Para celebrar nuestro cumpleaños nos hemos ido a un restaurante con muy buena fama en Madrid, el Ático de Ramón Freixa en el último piso del hotel The Principal en plena Gran Vía. Os traemos el relato de lo que hemos probado y de lo que más nos ha gustado de este sitio tan chulo.
Ravioli con butifarra y alubias – Restaurante Ático by Ramón Freixa |
Una de las cosas que nos gusta cuando vamos a un restaurante es que su carta no sea demasiado extensa, en el Ático la carta es breve y con mucho sentido, platos tradicionales reinventados y platos modernos con presencia.
El restaurante está en la penúltima planta del hotel The Principal, encima está la terraza bar y en el mismo nivel hay otra terraza donde se puede tomar el postre, café o unas copas. El sitio es muy tranquilo no hay muchas mesas y el ambiente es elegante y bastante agradable.
La carta de vinos es curiosa ya que no había vinos demasiado conocidos, aunque estaban las denominaciones más familiares los vinos no eran las marcas de renombre. Elegimos El Marciano, un tinto de Castilla y León de la bodega de Alfredo Maestro Tejero elaborado 100% con Garnacha de Gredos.
Vino El Marciano |
Nos sirvieron un par de aperitivos de la casa, un consomé de cigala y unas brochetas reinterpretación del pan tomaca y jamón. Como entrantes pedimos una tortilla con queso tomate y espárragos, nos sorprendió el clasicismo del plato, con buen sabor y huevos poco cuajados, muy suave pero a su vez sabroso gracias al queso. También pedimos unos ravioli con butifarra y alubias, estaban riquísimos pero quizá un poco más de relleno hubiera dado el toque perfecto a este plato, la butifarra se quedaba un pelín escasa.
Reinterpretación de tortilla |
Los principales fueron varios puntos por encima en la escala de bonanza, mucho más originales y potentes que los entrantes. El arroz socarrat con pato y cigalas es uno de los mejores arroces que he probado, quizá algunas partes quizá demasiado socarrat para mi gusto pero así tiene que ser, la cocción del arroz perfecta, la mezcla de campo y mar muy lograda.
Tomamos también un prensado de pollo de corral con anguila, combinación espectacular de sabor, el pollo que es siempre más plano se complementa a la perfección con la anguila. Un plato redondo.
Arroz socarrat con pato y cigalas |
Prensado de pollo con anguila |
Quizá la parte más pobre de la carta resultó ser la dulce, los postres son buenos simplemente, nada espectacular. Nos advirtieron que eran todos en vasito, incluso la tarta de Santiago, supongo que algún comensal se ha sorprendido de esta interpretación y ha protestado. Estaba bueno, sin más, no recordaba para nada a su propio nombre. El otro postre era el Olé Olé, un vasito de cremas de chocolate sin más. Lo que más nos gustó del postre fueron las vistas, ya que los pudimos tomar en la terraza con unas bonitas vistas.
En resumen, el restaurante de Ramón Freixa nos gustó, sobre todo los platos principales, la calidad del producto y el precio asequible para ser cocina de autor, nos gustaron las vistas y el ambiente, pero se queda un poco corto en el remate del menú.
Gracias por leernos