He querido dejar un breve post para un restaurante muy especial en Budapest, un restaurante de lujo que complementa a los restaurantes baratos que encontaréis en Budapest. Si queréis sorprender a alguien, pareja, padres, etc.; este puede ser un gran sitio para hacerlo. A mí me sorprendieron con la magnífica elección.
El Restaurante Borssò Bistrò (Királyi Pál utca 14, zona Pest) es, probablemente, uno de los mejores restaurantes que he degustado, además tiene la ventaja de un muy buen precio respecto a la calidad de los productos. El lugar es acogedor, el interior es pequeño, la decoración es moderna pero tiene un gran gusto ya que desprende una sensación de calidez y tradición. La música acogedora, para nada estridente, y el personal muy amable.
El detalle: para empezar mientras preparaban los platos nos trajeron unos entrantes de “picoteo”: polenta (un puré de harina de maíz muy típico en Italia) con solomillo y una especie de queso con finas hierbas para untar.
Para empezar nos decidimos por un par de entrantes, uno de ellos típicamente húngaro Duckliver Tarrine, o lo que es lo mismo tarrina de hígado de pato, y otro quizá menos local Kohlrabi risotto with garlic prawns (risotto con ajo y gambas). No podría decidir cual de ellos era mejor. El pato era realmente hígado de pato, nada de eso de un foie muy rico o algo parecido a foie, no, la textura era increíble se deshacía en la boca, prácticamente se derretía, realmente exquisito. El arroz en su punto, perfectamente condimentado con el ajo que se notaba pero al contrario de en muchos platos realzaba el sabor del arroz y no era para nada molesto. Las gambas, gambones, pasadas por la plancha, de buen tamaño y mejor sabor.
Como platos principales pedimos Duckbreast with forest mushroom pilaf and green peas (solomillos de pato con risotto de setas y puré de guisantes), la carne era buenísima, como el plato anterior prácticamente se deshacía en la boca, estaba hecha en su punto, parecía que sangraba pero no, era un efecto realmente extraño y excepcional. También degustamos un Sea trout fillet hollandaise and green asparagus, (Salmón del adriático con salsa holandesa y espárragos). El pescado estaba en su punto, hecho a la plancha la piel se desprendía muy bien y se quedaba limpito, la salsa holandesa le daba un toque fantástico, el sabor en conjunto era realmente sabroso.
Como guinda del pastel o, mejor dicho, como pastel (lo comimos entero, no quedó ni la guinda) tomamos un Tonka mokka, una especie de “flan” de moca y chocolate muy suave en el paladar y de gusto sabrosísimo, muy bueno.
Para acompañar todo esto, como no, pedimos un vino local, Balla Géza Kadarka del 2009. Esta denominación y tipo de uva se cultiva principalmente en Hungría y Bulgaria, aunque algunas “leyendas” cuentan que probablemente llegó desde la zona de Turquía. Si bien es cierto que el vino húngaro, como comentamos con los camareros, tiene menos cuerpo que algunos vinos españoles a los que estamos acostumbrados como la denominación Rioja, nos pareció un buen vino, de un color rojo afrutado y brillante, posee un sabor intenso que nos dio muy buenas impresiones. Eso sí, dejad pasar unos diez minutos antes de tomarlo, veréis como va mejorando.
En resumen, el Restaurante Borssò Bistro nos ofreció una cena deliciosa en un ambiente muy cálido, para repetir o probar.
Gracias por pasar por aquí.