Verona en el norte de Italia, es una ciudad preciosa, merece la pena una visita turística y recorrer al menos un día esta fantástica ciudad. Si tuviera que elegir un par o tres de ciudades en Italia, sin duda, una sería Verona porque creo que concentra una buena cantidad de estilos artísticos y arquitectónicos y está rodeada por bellísimos lugares, el lago de Garda, las colinas…
Anfiteatro romano l’Arena di Verona |
Conozco Verona desde hace años, la primera vez que estuve me cautivó y eso fue hace ya mucho tiempo cuando recorríamos Italia con un autobús y unos profesores de instituto quizá no los suficientemente interesados en hacernos ver que con 16 años se pueden hacer muchas cosas en el viaje de estudios. Tras esta experiencia llegó el verdadero acercamiento a la cultura italiana gracias a mi Erasmus en Verona y desde entonces vuelvo año tras año a visitar esta ciudad.
Hoy traigo un recorrido por los lugares que todo visitante debe conocer pero que normalmente no da tiempo a ver ya que los tours turísticos sólo permiten una mañana, una tarde o como muchísimo un día en esta ciudad. La visita típica en Verona es a los lugares en los que se inspiran probablemente las aventuras de los enamorados Romeo y Julieta, los cuales en realidad parece comprobado que nunca existieron pero si que se pudieron inspirar en dos familias veronesas.
La Casa de Julieta es la parada necesaria en toda visita a la ciudad, sin embargo, desde mi humilde opinión y desde mi ignorancia (ya que nunca he entrado en esa casa) podéis evitar, se trata de una casa del siglo XIV-XV que perteneció a una familia que nada tiene que ver con la aventura sentimental de los archiconocidos amantes. Podéis visitar simplemente el patio en el que se encuentra la famosa Julieta, de la que se cuenta que da buena suerte tocar un pecho, y si observáis el pecho está mucho más desgastado que el resto de la figura. Afortunados o no la figura merece un click fotográfico.
Castel San Pietro y zona del teatro romano (Verona) |
La visita “tipo” termina normalmente aquí, sin embargo, los lugares que a mí personalmente mas me atraen de esta ciudad son los que el turista tipo no visita. El Ponte di Petra, es el puente más antiguo de la ciudad (romano) y sus vistas son espectaculares, hacia el noroeste el Castillo de San Pietro, un castillo del siglo XIX situado en una pequeña colina en la que se asientan desde un teatro romano a un convento medieval. Es una vista realmente preciosa y si subís hasta la cima de Castel San Pietro la vista de la ciudad de Verona es espectacular.
El otro lugar que recomendaría es el Ponte Scaligero, es el puente que surge del Castillo Viejo, osea Castelvecchio, es un castillo construido por el señor de la ciudad Can Grande de la Scala, de ahí lo de el Puente Scaligero, en el siglo XIV. Actualmente el interior del Castillo fue organizado a modo de museo conformando las colecciones de la ciudad, el museo cívico.
Verona tiene infinidad de lugares que visitar, desde las puertas romanas como Porta Borsario o Porta Leoni, a puertas del siglo XIX como Porta Nuova o Porta Vescovo. Infinidad de palacios de los cuales destacaría los del siglo XVI obra de Michelle San Michelli uno de los principales arquitectos del manierismo italiano, el Palacio Bevilacqua o el Palacio Canossa, los dos en Corso Cavour. Pero lo mejor y más sencillo en la visita a esta ciudad es perderse entre sus calles y sus plazas, creo sinceramente que la Piazza delle Erbe es una de las más bellas del mundo, rodeada por una serie de edificios que todavía conservan, aunque algunos no en un gran estado, pinturas murales en sus paredes exteriores. La plaza sirve de mercado matutino de verduras y también de mercado “saquea turistas” con recuerdos de la ciudad. La piazza della Signoria, con la estatua de Dante o la Piazza Bra donde se encuentra L’Arena también son lugares de visita obligada.
Por último recomendaros un par de lugares para comer y algunas cosas que debéis probar. Hay algunos lugares sobre todo en la zona de la Calle Sottoriva en los que se como bien y no por mucho dinero, entre ellas la Hostería (en italiano Osteria) alla Pigna o la Casa di Romeo. Sin duda hay un par de cosas que tenéis que comer, los gnochi, una pasta de patatas riquísima con gorgonzola que es un tipo de queso casi azul, la polenta que es típica del norte de Italia y la Pasticciada de Caval, un guiso con carne de caballo que personalmente me encantó. Todo ello se puede regar con un buen vino de la zona, Piave, Soave o Bardolino.
Si tenéis tiempo en la provincia de Verona hay lugares fantásticos, la zona de las montañas donde se puede ir a esquiar a un par de pistas rozando ya con el Trentino y la zona del lago de Garda que es el límite entre Lombardía (la provincia de Brescia) y el Veneto (la de Verona). El lago tiene lugares preciosos como el pueblecito de Sirmione o Punta San Virgilio. Por la noche toda la ribera del lago se llena de gente que visita las numerosas discotecas que circundan el lugar, el Hollywood o el ArtClub. Y por supuesto, si voláis a Milán no dejéis de visitarla, esta y otras ciudades lombardas como Pavía o Bérgamo tienen mucho que ofrecer al visitante.