Ribeira para hacernos unas cuantas fotos con el río Duero y para tomar un aperitivo en las terrazas de la zona. Ribeira es la zona más tradicional, con calles típicas de puerto y de pescadores, que a mí me recuerdan a otros lugares de mar como Génova. Es un buen lugar para hacer una parada en su “esplanada” y tomar un refresco con unas preciosas vistas al río. Después de un aperitivo seguimos nuestro camino a través del puente Luis I por la parte inferior, para dar un paseo por la zona de las bodegas, comer y visitar una de ellas.
Calles cerca del río
Vilanova de Gaia y sus bodegas
Después de comer en el Restaurante Arco Iris, fuimos a ver la Bodega Ramos Pinto, donde hicimos la visita en español. Fue una visita súper divertida e interesante, con un guía encantador que nos contó mil y una anécdotas del fundador y de la familia bodeguera. Además éramos un grupo de tan sólo 4 personas, nos lo pasamos muy bien y al final de la visita tuvimos una degustación de vinos de Porto muy entretenida. Tras la bodega las fuerzas no estaban precisamente para muchos detalles monumentales, volvimos de vuelta hacia el hotel para descansar y cambiarnos para la cena.
El Duero
Ruta día 2 en Oporto, domingo
El domingo por la mañana lo primero que queríamos hacer era pasar por el puente de Luis I, pero por la parte superior, queríamos ver las vistas de la ciudad desde allí y llegar a la zona de Vilanova de Gaia. Es la parte situada sobre la zona de bodegas que visitamos el día anterior y tiene unas preciosas vistas de la ciudad, aunque el viento nos pusiera los pelos a lo loco para las fotos. Si tenéis un día de suerte y no tanto viento saldréis mucho mejor que yo en las fotografías que voy a evitar poner. Pero la panorámica de Oporto merece mucho la pena fuera de bromas.
Las mejores vistas de Oporto, desde el puente Luis I
De vuelta al centro visitamos la Catedral de la ciudad y la zona de Batalha con sus subidas y bajadas, cuidado no te confundas que en estas calles bajar bien, pero subir… En la catedral la visita a la iglesia y al claustro son imprescindibles, porque es Monumento Nacional Portugués. La catedral original se inició en el siglo XII, auque algunas de sus partes, como el claustro son posteriores. El claustro es uno de los más bellos de la arquitectura portuguesa, se construye en el siglo XIV y tiene una preciosa decoración con azulejos típicos de cerámica azul. La entrada a la catedral es gratuita, sin embargo para visitar la parte del claustro hay coste, 3 euros.
Tras la catedral a pocos metros de distancia, se encuentra la estación de São Bento, que aunque es una estación de trenes se asentó sobre un antiguo convento, el que le ha dado nombre a la estación. La estación, en su interior, tiene una serie de murales iconográficos realizados con azulejería. Realmente es una estación preciosa realizada con la tipica arquitectura en hierro del siglo XIX pero con una interesante decoración. No te quedes solo en el hall aunque sea maravilloso, visita también los andenes, son muy bonitos.
Subimos a través de esas maravillosas cuestas portuenses al Mercado del Bolhão, que estaba cerrado y no pudimos visitar. Supongo que al ser domingo no hay acceso. Nos acercamos a la Capilla das Almas, es una iglesida de reducido tamaño pero con una preciosa decoración tradicional. La fachada está cubierta totalmente por el azulejo azul con escenas religiosas, son muy llamativas. Desde allí estuvimos callejeando hasta llegar a la iglesia de San Ildefonso con una fachada típica en piedra y decoración con azulejos azules y después nos dirigimos hacia la iglesia de la Trinidad y el Ayuntamiento. Allí terminamos nuestra visita buscando un sitio para comer y después volver al hotel para recoger nuestras cosas.
Viajar a Oporto, una ciudad con aires de mar y de puerto, con buena comida, cultura a rebosar y muchas cosas que ver. Está muy cerca de algunas ciudades españolas desde las que se puede ir por tierra en pocas horas o en avión en una hora (45 minutos desde Madrid). Los precios en Oporto son muy asequibles y la comida es una maravilla, por todo esto merece una visita.
Lo último y más novedoso en Oporto: WOW Porto
¿Sabías que desde hace poco más de un año Oporto cuenta con una super novedad relacionada con el mundo del vino? Se llama WOW Porto y está en Vilanova de Gaia, en la orilla frente a la ciudad de Porto y es un impresionante complejo que combina museos, restauración, cultura con todo lo relacionado con el mundo del vino. Tuvimos la oportunidad de conocerlo y nos quedamos con la boca abierta del impresionante montaje museístico, de sus grandes posibilidades gastronómicas y de las experiencias WOW.